"Queremos reformar la Ley de Reproducci¨®n Asistida lo antes posible"
Elena Salgado (Ourense, 1949) lleva apenas tres semanas en el cargo, pero ya ha decidido que no quiere "ser otra cosa que ministra de Sanidad". Discreta, de aspecto fr¨¢gil y palabra firme, tiene que pilotar un ¨¢rea en la que Espa?a gasta el 7,5% de su producto interior bruto. Un porcentaje que se mantiene, con m¨ªnimas fluctuaciones, desde 1993.
Pregunta. ?Seguir¨¢ sin crecer el gasto sanitario?
Respuesta. Es un compromiso electoral aproximar el gasto sanitario p¨²blico a la media europea, lo que significa aumentarlo en un punto. Un informe de la OMS muestra que ¨¦ste ha disminuido en t¨¦rminos relativos desde 1997 y ha crecido el gasto privado. El prop¨®sito del Gobierno es invertir esta tendencia.
"La poblaci¨®n ha crecido, y si adem¨¢s queremos que las prestaciones mejoren, hay una doble raz¨®n para que aumente el gasto en sanidad"
"La informaci¨®n a los m¨¦dicos debe ofrecerla una entidad independiente. Queremos un acuerdo con los laboratorios, pero nuestra posici¨®n es firme"
La clonaci¨®n terap¨¦utica "no deber¨ªa prohibirse por razones religiosas, sino que deben tenerse en cuenta las estrictamente cient¨ªficas y ¨¦ticas"
"Limitar la fecundaci¨®n a tres embriones atenta contra la salud de las mujeres. Es un proceso doloroso que deber¨ªamos facilitar al m¨¢ximo"
P. ?En qu¨¦ ¨¢reas?
R. Hay un compromiso de elaborar un plan de igualdad y calidad del sistema sanitario. Se trata de que todos los espa?oles tengan unas prestaciones sanitarias id¨¦nticas y de mayor calidad que las que tienen ahora.
P. La consejera de Sanidad de Catalu?a, Marina Geli, asegura que en los ¨²ltimos a?os se han dejado de hacer inversiones necesarias en grandes hospitales. ?Es extensible a toda Espa?a esta falta de mantenimiento?
R. Se percibe que algunos hospitales necesitan una modernizaci¨®n. Adem¨¢s, a todos nos parec¨ªa razonable hace 10 a?os que hubiera cuatro enfermos por habitaci¨®n. Pero la calidad que exigimos ahora hace que se deba hacer una inversi¨®n adicional para pasar de cuatro enfermos a dos. El ¨®ptimo ser¨ªa uno, pero eso es dif¨ªcilmente alcanzable.
P. Algunos consejeros se quejan de que se evalu¨® mal el coste de las transferencias en 2002.
R. Me sorprende que a consejeros que hace seis meses les parec¨ªa todo perfecto ahora ya no se lo parezca. Dicho esto, creo que hay cosas que habr¨¢ que revisar, pero en conjunto se transfiri¨® m¨¢s dinero del que exist¨ªa anteriormente.
P. Se ha producido un fuerte aumento de poblaci¨®n en Espa?a debido a la llegada de inmigrantes. ?Obliga ello a replantear las inversiones en sanidad?
R. No querr¨ªa culpabilizar a los inmigrantes de las tensiones del sistema. Se est¨¢n incorporando a nuestro tejido social y han de tener los mismos derechos. La poblaci¨®n ha crecido, y si adem¨¢s queremos que las prestaciones mejoren, hay una doble raz¨®n para el aumento. Yo me coloco a la cabeza de esa manifestaci¨®n: quiero que el gasto en sanidad aumente.
P. El aumento del gasto farmac¨¦utico ha vuelto al 9,8%. ?Qu¨¦ va a hacer para controlarlo?
R. Me gustar¨ªa racionalizar el gasto con ayuda de las comunidades. Todos debemos saber que m¨¢s medicamentos no significan necesariamente m¨¢s salud; que el n¨²mero de especialidades farmac¨¦uticas en Espa?a triplica la media europea; y que los gen¨¦ricos suponen el 5% del gasto farmac¨¦utico, mientras que la media europea es del 20% y en Estados Unidos, del 80%.
P. ?Qu¨¦ pasar¨¢ con el pacto con Farmaindustria de 2001?
R. El programa socialista se?ala que se considera concluido. Queremos llegar a acuerdos con la industria, pero no bajo esa forma de pacto con contrapartidas.
P. ?Puede precisar c¨®mo?
R. Queremos que los espa?oles tengan los mejores medicamentos y que se impulse la investigaci¨®n. Pero el esquema, como estaba dise?ado, ten¨ªa un componente perverso. Mediante el pacto se pretend¨ªa que el gasto no creciera por encima de una cifra. Y si crec¨ªa, parte de ese crecimiento serv¨ªa para financiar la investigaci¨®n. Los nuevos acuerdos con la industria disociar¨¢n crecimiento e investigaci¨®n.
P. ?Qu¨¦ proponen?
R. El ahorro que se pueda conseguir con la moderaci¨®n del gasto puede aportar fondos a la investigaci¨®n. El gasto farmac¨¦utico seguir¨¢ creciendo, pero se ha de lograr que no aumente por encima del producto interior bruto. Que no se incremente por incorporar especialidades m¨¢s caras con m¨ªnimas mejoras.
P. ?C¨®mo va a impedir que los nuevos f¨¢rmacos sean tan caros?
R. Me gustar¨ªa llegar a acuerdos con las comunidades aut¨®nomas para definir una pol¨ªtica de gen¨¦ricos. Adem¨¢s, la aprobaci¨®n de especialidades por parte de la Agencia de Evaluaci¨®n del Medicamento tiene que ser mucho m¨¢s rigurosa.
P. ?Qu¨¦ papel tendr¨¢n los m¨¦dicos?
R. No quisiera mostrar ninguna desconfianza hacia ellos. Creo que prescriben el f¨¢rmaco m¨¢s adecuado seg¨²n la informaci¨®n de que disponen. Y ah¨ª tenemos otra variable. Hay que objetivar la informaci¨®n. Deber¨ªa suministrarla una entidad independiente, cuya imparcialidad nadie ponga en duda. Hay que superar que la ¨²nica informaci¨®n que tienen los m¨¦dicos sea la proporcionada por los laboratorios.
P. ?Ser¨¢ el precio del nuevo medicamento proporcional al beneficio terap¨¦utico que aporte?
R. M¨¢s que el precio, el margen. Hay que otorgar toda la credibilidad y toda la fortaleza a la Agencia de Evaluaci¨®n del Medicamento para que nadie pueda dudar de su imparcialidad.
P. ?Habr¨¢ copago?
R. Desde luego, no.
P. ?Para cu¨¢ndo ese sistema de informaci¨®n del medicamento?
R. Son ideas sobre las que a¨²n no hemos empezado a hablar con la industria farmac¨¦utica. La industria no puede estar interesada en que el sistema quiebre o en que los plazos de pago se alarguen. En todo caso, la industria debe saber que la posici¨®n del ministerio es muy firme.
P. Tampoco hay informaci¨®n sobre listas de espera porque hay comunidades que no la dan. ?C¨®mo resolver este problema?
R. Hay problema cuando esos datos se utilizan pol¨ªticamente, cuando existe desconfianza.
P. Es que hay 17 n¨²cleos pol¨ªticos.
R. Eso es verdad. Pero hay acuerdos posibles. Todos ganamos con un buen sistema de informaci¨®n. S¨®lo se puede actuar sobre datos reales. Y eso es lo que ahora me falta. Incluso sobre algo tan b¨¢sico como la salud de los espa?oles.
P. La ley de cohesi¨®n de 2003 prev¨¦ precisamente la creaci¨®n de una agencia de informaci¨®n.
R. As¨ª es. Pero si se lee la ley con atenci¨®n, el n¨²mero de comisiones, comit¨¦s y ¨®rganos intermedios que se crean excede lo manejable. Evidentemente no es econ¨®mico esperar a otra ley, y por tanto trataremos de aprovechar los elementos que ah¨ª aparecen.
P. Pues fue una ley aprobada por unanimidad.
R. Hay normas que se aprueban por unanimidad porque suman todas las peticiones, y as¨ª es f¨¢cil llegar a un acuerdo.
P. ?C¨®mo resolver el problema de las listas de espera?
R. Se puede y se debe tener un objetivo. La propuesta socialista lo cuantifica en su programa. Hay que subrayar que el sistema est¨¢ ahora bastante tensionado, sobre todo en los hospitales. Mi prioridad es trabajar en colaboraci¨®n con las comunidades aut¨®nomas. Yo creo que lo que se estaba haciendo, que era trabajar frente a ellas, no ten¨ªa ning¨²n sentido. Y hemos de tener actuaciones compartidas con el Ministerio de Trabajo. Algunos programas de atenci¨®n a las personas dependientes es probable que moderen algo la tensi¨®n sobre el sistema hospitalario. Tambi¨¦n se ha de mejorar la organizaci¨®n para que los m¨¦dicos no pierdan el tiempo con tareas burocr¨¢ticas, incrementar las inversiones, dotar de m¨¢s medios.
P. ?Tambi¨¦n de personal?
R. En estos momentos hay una oferta p¨²blica de empleo que incorpora al sistema a muchos profesionales, que en buena parte est¨¢n ya prestando servicio bajo f¨®rmulas jur¨ªdicas distintas, pero no cabe duda de que su incorporaci¨®n al sistema va a permitir organizar mejor el trabajo.
P. Es un proceso muy lento.
R. Yo tambi¨¦n creo que va demasiado lento, pero no s¨¦ c¨®mo incrementar el ritmo. La directora general correspondiente ya tiene instrucciones, y va a hacerme un informe.
P. Pasemos a la Ley de Reproducci¨®n Asistida ?Est¨¢ de acuerdo con la limitaci¨®n de fecundar tres embriones en cada ciclo?
R. Esa limitaci¨®n atenta contra la salud de la mujer. Son procesos dolorosos, inc¨®modos, estresantes, y por tanto deber¨ªamos tratar de facilitarlos.
P. ?Cambiar¨¢n este precepto?
R. La ley establece que el ministerio elabore un protocolo de excepciones con la Comisi¨®n Nacional de Reproducci¨®n Asistida, lo que permitir¨¢ aumentar el n¨²mero de ¨®vulos por ciclo. Nuestra intenci¨®n es hacerlo lo m¨¢s amplio posible. La comisi¨®n est¨¢ convocada para la segunda quincena de mayo para examinarlo.
P. La ley limita la investigaci¨®n a los embriones ya existentes. ?Cambiar¨¢n esto pronto?
R. Ya nos gustar¨ªa, pero tiene que ser mediante otra ley. Queremos plantear una reforma de la ley en el plazo m¨¢s breve posible. Pero los cambios no se pueden hacer en semanas.
P. La creaci¨®n de un centro nacional de investigaci¨®n con c¨¦lulas madre embrionarias ha producido enfrentamientos entre Andaluc¨ªa y Catalu?a.
R. Hay que decir claramente que ese problema ha sido creado por una actuaci¨®n del ministerio, y que hubiera podido no existir. Es un problema artificial que hiere sensibilidades de comunidades e investigadores. En fin, un l¨ªo.
P. ?Cu¨¢l es la soluci¨®n?
R. La soluci¨®n es que tendremos centros trabajando en una red en la que no van a estar s¨®lo Andaluc¨ªa y Catalu?a. Podr¨¢ estar el Karolinska [de Estocolmo], y otros. Es la ventaja de las telecomunicaciones: permite investigar en red con cualquier equipo solvente. Tenemos excelentes investigadores, y no tiene sentido enfrentarlos.
P. ?Se refiere a Bernat Soria y Juan Carlos Izpis¨²a?
R. S¨ª. Ambos podr¨¢n trabajar en Espa?a con plena comodidad.
P. ?Va a autorizar la clonaci¨®n terap¨¦utica?
R. Yo preferir¨ªa llamarla transferencia nuclear, porque hablar de clonaci¨®n produce cierto reparo. Los cient¨ªficos creen que la transferencia nuclear es una v¨ªa de investigaci¨®n que debe abrirse, pero que no es urgente. Lo que no deber¨ªa hacerse es prohibirla por razones religiosas, sino tener en cuenta las cient¨ªficas y ¨¦ticas. Tambi¨¦n tenemos que demostrar a la sociedad que podemos introducir garant¨ªas para que en ning¨²n caso se sobrepase un umbral: la implantaci¨®n en el ¨²tero.
P. ?Y el aborto en las 12 primeras semanas de gestaci¨®n?
R. ?se no es un problema sanitario. Cuando la sociedad y el Parlamento decidan introducir el cuarto supuesto, el sistema sanitario estar¨¢ a disposici¨®n de las ciudadanas que quieran usarlo.
P. Pero la mayor¨ªa de los abortos no se hace en centros p¨²blicos.
R. No se hacen, pero el sistema est¨¢ preparado. Otra cosa es que los facultativos tienen derecho a la objeci¨®n de conciencia.
P. ?Pero hay tanta objeci¨®n?
R. No lo s¨¦. Cuando una examina las estad¨ªsticas ve que la mayor parte de las interrupciones se producen en el ¨¢mbito sanitario privado. A lo mejor es tan sencillo como que ah¨ª la primera consulta con el ginec¨®logo se tiene al d¨ªa siguiente, y en el sistema p¨²blico hay que esperar.
P. ?Y las operaciones de cambio de sexo en transexuales?
R. Sinceramente, ¨¦se es un tema que no he estudiado. No me parece que sea una componente de gasto importante. No lo ha sido en Andaluc¨ªa y seguramente no lo ser¨¢ en otros sitios. Las comunidades deben decidir si se incorpora al sistema de prestaciones, pero no me parece que sea tan importante.
P. ?Qu¨¦ otra novedad destacar¨ªa en el ministerio?
R. El paso del Plan Nacional sobre Drogas de Interior a Sanidad. Indica un cambio de orientaci¨®n importante. Lo que debemos hacer es que no haya m¨¢s personas, sobre todo j¨®venes, que se inicien en el consumo antes de ser responsablemente adultas. A las que ya se han iniciado, hay que ofrecerles ayuda para que puedan abandonarlo; y a las que han fracasado con otros tratamientos, hay que ofrecerles una calidad de vida para que sigan formando parte del cuerpo social y no tengan que delinquir.
P. ?Qu¨¦ le parecen los ensayos de Andaluc¨ªa y Catalu?a de dispensaci¨®n de hero¨ªna?
R. Cuando ya no hay otra opci¨®n, a esas personas hay que proporcionarles unas condiciones en las que su dignidad no se vea disminuida d¨ªa tras d¨ªa. Me parece un ensayo que hay que considerar con atenci¨®n.
P. ?Alguna prioridad m¨¢s?
R. Consumo. Es el gran olvidado. Ah¨ª la sociedad civil no se ha manifestado, pero no se ha manifestado porque no le ha visto utilidad. Nuestra idea es que los consumidores puedan canalizar sus protestas a trav¨¦s de una organizaci¨®n a la que de verdad prestemos atenci¨®n.
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