Pl¨¢cido Domingo baja al infierno del juego y la pasi¨®n en 'La dama de picas'
El tenor canta en ruso la ¨®pera de Chaikovski en el Real y prepara 'Cyrano de Bergerac'
Todo el mundo conoce al Pl¨¢cido Domingo cantante, al director de orquesta, escena y teatros, al gran relaciones p¨²blicas, al mago del show business, al hombre sin descanso, a esa fuerza de la naturaleza imparable... Pero ayer se descubri¨® otra faceta: la de profesor y apasionado de los idiomas. El tenor, de 63 a?os, est¨¢ en su ciudad para cantar en el Teatro Real La dama de picas, de Chaikovski, en ruso, un idioma que ha aprendido con m¨²sica y un m¨¦todo que podr¨ªa patentar: "Al principio no sabes lo que dices, pero despu¨¦s es como todos los idiomas, le encuentras el sabor poco a poco", asegura.
El de Herman, en La dama de picas, ha sido un papel que ha supuesto un aut¨¦ntico regalo para la etapa final de su carrera. El s¨¢bado, cuando se levante el tel¨®n, ser¨¢ la primera vez que Domingo lo haga en Espa?a desde que lo estrenara en el Metropolitan de Nueva York. El hombre que se juega todo a una carta -"algo que yo no ser¨ªa capaz de hacer nunca", asegura el tenor- en una historia de pasiones, dramas, muerte y amores imposibles, creado por Chaikovski y basado en la novela de Pushkin. Tiene la intensidad y el jugo c¨¢lido de los grandes relatos rusos y llega al Teatro Real con Pl¨¢cido Domingo en lo alto de un reparto en el que tambi¨¦n est¨¢n Elena Obraztsova -la condesa, acompa?ada de su perra Carmencita, en homenaje a la cigarrera de Bizet y con quien Domingo canta desde hace 40 a?os-, Hasmik Papian (Lisa), o Nikolai Putilin, que hace del conde Tomsky, y que comparecieron con Domingo en su presentaci¨®n ayer en el Real, donde tambi¨¦n acudi¨® el director musical, Jes¨²s L¨®pez Cobos.
Fue una ma?ana rusa, con Obraztsova y Putilin lament¨¢ndose de la "penosa" situaci¨®n de los teatros en su pa¨ªs y la nula atenci¨®n que le prestan los pol¨ªticos. Y con Domingo contando c¨®mo tuvo humor para lanzarse a hacer un personaje en el idioma de Tolst¨®i y Dostoievski cuando ya hab¨ªa demostrado todo en su carrera. "Al principio se equivocaba mucho en los ensayos", contaba Putilin, que estuvo con ¨¦l en el estreno en Nueva York, "pero de repente, el d¨ªa del estreno, lo cant¨® todo perfecto y nos quedamos asombrados".
?C¨®mo se hace eso? ?C¨®mo se mete un hombre en la cabeza las l¨ªneas con m¨²sica de un texto cuyo idioma le es ajeno? Con fuerza, perseverancia, verg¨¹enza, con ese gusto may¨²sculo por los retos que tiene Domingo, que ya ha cantado 119 papeles en su carrera y que va a hacer alguno m¨¢s el a?o que viene: "Voy a preparar Cyrano de Bergerac, de Alfano", anuncia.
Pero volvamos al ruso. Pl¨¢cido Domingo relat¨® todo el proceso de aprendizaje: "Hay varias etapas. Primero tenemos una de memorizaci¨®n y cuando crees que lo sabes, debes trasladarlo de la mente a los labios; despu¨¦s est¨¢ el encuentro de las palabras con la m¨²sica y la orquesta, que tiene otra cadencia, otros tiempos, a los que te debes adaptar", asegura. Es algo lento y lleno de inseguridades, pero tiene sus ventajas cantar en idiomas que se desconocen: "Cuando canto en una lengua que domino a veces me relajo y sustituyo unas palabras por otras que no son fieles, pero con el ruso no tengo esa posibilidad", afirma. Sin embargo, se ve incapaz de hablarlo. "Me pongo a recitarlo sin m¨²sica y es imposible, no me sale, la melod¨ªa te ayuda a recordar la letra", afirma. "Es una lengua fascinante que tiene similitudes con la pronunciaci¨®n del catal¨¢n, el b¨²lgaro o el napolitano", asegura cual experto pol¨ªglota.
Aparece lleno de proyectos -como Luisa Fernanda para 2006 en Madrid- y sin s¨ªntomas de estar cansado por vivir ahora una etapa en la que debe enfrentarse a papeles intensos por el estado de su voz. Son pocos los que hacen, pero de envergadura, como el Idomeneo, de Mozart; el Parsifal y el Siegmund de La valquiria, ambos de Wagner; o el Sans¨®n de Camille Saint Sa?ns. "No, no me cansan, disfruto mucho pudi¨¦ndoles hacer, ya he dicho muchas veces que siempre pens¨¦ que a estas alturas no iba a estar cantando, que son a?os de regalo, as¨ª que me dan mucha felicidad", cuenta.
Sus compa?eros de reparto fueron generosos en piropos, sobre todo ellas: "Es un problema cantar con Pl¨¢cido, porque despu¨¦s de hacerlo con ¨¦l, no quieres repetir con nadie m¨¢s", afirma Obratsova, que ha actuado con el tenor en muchas Carmen y Sans¨®n y Dalila, por ejemplo. "Lo vive con pasi¨®n, se le va la vida en ello. Es Herman aut¨¦nticamente, porque sabe penetrar el alma rusa como pocos", sigue la cantante, que demostr¨® llevar fuego dentro en la rueda de prensa y que ha interpretado La dama de picas con ¨¦l varias veces.
Hasmik Papian, armenia de nacimiento, destac¨® la intensidad emocional de la ¨®pera de Chaikovski, que para L¨®pez Cobos puede resultar "aterradora". "Hay veces que lo paso muy mal para aguantar el llanto encima del escenario", asegura la cantante.
"No cantar¨¦ en la boda"
"Ir¨¦ a la boda, pero no cantar¨¦, nadie me lo ha propuesto; lo har¨ªa encantado, pero creo que as¨ª lo pasar¨¦ mejor", dice Pl¨¢cido Domingo, que est¨¢ invitado a la ceremonia real el pr¨®ximo 22 de mayo. El cantante habl¨® ayer de todo: de su carrera, de sus proyectos, de la ciudad que dej¨® cuando se march¨® la temporada pasada y de la que ha encontrado ahora: "Veo Madrid apesadumbrada, pero con esperanza", afirma el tenor.
El atentado del 11 de marzo le ha causado mucha impresi¨®n: "Es injusto que un buen d¨ªa, unos inocentes mueran sin raz¨®n y se conviertan en m¨¢rtires de repente", asegura. Cree que hay que mirar hacia adelante. "Todo lo que podamos hacer por estas personas es poco, pero tambi¨¦n hay que seguir. Nuestra obligaci¨®n es mantener la calma, la serenidad y la tranquilidad, aunque estando unidos y no con los brazos cruzados", asegur¨® el cantante. "Nos repondremos de esto poco a poco, como est¨¢ pasando en Nueva York, que qued¨® destrozada tras el 11 de septiembre".
Le hace ilusi¨®n que la funci¨®n del d¨ªa 18 -a las 20 horas- se pueda seguir en la pantalla que va a instalarse en la plaza de Oriente -con el patrocinio de Philips y BP- y que probablemente llene el lugar de aficionados. Ser¨¢ la tercera vez que el Teatro Real haga el experimento, que fue un ¨¦xito cuando se llev¨® a cabo con otros dos t¨ªtulos, Rigoletto y La traviata, dos de las ¨®peras de Verdi m¨¢s populares y conocidas. Habr¨¢ sillas en la plaza y el teatro repartir¨¢ programas de mano.
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