Una sociedad laica
La religiosidad es un estado de conciencia. Es, por tanto, una vivencia libre y personal. En Derecho se distingue entre la esfera de la res publica, donde tienen cabida aquellos aspectos que conciernen a la organizaci¨®n de la sociedad, y la res privata, que ata?e a aquellos aspectos personales (creencias, identidades, aficiones, sentimientos, etc¨¦tera). La sociedad -me refiero a una sociedad democr¨¢ticamente avanzada- no debe permitir la injerencia de la esfera de la res privata en la esfera de la res publica.
La Iglesia cat¨®lica -me refiero a ¨¦sta, pues es la que nos afecta m¨¢s directamente-, gestora en exclusiva de la fe cristiano-cat¨®lica, no debe funcionar como un ministerio m¨¢s dentro del organigrama de los poderes p¨²blicos, no debe formar parte de la organizaci¨®n del Estado. Los creyentes deben desarrollar sus actividades, sus ingresos, sus gastos, en definitiva, sus gestiones, a trav¨¦s de la figura jur¨ªdica de las "asociaciones"; en este caso asociaciones de creyentes, de la misma manera que existen asociaciones deportivas o de aficionados a la filatelia, y cuyo funcionamiento est¨¢ regulado por sus estatutos y encuadrados dentro de la ley. La Iglesia cat¨®lica no debe tener vara alta en aspectos que afectan al conjunto de la sociedad, no debe seguir contando con privilegios que suponen un aut¨¦ntico agravio comparativo como la exenci¨®n de impuestos, como la recepci¨®n de fondos de los Presupuestos del Estado, el adoctrinamiento a trav¨¦s de un servicio del Estado como es la escuela p¨²blica, la casilla del IRPF, etc¨¦tera.
La Constituci¨®n Espa?ola reconoce la no confesionalidad del Estado, aunque admite un trato de favor hacia la religi¨®n cat¨®lica. Esta coletilla debe modificarse. El Estado, por su propia naturaleza, no puede adoptar tratados tan gravosos para el conjunto de la sociedad como los que mantiene actualmente con la Santa Sede.
El camino para la laicizaci¨®n de la sociedad es dif¨ªcil, el poder de la jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica es enorme; los poderes p¨²blicos, bien por simpat¨ªa, por intereses o por temor, no toman medidas tendentes a la aut¨¦ntica laicizaci¨®n del Estado. Es por ello importante que la ciudadan¨ªa tome conciencia del asunto y exija a las autoridades que act¨²en encaminadas hacia la conformaci¨®n de una sociedad aut¨¦nticamente laica.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.