Llegan los rostros de las voces de 'Shrek'
Suenan los primeros comentarios cr¨ªticos, muy elogiosos, para 'La mala educaci¨®n', de Almod¨®var
Con un golpe de buen olfato, los programadores del b¨²nker de La Croisette han destinado el mejor horario del mejor d¨ªa del festival, la sesi¨®n en la noche de ayer, al estreno de Shrek 2, segundo cap¨ªtulo de lo que promete ser una larga saga de cine de animaci¨®n, que ech¨® a andar precisamente aqu¨ª a medidos de mayo de 2001, hace exactamente tres a?os.
Sostenidos por DreamWorks, una productora inteligente y situada a medio camino entre las aprendizas de major y los focos permanentes en que se refugia el cine independiente californiano, los inventores de la mina cinematogr¨¢fica de Shrek, el realizador Andrew Adamson y el productorJeffrey Katzenberg, se han tomado tres a?os de esmero y cautelas para prolongar el enorme y maravilloso estruendo que su primer filme levant¨® en el mundo. Ahora, en el segundo episodio de esta aventura, la delicia contin¨²a e inunda de gracia y de rincones desconocidos de la luz del cine a ojos que vi¨¦ndola no salen del asombro. Se esperaba en Shrek 2 un simple eco mim¨¦tico de la pel¨ªcula desencadenante, pero ese eco ha sido pulverizado por la pegada frontal de una pel¨ªcula con induscutible y poderosa entidad propia y que muestra una refinada y recia construcci¨®n, por lo que formalmente va m¨¢s all¨¢ de donde lleg¨® la pel¨ªcula madre.
?sta contaba con la ventaja de un ba?o de asombro inicial, el de toda ocurrencia viva y vivificadora in¨¦dita, reci¨¦n inventada. Los creadores de Shrek 2 sab¨ªan perfectamente que el efecto de sorpresa estaba por fuerza neutralizado de antemano y que no era ya posible remover el reclamo de la originalidad. Y movieron otras cuerdas, sobre todo la de una construcci¨®n de alt¨ªsimo esmero, elaborando un gui¨®n que -sin contar con la gran singularidad de la trama inicial y de los gags que ¨¦sta lleva aparejados- suple aquellos dones con un insuperable armaz¨®n dram¨¢tico, un vigoroso instinto c¨®mico y un trabajo de decantaci¨®n literalmente prodigioso de los personajes, que son afinados hasta el refinamiento y dan lugar a un filme repleto de identidades dram¨¢ticas exactas y de personajes y recorridos c¨®micos y po¨¦ticos. Un hermoso cuento que rebosa ingenio, que revienta de gracia y que es pura m¨²sica hablada. De ah¨ª, de esa m¨²sica, proviene el agradecimiento que caus¨® la presencia ayer aqu¨ª de los due?os de las ocho voces que trenzan en Shrek 2 su maravillosa musicalidad. Son profesionales de alto rango en el cine de Estados Unidos. Mike Myers, que interpreta al ogro Shrek; Cameron D¨ªaz, que da voz y alma a la princesa ogra Fiona; Eddy Murphy, el gran histri¨®n que electriza desde dentro la formidable figura del Asno; la eminente Julie Andrews, que borda a la mam¨¢ de Fiona, la reina Lillian; John Cleese, un fugado del corral de los Monty Python que llena de voz susurrada el rostro del rey Harold; el gran comediante Rupert Everett, que da un curso en el arte de ser un pr¨ªncipe encantando; la dulce y a veces esquinada hada buena que crea Jennifer Saunders y, sobre todo, el irresistible gato espa?ol, chulo, c¨ªnico y espadach¨ªn, que Antonio Banderas mete dentro de los m¨¢s vivos calambres interiores de este magn¨ªfico juego de electricidades escondidas detr¨¢s de una inefable galer¨ªa de mu?ecos inform¨¢ticos. Moldeados y movidos a trav¨¦s de un ordenador, su identidad visual y gestual adquiere en Shrek 2 alturas de virtuosismo dif¨ªcilmente superables, como todo cuanto envuelve a lo que respira el aire de las obras maestras.
Otro lado gratificador de este fin de semana de glamour y escaparates en Cannes nos concierne m¨¢s que a nadie a los espa?oles. Son los primeros ecos de la respuesta de la cr¨ªtica francesa al paso de La mala educaci¨®n, de Pedro Almod¨®var, por la sesi¨®n inaugural del festival. La pel¨ªcula ya ha sido estrenada y se sabe que el primer d¨ªa vendi¨® cerca de 60.000 entradas, nada menos. Comienza a dejar huellas y las primeras cr¨ªticas que lo han puesto por las nubes fueron las de Liberation y Le Nouvelle Observateur. Luego ha circulado por aqu¨ª la chusca frase de Quentin Tarantino, que es el presidente del jurado internacional del festival, de que la pel¨ªcula de Almod¨®var le hab¨ªa parecido "jodidamente asombrosa". Luego aparecieron en el panel de calificaciones de 14 cr¨ªticos en la revista Le Film Fran?aise nada menos que cuatro declaraciones de "obra maestra" para La mala educaci¨®n; m¨¢s otras seis proclamaciones de "entusiasmo apasionado" y cuatro m¨¢s de "alta estima".
En el comentario cr¨ªtico de Thomas Sotinel en Le Monde leemos: "La mala educaci¨®n cuenta cosas terribles... que se articulan en una intriga de precisi¨®n aterradora. Director cuya creciente maestr¨ªa se traduce en una admirable econom¨ªa de medios, Almod¨®var se ha convertido tambi¨¦n en un guionista impresionante". Y Jean-Michel Frodon en, Cahiers du Cinema: "Una obra con la coherencia y la exigencia intactas, m¨¢s tensa y compleja que Todo sobre mi madre y Hable con ella, asume m¨¢s riesgos con el mismo acierto que sus predecesoras". Y Olivier de Bruyn en Premiere: "En La mala educaci¨®n todo es negro, como la autodestrucci¨®n, la identidad rota, la muerte... Pese a su siniestro ambiente, el deseo y la pasi¨®n trazan en ella l¨ªneas de huida vitales... que proporcionan al filme su energ¨ªa feroz. Almod¨®var muestra un rigor implacable que nos remite a las obras americanas de Fritz Lang. M¨¢s que nunca en el director de Hable con ella el fuego quema por dentro".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.