Memoria del 94
El a?o 1994 no guarda grandes recuerdos para la historia. Hubo, al igual que habr¨¢ en este a?o 2004, elecciones europeas, pero es bien sabido que esa es una cita electoral que no levanta grandes pasiones. Quiz¨¢s algunos recuerden que, a principios de ese a?o, hubo un terremoto en Los ?ngeles.
Entre los gestores de carteras de renta fija, principalmente de fondos de inversi¨®n y de pensiones, el a?o 1994 es recordado como un a?o negro, en el que pr¨¢cticamente todos acumularon p¨¦rdidas y en el que se las vieron y se las desearon para explicar a sus clientes c¨®mo era posible que la renta fija diera p¨¦rdidas.
Por eso, a todos ellos les habr¨¢ recorrido un escalofr¨ªo el pasado viernes 7 de mayo cuando, con motivo de publicarse unas buenas cifras de creaci¨®n de empleo en Estados Unidos, el rendimiento de los bonos de largo plazo emitidos por el Tesoro norteamericano experiment¨® un s¨²bito incremento que los llev¨® hasta el 4,80%.
El rendimiento y el precio de los bonos est¨¢n ligados por una relaci¨®n inversa, de modo que, cuando el primero sube, el segundo tiene que bajar (una manera algo imprecisa pero muy sencilla de visualizarlo es pensar en que una letra del Tesoro a un a?o que proporcione unos intereses de un 5% se podr¨¢ comprar a un precio de 95, en tanto que si proporcionase un 10% su precio de compra ser¨ªa de 90: cuanto m¨¢s alto es el tipo m¨¢s bajo es el precio.
Pues bien, la subida de los tipos de inter¨¦s de estos ¨²ltimos d¨ªas, al sumarse a otras que se hab¨ªan venido produciendo en las semanas anteriores, ha supuesto unas p¨¦rdidas en la deuda p¨²blica norteamericana a diez a?os del 9% en tan s¨®lo dos meses. Todo evoca, pues, el a?o 1994, cuando bast¨® que la Reserva Federal iniciara la subida del tipo de inter¨¦s al que se prestan los bancos entre s¨ª a plazo de un d¨ªa (los llamados Fed Funds) para que la reacci¨®n del mercado de bonos llevara el rendimiento de la deuda p¨²blica a diez a?os desde el 5,40% hasta el 8%. Los dem¨¢s mercados, entre ellos el espa?ol de deuda, tuvieron una reacci¨®n similar, de modo que en el caso de nuestra deuda p¨²blica esa reacci¨®n llev¨® los tipos desde el 7,80% al 12,50%.
La reacci¨®n vendedora de estos d¨ªas tiene una interpretaci¨®n psicol¨®gica: se trata de lo que los anglosajones llaman profec¨ªa que se autoverifica (o self-fulfilling prophecy); o de c¨®mo la expectativa de que se produzca lo peor contribuye a que finalmente tenga lugar. Pero hay, adem¨¢s, otra raz¨®n: la sola proximidad de una subida de los tipos de corto plazo en d¨®lares, desde el 1% en que est¨¢n en la actualidad, hace menos atractivo el endeudarse a corto para invertir a largo plazo y obtener as¨ª la diferencia de m¨¢s de un 3%. Lo mismo es aplicable si la inversi¨®n se estaba haciendo en bonos emergentes, o en los de elevada rentabilidad (algo que han estado haciendo con fruici¨®n los hedge funds).
El efecto sobre los fondos de renta fija en euros no se ha hecho esperar: en los dos meses ¨²ltimos han perdido en promedio el 0,55%. Los de renta variable de la zona euro pierden en lo que va de a?o un promedio del 0,14%.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.