"Los refuerzos de la OTAN son cruciales para Afganist¨¢n"

Afganist¨¢n vive un momento crucial, seg¨²n el enviado de la Uni¨®n Europea, Francesc Vendrell: la culminaci¨®n del proceso democratizador, con la celebraci¨®n de elecciones cre¨ªbles en septiembre, o un nuevo desastre para uno de los pa¨ªses m¨¢s castigados de la Tierra. La diferencia la marcar¨¢ la mejora en la seguridad. "Los refuerzos de las tropas internacionales de la ISAF [bajo mando de la OTAN] son cruciales, pueden ser la diferencia entre que el proceso que empez¨® en Bonn termine felizmente o en que pueda naufragar a medio plazo", se?ala este barcelon¨¦s de 63 a?os, en una entrevista mantenida en Madrid el pasado viernes.

El enviado especial de la UE para Afganist¨¢n desde julio de 2002 cree que "3.000 soldados adicionales representan una gota de agua en Irak, pero ser¨ªan fundamentales para Afganist¨¢n". "Los pr¨®ximos meses van a ser decisivos para este proceso. Los temas fundamentales son el aumento de la seguridad, a trav¨¦s del desarme de las milicias y una mayor presencia de la ISAF, y la celebraci¨®n de elecciones previstas para septiembre, que no representen una reproducci¨®n del esquema de poder actual", agrega este veterano diplom¨¢tico, que pas¨® por la capital espa?ola para entrevistarse con los nuevos responsables del Ministerio de Exteriores.

Funcionario de Naciones Unidas desde 1968, Vendrell ha participado en numerosos procesos de paz y era representante de la ONU para Afganist¨¢n cuando se firmaron los acuerdos de Bonn, en el oto?o de 2001, de los que fue uno de sus principales arquitectos. En la ciudad alemana, casi todas las facciones afganas -menos los talibanes, que acababan de ser desalojados del poder, y el se?or de la guerra Heymatyar- llegaron a un acuerdo de transici¨®n que pasaba por la presidencia de Hamid Karzai; el env¨ªo de fuerza internacional, la ISAF, actualmente dirigida por la OTAN y desplegada sobre todo en Kabul; la aprobaci¨®n de una Constituci¨®n, el pasado enero, y la celebraci¨®n de elecciones en septiembre. Pero, dos a?os y medio despu¨¦s de aquel acuerdo, los flecos pendientes son muy graves. "A mi juicio, ahora mismo no se dan las condiciones de seguridad para la celebraci¨®n de elecciones", se?ala Vendrell, que conf¨ªa en que una serie de medidas hagan que la situaci¨®n cambie para septiembre. "Tiene que llevarse a cabo un plan de desarme de las milicias, que deber¨ªa culminar el 1 de julio, con la desmovilizaci¨®n de 40.000 personas y el desmantelamiento de los sectores que hayan participado en actos de intimidaci¨®n", se?ala.

Actualmente, en Afganist¨¢n hay dos tipos de tropas: unos 10.000 soldados dirigidos por Estados Unidos, que participan en una guerra contra los talibanes y Al Qaeda, y 5.500 efectivos de la ISAF (125 de ellos espa?oles, aunque seguramente aumentar¨¢n hasta 250), fuerzas de paz y de reconstrucci¨®n desplegadas fundamentalmente en Kabul, con algunos puestos avanzados en otras ciudades. "Los se?ores de la guerra siguen funcionando con fuerzas aut¨®nomas. Hay que disminuir su poder y lograr que las elecciones de septiembre sean cre¨ªbles para los afganos, porque un fracaso puede abrir el camino al retorno de los talibanes, que lograron el poder en el caos de los a?os noventa", afirma.

Narcotr¨¢fico

Adem¨¢s de los talibanes, muy activos en el sur y sureste, de los se?ores de la

guerra, cuyas rivalidades han acabado m¨¢s de una vez a ca?onazos, sobre todo en Mazar-i-Sharif y Herat, el crecimiento del cultivo de la amapola que, seg¨²n la ONU, puede derivar en que Afganist¨¢n se convierta en un narcoestado, es otro problema a?adido para la estabilidad. "En el ¨²ltimo a?o y medio ha crecido de forma pavorosa el cultivo de la amapola", reconoce Vendrell. "Hay que actuar contra autoridades de facto, que en muchos casos est¨¢n involucradas en el negocio de la hero¨ªna. La destrucci¨®n de cultivos con medios militares es una soluci¨®n s¨®lo a corto plazo".

En cuanto a la guerra de Irak, Vendrell se?ala que no ha tenido efectos en el terreno econ¨®mico, porque las ayudas han seguido llegando, pero "s¨ª ha hecho que muchos gobiernos se hayan olvidado de Afganist¨¢n". Las im¨¢genes de las torturas en Abu Ghraib, adem¨¢s, "han contribuido a aumentar la percepci¨®n, que tienen una parte de los afganos, de que Estados Unidos est¨¢ en contra del islam".