El pen¨²ltimo obst¨¢culo para Madrid
La candidatura madrile?a para los Juegos de 2012 conocer¨¢ hoy si pasa el corte
Madrid conocer¨¢ a las 13.30 de hoy, con precisi¨®n suiza y ol¨ªmpica, si puede so?ar con los Juegos de 2012. Ser¨¢ en el palacio de Beaulieu, de Lausana, en el que Juan Antonio Samaranch, feliz y con acento catal¨¢n, anunci¨® en 1986 la sede de 1992: Barcelona. Ayer, el actual presidente del COI, el belga Jacques Rogge, confirm¨® que habr¨¢ corte y que las nueve aspirantes no llegar¨¢n a la votaci¨®n decisiva del 6 de julio de 2005 en Singapur.
En principio, la capital espa?ola ha sido muy bien valorada por el comit¨¦ de expertos, lo que le dar¨ªa el pase a la final y con una nota magn¨ªfica, algo muy importante para aportar valores de calidad t¨¦cnica frente a rivales de renombre. Pero, a ¨²ltima hora, han surgido sombras ante el temor de que la ejecutiva del m¨¢ximo organismo deportivo, la que debe decidir e interpretar tales puntuaciones, opte por votar en vez de aceptarlas directamente.
Samaranch baraj¨® hasta ¨²ltima hora su presencia o no en la reuni¨®n de Lausana
En cualquier caso, Madrid parece en el grupo de cabeza, que podr¨ªa reducirse a cuatro ciudades, con las tres gigantes, Par¨ªs, Nueva York y Londres, como restantes elegidas. Lo probable es que caigan La Habana, un imposible econ¨®mico; Estambul y Mosc¨², por falta de seguridad; R¨ªo de Janeiro, por lo mismo y la falta de hoteles, y Leipzig, por su peque?o tama?o y porque se interpreta, como sucedi¨® con Lille y Sevilla, que s¨®lo prepara el terreno a su capital, Berl¨ªn.
Al mediod¨ªa de ayer, Samaranch, presidente honorario del COI, que tiene derecho a asistir a las reuniones de la ejecutiva, aunque sin voto, dudaba si volar en la misma ma?ana de hoy desde Barcelona. El hombre que, con su prestigio y sola presencia, consigui¨® los Juegos para Barcelona sabe lo importante que es estar en las grandes decisiones. Demasiadas veces el deporte espa?ol ha estado hu¨¦rfano de dirigentes. Y no se trata de sentarse fuera para figurar, sino dentro, donde se cuecen las resoluciones.
Samaranch no cre¨ªa necesario la semana pasada estar en Lausana. Pero preocupa el que Madrid no suene demasiado en el extranjero pese al gran trabajo de la candidatura y, sobre todo, el que la decisi¨®n sea m¨¢s pol¨ªtica que t¨¦cnica pese a las premisas marcadas por el COI. De nada deber¨ªa servirle a R¨ªo, por ejemplo, vender que Suram¨¦rica no ha tenido nunca unos Juegos si no cuenta con los hoteles necesarios y, en cambio, proliferan las bandas de narcos. Pero alguna presi¨®n podr¨ªa haber para que no fueran mayor¨ªa las aspirantes europeas. Si pasara el corte R¨ªo, aparte de que quitar¨ªa votos hispanos a Madrid en la final, el COI tendr¨ªa que explicar a las eliminadas las razones. Y eso no es pol¨ªtica ni ol¨ªmpicamente correcto. Estambul, por ejemplo, suele enfadarse much¨ªsimo, m¨¢xime cuando qued¨® por delante de Par¨ªs para 2008.
No hay demasiada fiabilidad en los miembros de la ejecutiva, unos por calidad y otros porque no apoyaron precisamente a Samaranch, o sea los intereses espa?oles, en los escasos momentos en que no pudo controlarlo todo durante su mandato. Y el problema es que ya no tiene la influencia de entonces para dirigir sutilmente los acontecimientos. Cuando Atenas gan¨® a Roma para 2004 ya se lament¨® de que Madrid no se hubiera presentado antes.
Quienes deben decidir, a la vista de los datos de la comisi¨®n de expertos, son Gunilla Lindberg (Suecia), Gerhard Heiberg (Noruega), Denis Oswald (Suiza), Sergei Bubka (Ucrania), Lambis V. Nikolau (Grecia), Franco Carraro y Octavio Cinquanta (Italia), Mario V¨¢zquez Ra?a (M¨¦xico), Tony Koury (L¨ªbano) y Alpha Ibrahim Diallo (Guinea). Rogge, como hac¨ªa Samaranch, s¨®lo tutela. Y, curiosamente, los cuatro vicepresidentes no tendr¨¢n parte. Uno, el surcoreano Un Yong Kim, porque est¨¢ suspendido (sobre ¨¦l pende una condena de siete a?os por corrupci¨®n, aunque no ir¨¢ a la c¨¢rcel por la edad y una enfermedad). Otros, por ser de la nacionalidad de las candidatas: Thomas Bach (Alemania), Vitaly Smirnov (Rusia) y James L. Easton (EE UU). Pero ¨¦stos se hallan presentes y pueden opinar. Lo que ayer barajaba Samaranch.
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