El parque Terra M¨ªtica, impulsado por Zaplana en Benidorm, suspende pagos

Eduardo Zaplana so?¨® con levantar un vergel sobre una cantera en las faldas de Sierra Cortina, a espaldas de Benidorm, y convirti¨® su visi¨®n en un "proyecto emblem¨¢tico" de la Generalitat valenciana bajo su presidencia, entre 1995 y 2002. Cumpli¨® su sue?o. El parque tem¨¢tico Terra M¨ªtica abri¨® sus puertas al p¨²blico en julio de 2000. Pero el desfase de 150 millones de euros en las inversiones previstas para levantar el complejo de ocio ha ahogado la empresa y ha abocado a la sociedad a solicitar la suspensi¨®n de pagos con un pasivo declarado de 218 millones de euros.

La incapacidad de Terra M¨ªtica Parque Tem¨¢tico de Benidorm, SA, para afrontar el ¨²ltimo vencimiento del cr¨¦dito sindicado de 111 millones de euros que suscribi¨® en 1999 para afrontar el desfase en las inversiones iniciales -desde 270 millones previstos hasta 420- ha sido el detonante de la suspensi¨®n de pagos. Pero Terra M¨ªtica arrastra p¨¦rdidas de explotaci¨®n superiores a 150 millones de euros desde julio de 2000 y debe a otros acreedores en torno a 15 millones de euros.

Una veintena de entidades financieras participan en el cr¨¦dito sindicado cuyo capital pendiente se eleva a 83 millones de euros y que expira en 2007. Bancaixa y la CAM, las dos grandes cajas valencianas, actuaron como agentes de aquel pr¨¦stamo y controlan en conjunto m¨¢s del 40% del capital de Terra M¨ªtica. La Generalitat valenciana, tras sucesivas ampliaciones de capital y una operaci¨®n acorde¨®n, es ahora titular de m¨¢s del 20%.

Las instituciones, que constituyen el n¨²cleo duro de Terra M¨¬tica, han intentado salvar en las ¨²ltimas semanas la situaci¨®n creada a finales de abril cuando Caja Cantabria y Vital Kutxa, dos de las entidades implicadas en el cr¨¦dito, demandaron a Terra M¨ªtica por impago.

Bancaixa y CAM, en su doble condici¨®n de accionistas y acreedores, plantearon a los copart¨ªcipes del cr¨¦dito asumir una quita de la deuda y renunciar a otra parte a cambio de participar en el capital de la sociedad. Tambi¨¦n plantearon la necesidad de reducir la dimensi¨®n del parque para ajustarlo a la demanda real.

Pero la respuesta de las entidades titulares de un 60% de cr¨¦dito en cuesti¨®n ha sido tajante. "No queremos ser accionistas", comenta un portavoz del grupo, "y carece de sentido ofrecer una quita cuando Terra M¨ªtica puede ofrecer garant¨ªas hipotecarias" sobre los terrenos expropiados en su d¨ªa por la Generalitat valenciana para desarrollar una posible ampliaci¨®n del parque. El mismo portavoz a?ade: "Nos ha sorprendido la suspensi¨®n de pagos, estaba previsto constituir una hipoteca sobre los bienes de Terra M¨ªtica el viernes".

Terra M¨ªtica, en una nota oficial, insiste en el car¨¢cter estrictamente financiero del problema y garantiza el normal funcionamiento del parque y el pago a trabajadores y proveedores.

La CAM, en otra nota, asegura haber evitado pronunciarse sobre la suspensi¨®n en el consejo de Terra M¨ªtica por su doble condici¨®n de accionista y acreedor y expresa su confianza en la viabilidad del parque.

Los problemas de Terra M¨ªtica derivan, seg¨²n un diagn¨®stico compartido, de la dimensi¨®n del parque y de los excesos de una inversi¨®n inicial mal planificada. Problemas a los que no es ajena la implicaci¨®n de la Generalitat valenciana, cuyo aval parec¨ªa salvar cualquier aprieto.

Las entidades implicadas en el cr¨¦dito sindicado exigieron en su d¨ªa que la Generalitat valenciana mantuviera la condici¨®n de accionista de referencia en Terra M¨ªtica. Ayer, un accionista particular apuntaba: "Han exigido tantas garant¨ªas para renegociar los vencimientos del pr¨¦stamo, han tensado tanto la cuerda, que al final se ha roto".