El anonimato perdido de los Ortiz y los Rocasolano
La voracidad de los 'paparazzi' les llev¨® a viajar hasta Cabo Verde para seguir a una hermana de Letizia
Cualquier miembro de las familias Ortiz y Rocasolano se sabe, desde hace medio a?o, objetivo p¨²blico, suceso previsible ante la sensacional noticia del pr¨®ximo enlace del pr¨ªncipe Felipe con Leticia Ortiz, periodista que dej¨® de serlo para convertirse en futura Reina de Espa?a. Desde ese mismo momento debieron sospechar que cualquier Ortiz y cualquier Rocasolano era susceptible de perder el anonimato y merec¨ªa ser perseguido hasta sus ¨²ltimas consecuencias, lo que significa que cualquier vecino puede sentirse merecedor de hacer alg¨²n comentario al respecto. Pero una cosa es suponerlo y otra enfrentarse con la cruda realidad: los paparazzi no conocen l¨ªmites ni fronteras.
Ninguno de los miembros directos de la familia de Letizia Ortiz ha cambiado de trabajo ni de estatus laboral en los ¨²ltimos seis meses, de lo que pueda deducirse un rendimiento oportunista. S¨ª han ido tomando precauciones a la vista de la obsesiva persecuci¨®n de algunos medios informativos y de la divulgaci¨®n de cualquier tipo de rumor sobre su actividad cotidiana. Su vida ha cambiado en algo: ya no son an¨®nimos ciudadanos.
La presi¨®n no acabar¨¢ el s¨¢bado; despu¨¦s vendr¨¢n m¨¢s excusas, quiz¨¢ un embarazo...
Curiosamente, uno de los m¨¢s afectados es el padre de la novia, Jes¨²s Ortiz, quiz¨¢s porque su trabajo est¨¢ relacionado con los medios de comunicaci¨®n (trabaja en Estudio de Comunicaci¨®n, una empresa privada), y quiz¨¢s tambi¨¦n porque, casado en segundas nupcias, ofrec¨ªa un aspecto m¨¢s atractivo para el morbo que alimenta la prensa del coraz¨®n, hasta el punto de que le han casado m¨¢s de una vez con su actual mujer y le han sorprendido en un viaje de fin de semana en Par¨ªs, revestido de improvisada luna de miel. Han indagado en su pasado y le han calificado de t¨¦cnico de sonido que luego supo ascender a director de Antena 3 en Asturias, cuando ¨¦l nunca fue t¨¦cnico de radio. Han divulgado que se ha sometido a una operaci¨®n de est¨¦tica donde ha recibido un tratamiento para un problema dermatol¨®gico. Despu¨¦s de Semana Santa, decidi¨® dejarse barba, lo cual movi¨® a nuevas especulaciones sobre este cambio de look.
Jes¨²s Ortiz ha debido acostumbrarse a que cada d¨ªa alguien espere en su portal y siga sus pasos. La persecuci¨®n se ha convertido en rutina, pero no afecta a su trabajo. El pasado 24 de diciembre, fecha de su cumplea?os, tuvo la oportunidad de contar el n¨²mero de perseguidores. Aquello fue un r¨¦cord: siete coches y dos motos detr¨¢s suyo, presumiendo quiz¨¢s la oportunidad de un encuentro familiar con su hija. Sus padres y a la vez abuelos de Letizia, Menchu ?lvarez del Valle y Jos¨¦ Luis Ortiz, tambi¨¦n han conocido los rigores de la persecuci¨®n: una vez encontraron a un fot¨®grafo fisgoneando por la ventana de su residencia en una aldea cercana a Ribadesella. Han debido cambiar de n¨²mero de tel¨¦fono y han tenido que tomar otras precauciones, como construir una valla en el jard¨ªn de su casa. El abuelo ha sido perseguido tambi¨¦n en sus visitas a un hospital, adonde acude a recibir tratamiento.
Con el paso del tiempo se ha ido instalando un cord¨®n informativo alrededor de la familia, precauci¨®n que se ha intensificado en las fechas cercanas a la boda. En ese aspecto, el palacio de la Zarzuela ha ejercido una labor de protecci¨®n y asesoramiento.
Es el caso, por ejemplo, de la madre, Paloma Rocasolano, que trabaja como delegada del ¨¢rea 1 en el sindicato de enfermer¨ªa SATSE. Es sindicalista liberada y debe atender cuanto pasa en los hospitales de zonas de Madrid como Vallecas o Moratalaz. Cualquier petici¨®n de entrevista al servicio de prensa del sindicato es canalizada hacia La Zarzuela. Pero esta protecci¨®n no impide la actuaci¨®n en directo de los paparazzi. Han buceado entre compa?eros de Paloma, han divulgado tambi¨¦n supuestas operaciones de est¨¦tica como si la familia entera hubiera entrado en un s¨²bito deseo de mejorar su imagen, y r¨¢pidamente averiguaron en qu¨¦ d¨ªa de la semana se re¨²nen todos los delegados de zona en la sede central del sindicato en Madrid. A esa reuni¨®n debe acudir Paloma. Y ese d¨ªa, invariablemente, hay gente apostada enfrente de la sede. Los padres de Paloma, Francisco, taxista jubilado, y Enriqueta, ama de casa, ambos residentes en Alicante, tambi¨¦n han merecido el correspondiente acoso. Le subi¨® a ambos la tensi¨®n y hubo de acompa?arles un familiar durante unos d¨ªas para ayudarles a sobrellevar el agobio.
Tampoco ha cambiado el estatus de Erica y Telma Ortiz, hermanas de Letizia, salvo las consecuencias de la p¨¦rdida de anonimato. Erica, por ejemplo, debe soportar ser la herman¨ªsima, t¨ªtulo que le han concedido graciosamente ciertos reporteros. Ingres¨® hace un a?o en la editorial Franco Mar¨ªa Ricci, una revista dedicada a las bellas artes, especialidad en la que obtuvo la licenciatura. Su presencia en presentaciones e inauguraciones de eventos culturales ha sido constante, pero donde antes se trataba de Erica ahora resulta ser la hermana de. Ella no ha multiplicado sus apariciones en lugares p¨²blicos desde la noticia del enlace, pero eso no importa. Afortunadamente para Erica, todav¨ªa no le han adjudicado ninguna operaci¨®n de cirug¨ªa est¨¦tica, aunque la presi¨®n informativa se haya desplazado tambi¨¦n hacia su marido, el escultor Antonio Vigo, cuya actividad es tambi¨¦n seguida al mil¨ªmetro.
Telma parec¨ªa un caso aparte. Dedicada, como economista, a un trabajo asiduo fuera de Espa?a en distintas organizaciones, primero M¨¦dicos sin Fronteras, actualmente Cruz Roja Espa?ola, parec¨ªa quedar lejos del foco de las c¨¢maras. Desde el pasado mes de enero ha estado trabajando en Cabo Verde como delegada de Cruz Roja: su actividad consist¨ªa en montar un centro para ni?os y en desarrollar unos proyectos para combatir el sida, nada interesante para el papel cuch¨¦. Pero hasta Cabo Verde llegaron los paparazzi un buen d¨ªa. No pudo evitar ser fotografiada ni responder a algunas preguntas en su trayecto al trabajo. De aquellas preguntas sali¨® toda una entrevista en un semanario: "La hermana m¨¢s desconocida de Leticia".
La presi¨®n no acabar¨¢ este s¨¢bado cuando finalice la boda. Los Ortiz y los Rocasolano saben que despu¨¦s de la boda habr¨¢ m¨¢s excusas, quiz¨¢s un embarazo, quiz¨¢s un bautizo, que les convertir¨¢ en bisabuelos de, abuelos de, t¨ªas de... Una vez perdido el anonimato, siempre habr¨¢ alguien a su alrededor haciendo preguntas.
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