Frank Gehry: "El secreto est¨¢ en el l¨¢piz"

"Hay arquitectos que dicen realizar proyectos sostenibles, pero no lo son. Sin embargo, la sostenibilidad es algo m¨¢s de lo que puede parecer una moda. Es el futuro y tambi¨¦n lo es en la arquitectura". Es el discurso claro y vital de Frank Gehry, el arquitecto del Guggenheim de Bilbao, que ayer estuvo en el F¨®rum de Barcelona, donde present¨® uno de los proyectos de una nueva zona de la ciudad en lo que ahora es una mara?a de v¨ªas ferroviarias: La Sagrera. M¨¢s all¨¢ de las posibilidades de la tecnolog¨ªa, de la ingenier¨ªa y de la experimentaci¨®n en nuevos materiales, Gerhy asegura que el secreto de la arquitectura sigue estando donde siempre: "En el l¨¢piz". En hacer m¨²ltiples dibujos y bocetos de la idea inicial. Hasta conseguirlo.

Poco tienen que ver los proyectos que Gehry desarrolla en Estados Unidos con los que ha realizado en Europa. "En Estados Unidos la idea de construcciones y edificios sostenibles est¨¢, en general, en fase incipiente. Las administraciones p¨²blicas no impulsan y tampoco condicionan los proyectos a esa sensibilidad. En Europa, en cambio, hace 25 a?os que ya se est¨¢ practicando en mayor o menor medida. Como aqu¨ª, en Barcelona", argumenta el arquitecto canadiense. "Son las universidades las que realizan algunos proyectos con criterios sostenibles, tanto en materiales como en energ¨ªas renovables. Pero no se aplica ni en oficinas ni en edificios comerciales", subraya.

Y el motivo de ello reside, por un lado, en la mentalidad, pero tambi¨¦n en el coste de la energ¨ªa. "El precio de la energ¨ªa en Estados Unidos es la mitad que el que se paga en Europa", puntualiza el ayudante del arquitecto, Jim Glimph. "Por eso", a?ade, "mientras no existan problemas con la factura energ¨¦tica no se plantear¨¢ la necesidad de energ¨ªas renovables ni de otros modelos de construcci¨®n".

Gehry insiste en aclararlo: "Poniendo un ejemplo: si se puede acondicionar la temperatura de un edificio con la refrigeraci¨®n basada en aparatos que consumen luz no hay motivo para hacer dobles fachadas, como se hace en algunos proyectos en Europa. Lo primero resulta mucho m¨¢s barato que lo segundo. Al menos, por ahora".

No obstante, Gehry precisa que la mentalidad en Norteam¨¦rica "est¨¢ empezando a cambiar". Y se muestra un tanto ir¨®nico con algunos arquitectos que venden sus proyectos y obras como sostenibles: "Los hay que lo dicen, pero no lo son. Yo, en cambio, creo que s¨ª lo soy".

Tecnolog¨ªa y l¨¢piz

Insiste en que el futuro de la arquitectura est¨¢ en la exploraci¨®n de la tecnolog¨ªa m¨¢s puntera, m¨¢s avanzada en cuanto a materiales e ingenier¨ªa y en la aplicaci¨®n de criterios sostenibles. Pone un ejemplo, el Guggenheim de Bilbao es de titanio porque era un material apto para su proyecto, "pero tambi¨¦n porque en ese momento era muy barato".

Para este arquitecto no hay fronteras en la tecnolog¨ªa, todo es cuesti¨®n de atrevimiento, "pero, sobre todo, de esto", dice, y saca un l¨¢piz del bolsillo. De hecho, Gehry realiza m¨²ltiples aproximaciones de los dibujos iniciales o de la idea principal. Ayer, mientras hablaba, mostraba los dibujos anteriores del proyecto de La Sagrera donde se ve¨ªa la evoluci¨®n de la primera idea.

Gehry asisti¨® ayer a la inauguraci¨®n de la exposici¨®n Barcelona in progress, en la planta del edificio F¨°rum y en ese marco present¨® el nuevo proyecto de Barcelona. El arquitecto canadiense, ahora vecino de Los ?ngeles, realiz¨® en 1992 una escultura en Barcelona, un enorme pez de acero que preside las torres de la Villa Ol¨ªmpica. Al parecer, fue el primer proyecto en el que experiment¨® con el ordenador para que le ayudara a construir sus complicadas estructuras curvil¨ªneas y formas asim¨¦tricas que le han dado tanta fama. Gehry acept¨® el nuevo encargo que ahora le ha hecho el alcalde de Barcelona, Joan Clos, desde el aire. ?Por qu¨¦ Barcelona? "Sencillamente, porque me lo encargaron. Un encargo dif¨ªcil, pero intersante", contesta.

Volaron sobre la zona de La Sagrera, lo que ser¨¢ la estaci¨®n central del AVE. "En cuanto vi el solar triangular decid¨ª que ¨¦se era el sitio", cuenta. Est¨¢ situado al lado de donde se levantar¨¢ la nueva estaci¨®n del tren de alta velocidad -cuya ¨²ltima fecha de llegada, hasta ahora, es el 2007-, viviendas y la nueva zona verde que tapar¨¢ las v¨ªas. Lo que ha proyectado el arquitecto canadiense son dos edificios. El de oficinas, con 80.000 metros cuadrados de techo. Disfruta explicando el porqu¨¦ de las formas. Es una construcci¨®n de forma escalonada que llega a una altura de 145 metros y que est¨¢ plagado de aristas y formas irregulares. Pero es, sobre todo, un aut¨¦ntico experimento en cuanto al aprovechamiento de energ¨ªa. Por un lado, con un sistema de fachadas -en las que el aluminio y el cristal son los materiales dominantes- diferentes en funci¨®n de la orientaci¨®n y, por otro, con la obtenci¨®n de energ¨ªa geot¨¦rmica del subsuelo para mantener el edificio a la temperatura deseada.

El segundo edificio del proyecto estar¨¢ destinado a un centro de reflexi¨®n sobre la movilidad. Su cubierta ser¨¢ sinuosa -"como el velo de una novia", coment¨® Gehry- y soportar¨¢ una instalaci¨®n de placas fotovoltaicas.

Con 75 a?os, el premio Pritzker en 1989 (el Nobel de la arquitectura), Gehry se muestra vivaz y activo. En la actualidad, el arquitecto canadiense tiene entre manos varios proyectos simult¨¢neamente, tres de ellos en Nueva York: un complejo en Brooklyn, cuya construcci¨®n empieza ahora, con un estadio de baloncesto con capacidad para 20.000 personas y cuatro millones de metros cuadrados para viviendas; tres edificios de oficinas en Chelsea, y una torre en el sur de Manhattan que tambi¨¦n se dedicar¨¢ a actividad terciaria. Pero lo que parece entusiasmarle m¨¢s es un auditorio en Chicago: "Es una gran b¨®veda semiabierta". Lo dice casi dibujando en el aire.