'El signo de los cuatro', de Conan Doyle
EL PA?S ofrece el lunes, por 1 euro, la segunda novela del escritor escoc¨¦s, creador del inolvidable Sherlock Holmes
Sherlock Holmes es el gran detective que utiliza el razonamiento deductivo como una ciencia, "La investigaci¨®n es o deber¨ªa ser una ciencia exacta", asegura, para frecuente desconcierto de su fiel amigo Watson, el narrador de sus aventuras. Creado por Arthur Conan Doyle (Edimburgo, 1859-Crowborough, Inglaterra, 1930), es probablemente el m¨¢s famoso de los investigadores privados. "Yo invent¨¦ mi profesi¨®n", dice. "Soy el ¨²nico detective particular con consulta". En Baker Street (Londres), claro.
Uno de los atractivos de la novela son los di¨¢logos entre Watson y un brillante Holmes
Para Sherlock Holmes, el detective ideal ha de tener tres facultades imprescindibles: capacidad de observaci¨®n, de deducci¨®n y conocimientos.
A Watson le gusta dar a las aventuras de Holmes un toque rom¨¢ntico, y ¨¦ste se lo reprocha. Autor de monograf¨ªas sobre las diferencias entre las cenizas de los diferentes tabacos o sobre las huellas de las pisadas, a Holmes le gustar¨ªa ser tratado como un cient¨ªfico.
Mary es hija de un oficial de un regimiento de India. En 1878, el padre le env¨ªa un telegrama anunci¨¢ndole su regreso a Inglaterra, pero nunca le llega a ver: desaparece sin dejar rastro. Tiempo despu¨¦s, Mary recibe por correo una cajita de cart¨®n con una perla de gran valor, sin una nota ni remitente. El env¨ªo se repite cada a?o hasta que un d¨ªa le llega una carta en la que se le pide que acuda a la puerta del teatro Lyceum para algo de su inter¨¦s. Si no se f¨ªa, le dice el misterioso comunicante, que vaya con un par de amigos. Holmes y Watson la acompa?an. Empieza la aventura. Dos hermanos gemelos que a la muerte de su padre heredan el fabuloso "tesoro de Agra", pero que no es del todo suyo. Una parte pertenece al padre de Mary y otra a unos tipos nada recomendables que est¨¢n en India.
El signo de los cuatro es una novela corta en la que est¨¢n todos los ingredientes: uno de los gemelos aparece asesinado, nada menos que con una espina envenenada, en una habitaci¨®n con la ventana y la puerta cerradas por dentro; un sirviente indio; un siniestro hombre con una pata de palo; un mapa misterioso; un hombrecillo negro de cabeza voluminosa y deforme; una persecuci¨®n enloquecida con lanchas por el T¨¢mesis... Y al final, Sherlock Holmes que resuelve el caso ante la perplejidad del polic¨ªa encargado, a quien cede todo el honor y la gloria.
Han dicho algunos expertos que Conan Doyle se inspir¨® en Don Quijote y en Sancho Panza para crear a su pareja. A saber. Lo que s¨ª es cierto es que Holmes-Watson han influido en Poirot-Hastings o en Ellery Queen y su padre, el comandante Richard Queen, por citar s¨®lo a dos equipos detectivescos.
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