Tamudo salva de la quema al Espanyol

Tras un partido del mont¨®n, resuelto de manera predecible -con un par de goles de Tamudo y Lopo tras las asistencias de turno de De la Pe?a- se destap¨® un tarot inapelable: se salv¨® el Espanyol, que continuar¨¢ un a?o m¨¢s en Primera, y en consecuencia cay¨® la espada de Damocles sobre el Celta y el Valladolid, que vieron frustradas sus remotas ilusiones y rubricaron el descenso a Segunda.

El Espanyol sali¨® a la carrera, forz¨® tres saques de esquina en el primer minuto, se atuvo a la ebullici¨®n de Tamudo en la punta y sac¨® tres buenos remates en el primer cuarto de hora. Todo muy en consonancia con el esplendor de una hinchada m¨¢s numerosa y entregada que nunca. Al Murcia, que consum¨® su descenso ya hace m¨¢s de un mes, le cost¨® cerrar espacios en la medular y echarle el lazo a Tamudo. Pero el delantero denot¨® toques quijotescos, de tan solo, y a la vez convencido, que estuvo en sus correr¨ªas entre el quinteto defensivo que dispuso Toshack.

Soportada la primera oleada de ataques, el Murcia le ech¨® el ojo al flanco izquierdo del Espanyol. Por all¨ª insistieron Richi y Luis Garc¨ªa. Aprovechaban los espacios que Luis Fern¨¢ndez hab¨ªa propiciado con su decisi¨®n de tirar a Hadji a la derecha, junto a Maxi y desplazar a De la Pe?a a un lugar indeterminado en la medular. Quedaba abierta una autopista por la izquierda por la que te¨®ricamente deb¨ªa circular Wome. Pocas veces lo hizo. El Murcia le dio un par de sustos a Lemmens, que tuvo que sacar la manopla ante un cabezazo de Azc¨¢rate. El partido se calent¨®. Luis Garc¨ªa recibi¨® un codazo y Juanmi el portero suplente del Murcia se dedic¨® a discutir con algunos componentes del banquillo del Espanyol. La tensi¨®n crec¨ªa, como correspond¨ªa a un partido con tanto en juego.

Cada minuto que pasaba, m¨¢s insoportable se le hac¨ªa la presi¨®n a los jugadores del Espanyol, que sab¨ªan que, por momentos estaban condenados al descenso a Segunda dadas las noticias que llegaban desde Valladolid. El Murcia pas¨® a controlar el partido. David Karanka envi¨® un remate a quemarropa alto despu¨¦s de que un centro desde la derecha de Varela, que hab¨ªa relevado a Richi, le dejara solo ante Lemmens.

El Espanyol necesitaba subir un punto en su presi¨®n, arremeter al menos. Luis Fern¨¢ndez, que ya hab¨ªa reubicado a De la Pe?a en la media punta, dio entrada a un rematador, Raducanu, y retir¨® a Maxi. Y acto seguido prescindi¨® de un defensa, Torricelli, para avivar m¨¢s el juego por las bandas con la irrupci¨®n de Toni Velamaz¨¢n. El Espanyol no acababa de dominar el juego, de mantener continuidad en sus acciones. Perd¨ªa demasiados balones. En esta situaci¨®n no fue de extra?ar que reventara el partido. Se produjo un vaiv¨¦n de emociones con tres jugadas que vaticinaron el desenlace. La primera fue un magn¨ªfico trallazo de Luis Garc¨ªa que dej¨® tiritando el travesa?o de Lemmens. La segunda, s¨®lo un minuto despu¨¦s, fue un remate de Raducanu al palo tras un centro desde la derecha de Toni Velamaz¨¢n.

El partido estaba maduro. Se adivinaba que, en una u otra ¨¢rea, estaba pr¨®xima la estocada que deb¨ªa zanjar el asunto. En esas condiciones surgi¨®, una vez m¨¢s, como es casi habitual, el bueno de De la Pe?a. Un rechace a la frontal de la defensa murciana, un toque de primera, sutil, de lo pelat al rinc¨®n derecho del ¨¢rea. Y un remate primoroso de Tamudo, raso, cruzado, al primer palo, que pas¨® bajo las piernas de S¨¢nchez Broto. Era el gol de la salvaci¨®n para el Espanyol. Hab¨ªa llegado como la inmensa mayor¨ªa de los que le han permitido redimirse de su desastrosa primera vuelta, gracias a una de las mejores sociedades que pululan en el f¨²tbol espa?ol, la formada por De la Pe?a y Tamudo, que sum¨® su 19? gol. Lopo, despu¨¦s de que de nuevo De la Pe?a pusiera otro esf¨¦rico a pedir de boca en el ¨¢rea, cabece¨® a la red y liber¨® por fin al Espanyol de la pesada cruz con la que ha cargado casi toda la temporada. Ha sido un a?o de sufrimiento, que acab¨® bien porque acert¨® a superarse en los peores momentos, porque cont¨® con jugadores decisivos como Tamudo, De la Pe?a y Pochettino, que le permitieron remontar los nueve puntos que le separaron de la salvaci¨®n. Todo un mundo y toda una lecci¨®n para cursos venideros.