Cuando despert¨®, el dinosaurio segu¨ªa all¨ª
"Cuando despert¨®, el dinosaurio todav¨ªa estaba all¨ª". El cuento m¨¢s corto del mundo, que escribi¨® Augusto Monterroso, sirve para establecer analog¨ªas con las pesadillas que sufren algunos protagonistas de la vida p¨²blica. Muchos dirigentes del PP -lo dice alguno de ellos- todav¨ªa despiertan cada ma?ana pensando que el 14-M no existi¨®, La Moncloa sigue con su pasado inquilino y Rodrigo Rato contin¨²a dirigiendo la econom¨ªa espa?ola.
La pesadilla de Pedro Solbes, vicepresidente econ¨®mico del Gobierno de Zapatero, es un interrogante de d¨ªficil soluci¨®n: c¨®mo cumplir con las promesas electorales (pensiones m¨ªnimas, salario m¨ªnimo, becas, viviendas, inversi¨®n en investigaci¨®n y desarrollo...) manteniendo el marco de equilibrio presupuestario a lo largo del ciclo y sin superar un gasto p¨²blico por encima del 40% del PIB espa?ol. Lo que se dice, se hace.
La semana pasada, en su primera comparecencia parlamentaria como vicepresidente, Solbes confirm¨® su esquema de actuaci¨®n: la disciplina presupuestaria como mejor forma de asegurar que el gasto social y la inversi¨®n p¨²blicas sean sostenibles; garant¨ªas de rigor en materia de gasto p¨²blico; revisi¨®n del conjunto del gasto del Estado para racionalizarlo y hacerlo m¨¢s productivo (esta revisi¨®n permitir¨ªa controlar el crecimiento de partidas no prioritarias y reducir el gasto de los programas susceptibles de redefinici¨®n, liberando as¨ª recursos); una mejora en la gesti¨®n tributaria y de la lucha contra el fraude fiscal, etc¨¦tera.
Y todo ello con el objeto de variar el modelo de crecimiento de la econom¨ªa espa?ola y acelerar su productividad, verdadera enfermedad de la misma. Recordemos las palabras del presidente de Gobierno en su comparecencia en el Colegio de Economistas de Madrid, antes de las elecciones: la productividad crece hoy s¨®lo al 0,5%, frente al 1,7% de promedio en los 15 a?os anteriores a la llegada del PP al Gobierno. Se ha desaprovechado la estabilidad del tipo de cambio y la fuerte ca¨ªda de los tipos de inter¨¦s: si la econom¨ªa espa?ola hubiera mantenido el ritmo de crecimiento de la productividad de las dos d¨¦cadas anteriores, la sociedad espa?ola disfrutar¨ªa hoy de unos niveles de renta per c¨¢pita superiores al 95% de la media europea, 10 puntos por encima de la renta actual. En t¨¦rminos absolutos, la p¨¦rdida de la renta nacional acumulada por el d¨¦bil crecimiento de la productividad durante los a?os del PP equivale al 8% del PIB espa?ol o, si se quiere, al PIB de la Comunidad Valenciana.
El problema es que Solbes no concret¨® c¨®mo se va a conseguir ese aumento de la productividad que significar¨ªa una mayor eficiencia del capital humano y tecnol¨®gico espa?ol. De modo paralelo a la intervenci¨®n parlamentaria, el presidente Zapatero iniciaba los contactos con los agentes sociales para conseguir un gran pacto por la competitividad y el empleo estables. En estos momentos, y pese a unas tasas de crecimiento por encima de los pa¨ªses de nuestro entorno, el 50% de la poblaci¨®n laboral espa?ola est¨¢ en un grado u otro de precariedad laboral: 12% de tasa de desempleo, 30% de trabajo temporal y m¨¢s de un 8% de trabajo parcial o discontinuo. Al mismo tiempo, ZP ha prometido incrementar un 30% cada a?o las inversiones en I+D+i, durante la legislatura.
Solbes y su equipo -poco sospechoso de veleidades con la estabilidad presupuestaria- han comenzado a rebajar solemnidad al d¨¦ficit cero en momentos bajos del ciclo econ¨®mico. Esta vez, con el cambio de Gobierno ha regido la urbanidad: ni d¨¦ficit ocultos, ni auditor¨ªas de infarto (s¨®lo Magdalena ?lvarez, ministra de Fomento, ha anunciado una auditor¨ªa sobre la labor del equipo anterior), ni inventados regalos fiscales a los amiguetes del r¨¦gimen. El vicepresidente ha anunciado cambios en la Ley de Estabilidad Presupuestaria con el objeto de flexibilizarla, en coherencia con lo que pretendi¨® hacer en su etapa de comisario en Europa con el Pacto de Estabilidad y Crecimiento.
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