"La disciplina depende de la mentalidad, no de los calabozos"
A finales de abril, el entonces jefe interino del Mando A¨¦reo de Levante, el general Carlos G¨®mez Arruche, recibi¨® un aviso para presentarse al d¨ªa siguiente en el Ministerio del Interior. "Cre¨ª que se trataba de alguna operaci¨®n contra el narcotr¨¢fico, en la que a veces se utilizan aviones del Ej¨¦rcito del Aire", recuerda.
Sin embargo, en la sede del paseo de la Castellana le recibi¨® el propio ministro, Jos¨¦ Antonio Alonso. "Pensamos que t¨² eres la persona que estamos buscando para dirigir la Guardia Civil", le plante¨® sin m¨¢s rodeos. "Ped¨ª permiso para sentarme. ?Qu¨¦ me estas diciendo?, exclam¨¦. Le contest¨¦ que yo sab¨ªa muy poco de la Guardia Civil, que s¨®lo pod¨ªa ofrecer mi buena voluntad. Pero no lo dud¨¦ un momento. Lo que me pida mi pa¨ªs estoy dispuesto a hacerlo. As¨ª he actuado siempre y soy mayor para cambiar".
"No veo problema en eliminar los arrestos del c¨®digo disciplinario de la Guardia Civil"
"Los terroristas usan todas las armas a su alcance y los Estados deben hacer lo mismo"
"Zapatero me dijo que hay militares muy bien preparados y es una pena no aprovecharlos"
Nacido en Ar¨¦valo (?vila) hace 58 a?os, casado y con dos hijos, Carlos G¨®mez Arruche es un militar at¨ªpico. Frente al mutismo de la mayor¨ªa de sus compa?eros, despliega una locuacidad desbordante. Pero se las arregla para esquivar diplom¨¢ticamente los asuntos que considera sujetos al secreto profesional. Una habilidad que tal vez procede de su experiencia como piloto de combate, de su trato con otros militares de la OTAN y, sobre todo, de su aprendizaje de la pol¨ªtica con tres ministros de Defensa -Juli¨¢n Garc¨ªa Vargas y Gustavo Su¨¢rez Pertierra, del PSOE, y Eduardo Serra, del PP- a cuyas ¨®rdenes directas trabaj¨®.
Pregunta. ?Qu¨¦ significa que un militar vuelva a mandar la Guardia Civil tras 18 a?os?
Respuesta. No soy qui¨¦n para interpretarlo. S¨®lo me dijeron que yo respond¨ªa al modelo que se hab¨ªa decidido. Tras jurar el cargo, el presidente me recibi¨® en La Moncloa. No le conoc¨ªa de nada y me pareci¨® una persona entra?able... a la que cuesta llamar de usted. Me explic¨® que hab¨ªa tratado a muchos militares y que nuestro nivel, en general, es bastante alto, hay gente muy bien preparada y es un desperdicio para la sociedad no aprovecharlo, porque pasamos a la reserva bastante pronto. Eso me dijo. Y estoy de acuerdo con ¨¦l.
P. ?C¨®mo le han acogido en esta casa? Algunos generales de la Guardia Civil habr¨¢n pensado que no se les valora cuando hay que recurrir a uno de fuera.
R. Ese sentimiento es humano... desde luego, si lo pensaron, no me lo van a contar a m¨ª. A nosotros nos educan para decirle al jefe todo lo que se nos ocurre antes de que decida y, cuando toma la decisi¨®n, colaborar con ¨¦l al m¨¢ximo. S¨¦ que una vez nombrado todos me aceptan. Eso seguro. Tengo confianza absoluta en todos ellos porque la lealtad funciona al 99 por ciento, por no decir el cien por cien.
P. Choca ver a un teniente general en activo en un cargo de confianza pol¨ªtica, que debe responder ante el Parlamento.
R. Supongo que si me han elegido es porque piensan que soy capaz de hacer ese equilibrio. A los jefes de Estado Mayor de los ej¨¦rcitos les pasa lo mismo.
P. La Asociaci¨®n Unificada de la Guardia Civil le ha pedido ya una audiencia.
R. Entre las felicitaciones que he recibido hay dos de asociaciones de la Guardia Civil y otra de Comisiones Obreras que, aprovechando la ocasi¨®n, me piden una entrevista. Les he contestado que mi puerta est¨¢ abierta para todo el mundo. Estar¨¦ encantado de recibirles y, si son bienintencionados, colaboraremos.
P. ?Qu¨¦ papel deben jugar las asociaciones en la Guardia Civil?
R. La ley dice que esas asociaciones no pueden ser reivindicativas, que es un t¨¦rmino que depende c¨®mo se interprete. Lo que voy a decirles es que, si se trata de preocuparse de los guardias, sobre todo los de abajo, para que su sueldo y condiciones de vida mejoren, ser¨¦ el primero de la lista y colaborar¨¦ todo lo que pueda. Pero, si lo que se pretende es decir c¨®mo tiene que ser la Guardia Civil, honradamente les contestar¨¦ que para eso est¨¢n los mandos, el Gobierno y, en ¨²ltimo extremo, el Parlamento.
P. El programa electoral del PSOE promete eliminar los arrestos en la Guardia Civil cuando cumplen funciones policiales.
R. No veo problema en eso. Yo era el primero que pensaba que el c¨®digo disciplinario de la Guardia Civil era el mismo de las Fuerzas Armadas. Mucha gente lo cree, pero no es verdad, tenemos un c¨®digo propio y si es nuestro nos ser¨¢ f¨¢cil actualizarlo.
P. ?Pueden eliminarse los arrestos sin que se resienta la disciplina?
R. Pues tendremos que encontrar la forma de mantener la disciplina, que es fundamental en un cuerpo como ¨¦ste. ?Que los m¨¦todos deben cambiar? Claro que s¨ª. A m¨ª me ense?aron que la disciplina es una cuesti¨®n fundamentalmente de aqu¨ª [se se?ala la cabeza con el dedo]. Depende de la mentalidad, no de los calabozos. ?stos pertenecen a otra ¨¦poca, igual que en siglos anteriores daban latigazos. Yo soy muy disciplinado y nunca me han arrestado. El c¨®digo disciplinario est¨¢ desfasado y no responde a lo que la sociedad demanda hoy. Voy a crear un grupo de trabajo representativo para que empiece a trabajar en la reforma con un calendario concreto.
P. Tambi¨¦n se ha prometido la no aplicaci¨®n del C¨®digo Penal Militar a la Guardia Civil.
R. No es lo mismo. Los casos de C¨®digo Penal Militar son muy pocos, s¨®lo cuatro este a?o. Me parece importante, pero no tan urgente. A¨²n as¨ª quiz¨¢ haya que delimitar las funciones militares de la Guardia Civil, aunque para m¨ª est¨¢n claras. No es igual controlar el tr¨¢fico que participar en el conflicto de Bosnia.
P. Se ha anunciado la creaci¨®n de una brigada especial para las operaciones en el exterior.
R. Ser¨¢ una agrupaci¨®n de entre 1.000 y 1.500 guardias.
P. Y cu¨¢ndo no haya este tipo de operaciones, ?estar¨¢n cruzados de brazos?
R. ?Hombre no! Acabo de encargar la creaci¨®n de un grupo de estudio sobre este tema. Ya tenemos las unidades de reserva, que acuden a realizar tareas de seguridad ciudadana all¨¢ donde hace falta. Pero esto es m¨¢s ambicioso. Es una unidad entera dedicada a misiones internacionales, con instrucci¨®n espec¨ªfica.
P. Resulta dif¨ªcil explicar que se env¨ªen guardias al extranjero cuando faltan aqu¨ª.
R. S¨ª, claro, pero es un compromiso internacional. Uno no puede dejar de pagar las cuotas de la ONU porque tenga d¨¦ficit. Si queremos estar con los dem¨¢s pa¨ªses tendremos que quitarlo de alguna parte o aumentar la plantilla. Yo he pedido que esa unidad se forme no sobre la plantilla que ya existe sino adem¨¢s de [ella].
P. ?Cu¨¢l es la plantilla actual de la Guardia Civil?
R. Estamos en torno a los 73.000. Nos faltan dos mil y pico. El plan que hab¨ªa era aumentar este a?o y el que viene 3.500 y luego dos a?os de 4.000. Pero eso no supone incremento de plantilla, porque hay gente que se va.
P. La creaci¨®n del Centro Nacional Antiterrorista (CNA) tambi¨¦n requerir¨¢ la incorporaci¨®n de guardias civiles.
R. Inicialmente ser¨¢ un n¨²cleo reducido, dedicado fundamentalmente al an¨¢lisis de la informaci¨®n y la coordinaci¨®n de las misiones. No va a ser un mando operativo. El proyecto es muy ambicioso, pero se desarrollar¨¢ por fases. Intentos de hacer algo as¨ª ha habido varios. Lo que pretendemos es que sea de verdad y funcione. La Polic¨ªa y la Guardia Civil se llevan bien en casi todo, pero es verdad que ha habido recelos o envidias personales que intentaremos superar. De momento, la qu¨ªmica con el director de la Polic¨ªa funciona y supongo que no es malo que los dos jefes seamos amigos.
P. ?C¨®mo se combate el terrorismo islamista?
R. Es complicado. Yo viv¨ª en Argelia en los a?os ochenta y ya entonces advertimos de las barbaridades atroces que se estaban diciendo en las mezquitas, no en las oficiales, sino en las montadas en garajes. Los que m¨¢s tem¨ªan al fundamentalismo eran los propios musulmanes. Contra eso, un pa¨ªs tiene que defenderse. Los terroristas usan todas las armas a su alcance y los Estados deben hacer lo mismo: aplicar todas las medidas legales.
P. ?ETA mantiene una tregua t¨¢cita o simplemente est¨¢ d¨¦bil?
R. Ojal¨¢ est¨¦ tan d¨¦bil, para eso trabaja la Guardia Civil, mucho y firmemente, pero una sola persona puede hacer un da?o terrible. No me f¨ªo ni un pelo. El terrorista nunca est¨¢ parado. Si no atenta es porque se est¨¢ preparando. El otro d¨ªa estuve en Intxaurrondo y les dije que mantuvieran la guardia tan alta como siempre. O m¨¢s si me apuras. No hay relajaci¨®n alguna.
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