Cerca de EE UU, lejos de Europa
La cumbre de Guadalajara intentar¨¢ acercar a Am¨¦rica Latina con la UE

El ex presidente chileno Eduardo Frei (1964-1970) escribi¨® hace 27 a?os que el futuro de Am¨¦rica Latina pasa por descubrir la naturaleza de sus relaciones con EE UU. Sus Gobiernos a¨²n cavilan, pero los pobres mexicanos de Zacatecas y otros de San Pedro de Macor¨ªs, Puerto Pr¨ªncipe, El Salvador o Quezaltenango resolvieron la ecuaci¨®n hace a?os: ignorar¨¢n la III Cumbre UE-Am¨¦rica Latina y el Caribe de este viernes, porque apenas leen, no les importa y Europa les queda lejos. Pero no duermen pensando en los 200 d¨®lares mensuales de sus parientes en EE UU. Los que se fueron a Espa?a, Italia o Suiza son muchos menos.
La integraci¨®n m¨¢s pr¨®spera de Latinoam¨¦rica mira hacia el Norte y es la forjada por los emigrantes y sus familias. Veinte millones de mexicanos recibieron, el pasado a?o, cerca de 14.000 millones de d¨®lares en remesas de sus compatriotas en Tejas, Florida o Illinois: dos veces el valor de las exportaciones agr¨ªcolas, dos terceras partes de los ingresos petroleros y m¨¢s que la inversi¨®n directa. Am¨¦rica Latina y el Caribe ingresaron 38.000 millones de d¨®lares, el 75% procedente de EE UU, donde viven 43,5 millones de latinos, seg¨²n el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Cuatro millones lo hacen en la UE, la mayor¨ªa ilegales, y sus env¨ªos sumaron 2.000 millones de d¨®lares. Europa quiere ser el contrapeso de EE UU, pero las estad¨ªsticas mandan.
Los n¨²meros ponen tambi¨¦n de manifiesto el drama de la masiva exportaci¨®n de peones latinoamericanos: las remesas, lejos de disminuir, se multiplican porque las econom¨ªas nacionales son incapaces de crear empleo y esperanzas. El anclaje con EE UU es fuerte e imposible de batir por la lejana Europa, que quiere acercarse a Am¨¦rica Latina pero deber¨¢ atender a los socios del Este. Los 58 pa¨ªses asistentes a la cumbre de Guadalajara abordar¨¢n temas recurrentes: cohesi¨®n social, pobreza, gobernabilidad, paz y seguridad, arquitectura financiera, integraci¨®n, emigraci¨®n, educaci¨®n y cultura.
Los asistentes deber¨¢n superar las complejidades y servidumbres derivadas de una Europa ampliada y mirando mucho al euro, y una Am¨¦rica Latina siempre reorden¨¢ndose pol¨ªticamente, divergente sobre sus prioridades comerciales e incluso sobre las virtudes de la democracia liberal. Los cambios presidenciales y factores de coyuntura inciden en ocasiones sobre asuntos supuestamente estrat¨¦gicos y de Estado. Simplificando, EE UU es el socio necesario, y Europa, el idealmente apetecido. Brasil, Venezuela y Argentina, actualmente escorados a la izquierda, son m¨¢s proclives al entendimiento con Bruselas que al ?rea de Libre Comercio de Am¨¦rica del Norte (ALCA), promovido por Washington. M¨¦xico, Colombia o Centroam¨¦rica siguen unidos a EE UU por una mir¨ªada de intereses. El 90% de las exportaciones mexicanas viaja hacia el norte.
Pero no todo es comercio. El ministro brasile?o de Industria y Comercio, Luiz Fernando Furlan, objeta el ALCA porque no incluye ayudas para los pa¨ªses pobres similares a los fondos estructurales de la UE. Ninguna ayuda podr¨¢ solucionar los problemas regionales si sus Gobiernos no aprovechan o despilfarran los ingresos por remesas, inversi¨®n directa o exportaciones de crudo, le respondi¨® Roger Noriega, jefe de la diplomacia estadounidense para Am¨¦rica Latina. "La regi¨®n debe ayudarse a s¨ª misma". El comercio es una de las f¨®rmulas.
Relaciones comerciales
Estados Unidos importa 240.000 millones de d¨®lares anualmente de Am¨¦rica Latina y el Caribe, y sus inversiones directas alcanzaron los 207.000 millones de d¨®lares, seg¨²n datos oficiales norteamericanos. La UE import¨® 57.000 millones euros en 2003, de acuerdo con estad¨ªsticas de la UE, que se proclama primer inversor en esta regi¨®n con 206.000 millones de euros en 2002. Washington maneja una tabulaci¨®n diferente para reclamar el primer lugar. El emparejamiento en los intercambios comerciales es improbable. Desde 1985, las relaciones comerciales de esta regi¨®n se concentran con EE UU.
"No hemos logrado diversificarlas hacia Europa",seg¨²n Jorge Casta?eda. Siendo ministro de Exteriores (2000-2003) foment¨® las relaciones tur¨ªsticas, comerciales y culturales con Europa, pero lleg¨® a la conclusi¨®n de que era en el ¨¢mbito pol¨ªtico y cultural donde Am¨¦rica Latina y la UE pueden encontrarse mejor. Las sociedades europeas son, seg¨²n el precandidato presidencial mexicano, m¨¢s justas y cohesionadas, y esos valores debieran ser producto de exportaci¨®n, justicia social y mercanc¨ªas.
El informe UE-Am¨¦rica Latina: actualidad y perspectivas del fortalecimiento de la asociaci¨®n: 1996-2000advirti¨® sobre el riesgo de quedar "relegada a un segundo plano respecto de EE UU". Pero, ?con qui¨¦n negociar? "Queremos establecer una relaci¨®n directa entre Am¨¦rica Latina y la UE", dice Germano Straniero, representante de la Comisi¨®n Europea en M¨¦xico. "Pero en este momento esto no va a ser posible porque hay que mejorar los procesos de integraci¨®n regional, y para conseguir esto Am¨¦rica Latina tiene que perfeccionar su propia integraci¨®n".

Simpat¨ªas y antipat¨ªas
"La imagen negativa de Bush en la regi¨®n est¨¢ empezando a contaminar la opini¨®n de los latinoamericanos sobre EE UU como naci¨®n", seg¨²n una encuesta de Latinobar¨®metro. Esa negativa percepci¨®n dobl¨® la registrada en la medici¨®n de 2000. Gana Europa. Las simpat¨ªas hacia Washington caen, derrumbadas por el perfil del presidente y la guerra de Irak. La mayor¨ªa de los gobernantes latinoamericanos es adicta a las encuestas y hace pol¨ªtica con ellas sobre la mesa.
La historia tambi¨¦n explica la inmovilidad de algunos rencores. Numerosos latinoamericanos simpatizantes de Europa aborrecen a EE UU porque invadi¨® pa¨ªses, derroc¨® Gobiernos, apoy¨® dictaduras, cre¨® rep¨²blicas bananeras y defini¨® acuerdos comerciales. Aunque el 11-S recibi¨® un generalizado rechazo en los sondeos, fue aplaudido en no pocas tertulias. No obstante, y contrariamente a una extendida creencia, la mayor¨ªa de los habitantes de Am¨¦rica Latina tiene una opini¨®n favorable de Estados Unidos como pa¨ªs.
El Latinobar¨®metro de 1995 indic¨® que es la naci¨®n con la que se desea tener relaciones y Europa ocup¨® un segundo lugar en las preferencias, a corta distancia. Las turbulencias procedentes de Irak habr¨¢n reducido o invertido el margen, pero subyace en Am¨¦rica Latina un sentimiento permanente hacia el imperio que oscila entre la admiraci¨®n, la hostilidad y la necesidad de entenderse. La UE no suscita esas pasiones. La cumbre de Guadalajara intentar¨¢ aprovechar el sosiego para forjar alg¨²n acuerdo, el m¨¢s factible con el Mercosur (Brasil, Argentina, Paragua y Uruguay).
"Una cita cada tres a?os, con algunos millones de euros como cooperaci¨®n, es una gran manera para la UE de resolver su relaci¨®n con una regi¨®n que ve perdida ante el potencial de EE UU", comenta un diplom¨¢tico mexicano con acceso a los preparativos de la cita. "Tal vez alg¨²n d¨ªa los europeos se acerquen a Am¨¦rica Latina con seriedad, pero supongo que ello tambi¨¦n requerir¨¢ de seriedad de parte de Am¨¦rica Latina". Y la seriedad obliga a cuadrar el rompecabezas de integraciones y negociaciones a varias bandas: bilaterales con EE UU y la UE, regionales con EE UU y la UE, entre bloques latinoamericanos o de todo Latinoam¨¦rica para formar un bloque. ?se es uno de los dilemas de la Comunidad Andina de Naciones (CAN, Bolivia, Colombia, Ecuador, Per¨² y Venezuela) y de la Comunidad de Centroam¨¦rica (Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica).
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