Los grandes de la UE aceptan negociar un reparto de poder m¨¢s favorable a Espa?a

Los cuatro grandes de la Uni¨®n Europea (Alemania, Francia, Reino Unido e Italia) aceptaron ayer con diferentes matices negociar un nuevo reparto de poder en la UE que sea menos perjudicial para Espa?a y Polonia que el previsto en el proyecto constitucional europeo. La f¨®rmula consistir¨¢ en elevar por encima del 60% el porcentaje de poblaci¨®n necesario para que sea v¨¢lida una decisi¨®n en el Consejo de la Uni¨®n, pero las cifras manejadas no llegan al 66,66% (dos tercios) que quiere Espa?a. "La posici¨®n espa?ola va caminando, pero no les oculto que con dificultades", declar¨® el ministro espa?ol de Asuntos Exteriores, Miguel ?ngel Moratinos.

Por vez primera desde la fracasada cumbre de diciembre sobre la Constituci¨®n, la Conferencia Intergubernamental (CIG) de ministros de Exteriores de los 25 abord¨® ayer en Bruselas ese nuevo reparto de poder, el contencioso m¨¢s sensible de la Carta Magna. El proyecto prev¨¦ que las decisiones en el Consejo se adoptar¨¢n por una mayor¨ªa de pa¨ªses (m¨¢s del 50%) que representen al menos al 60% de la poblaci¨®n (tres quintos). Toda elevaci¨®n de esta segunda variable beneficia a Espa?a, porque tendr¨¢ m¨¢s opciones de lograr minor¨ªas de bloqueo. Para que Espa?a alcanzara el mismo nivel de poder que obtuvo en el Tratado de Niza el a?o 2000, ese porcentaje de poblaci¨®n tendr¨ªa que llegar al 72,5%, una opci¨®n inimaginable porque las posibilidades de bloquear cualquier decisi¨®n (con s¨®lo el 27,5% de la poblaci¨®n) ser¨ªan muy elevadas.

La novedad de la reuni¨®n de ayer consisti¨® en que, tambi¨¦n por vez primera, los grandes aceptan elevar el porcentaje del 60%. "Han dado luz verde", se congratul¨® Moratinos, "aunque de forma cauta y modesta", admiti¨®. En efecto, la propuesta espa?ola de elevar al 66,66% la variable de la poblaci¨®n no fue apoyada expl¨ªcitamente por nadie. Ni siquiera por Polonia, el ¨²nico pa¨ªs que a¨²n pone trabas al sistema de la doble mayor¨ªa, aunque dice estar dispuesto a negociar.

El ministro italiano, Franco Fratini, fue el que m¨¢s se aproxim¨® y mencion¨® 65% o incluso 66%, un detalle significativo tras el apoyo de Espa?a a que la Constituci¨®n se firme en Roma y no en Madrid. El franc¨¦s Michel Barnier admiti¨® "ajustes", pero insinu¨® que 62% ser¨ªa lo m¨¢ximo. El alem¨¢n Joschka Fischer dijo que el porcentaje pod¨ªa variar "un poco". Y el brit¨¢nico Jack Straw, menos dispuesto a echar una mano a Madrid que en la ¨¦poca del Gobierno del PP, calific¨® de "elegante" lo previsto en el proyecto constitucional y dijo que, si aumenta el porcentaje de poblaci¨®n, tambi¨¦n debe hacerlo el de los Estados.

Es precisamente lo que ha sugerido Irlanda, el pa¨ªs que ahora preside la UE. Su ministro de Exteriores, Brian Cowen, pidi¨® "flexibilidad" a todos y advirti¨® del peligro de aumentar en exceso ambas variables, porque ser¨ªa muy f¨¢cil formar minor¨ªas de bloqueo. La verdadera oposici¨®n a la tesis espa?ola vino de los pa¨ªses peque?os y medianos, "los menos federalistas", como dijo Moratinos. Hasta 14 de esos Estados apostaron por equilibrar ambas variables.

La gran mayor¨ªa de ellos se inclin¨® por la combinaci¨®n 50%-50%, que es la que m¨¢s poder les da y la que hace m¨¢s dif¨ªcil los bloqueos. Tambi¨¦n es la que menos gusta a los grandes. Para los alemanes Elmar Brok y Klaus Hansch, del Parlamento Europeo, es "una l¨ªnea roja" inadmisible llegar al 66,66%.

De los contactos bilaterales de las ¨²ltimas semanas se desprende que la f¨®rmula de encuentro puede ser la de 55%-65%, que no acaba de satisfacer a Espa?a. La diferencia entre 65% y 66,66% de poblaci¨®n representa siete millones de habitantes. Por tanto, los pa¨ªses con m¨¢s de siete millones quedar¨ªan eliminados de posibles coaliciones a la hora de formar minor¨ªas de bloqueo con Espa?a.

Otra novedad de la reuni¨®n fue la constataci¨®n de que Espa?a, tras el cambio de Gobierno, se ha descolgado del grupo de pa¨ªses que exige que el pre¨¢mbulo de la Constituci¨®n incluya una referencia a las ra¨ªces cristianas en Europa.