Cuatro notas y un p¨¢rrafo tachado

El pasado 18 de marzo, el Gobierno en funciones, presidido por Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, desclasific¨® dos "notas informativas" del CNI sobre el atentado del 11-M para intentar demostrar que no hab¨ªa mentido a la opini¨®n p¨²blica. La primera, fechada a las 15.51 del 11 de marzo, daba por "casi segura" la autor¨ªa de ETA "con los datos disponibles hasta el momento". La segunda, del d¨ªa siguiente, consideraba "dudosa" la reivindicaci¨®n remitida por un grupo islamista a un diario en ¨¢rabe de Londres. Tanta importancia atribuy¨® el Gobierno del PP a estos documentos, especialmente al primero, que la esposa del entonces presidente, Ana Botella, lo reprodujo en una separata de sus memorias, Ocho a?os en La Moncloa, que salieron en venta a las pocas semanas. Pero no lo reprodujo ¨ªntegramente, pues el Gobierno tach¨® del informe su antepen¨²ltimo p¨¢rrafo, de siete l¨ªneas. ?Qu¨¦ dec¨ªa el p¨¢rrafo tachado? Analizaba la reacci¨®n de Batasuna, cuyos dirigentes se desmarcaron p¨²blicamente de la matanza y exculparon de toda responsabilidad a ETA. El contenido del p¨¢rrafo tachado no invalidaba la orientaci¨®n general del documento, que apuntaba a la organizaci¨®n terrorista vasca, pero dejaba en evidencia la rotundidad con la que el entonces ministro del Interior, ?ngel Acebes, calific¨® de miserables a quienes, empezando por Batasuna, cuestionaban la autor¨ªa etarra.

La desclasificaci¨®n de los documentos del CNI fue parcial, y no s¨®lo por la ausencia de este p¨¢rrafo. Aunque el entonces ministro portavoz, Eduardo Zaplana, present¨® los dos informes desclasificados como los ¨²nicos que elabor¨® el servicio secreto entre el 11 y el 14 de marzo, fecha de las elecciones, hubo al menos otros dos. Uno trataba sobre la reacci¨®n de los presos etarras y otro analizaba, descart¨¢ndola, la posibilidad de que el atentado fuera obra de la colaboraci¨®n de ETA con alg¨²n grupo islamista.