Sexo, g¨¦nero y Real Academia
Los acad¨¦micos piden al Gobierno que utilice la expresi¨®n "violencia dom¨¦stica" en la futura ley contra el maltrato
La violencia de g¨¦nero ha entrado en la Real Academia Espa?ola. Y ha salido despedida. Tras estudiar esa expresi¨®n en dos sesiones plenarias, la instituci¨®n que limpia, fija y da esplendor al espa?ol ha enviado al Gobierno un informe con un solo fin: proponer que la anunciada ley integral contra la violencia de g¨¦nero se denomine "ley integral contra la violencia dom¨¦stica o por raz¨®n de sexo". El Ejecutivo est¨¢ dispuesto a recoger el guante: la comisi¨®n de subsecretarios debati¨® el mi¨¦rcoles sobre el cambio de denominaci¨®n.
El pasado d¨ªa 13, la instituci¨®n (integrada por 37 acad¨¦micos y tres acad¨¦micas) dio un paso infrecuente. En sesi¨®n plenaria aprob¨® el an¨¢lisis de la expresi¨®n violencia de g¨¦nero y la propuesta de cambio que enviar¨ªa al Gobierno. "Era el momento oportuno", se?ala el secretario de la instituci¨®n, Guillermo Rojo. El Informe de la Real Academia Espa?ola sobre la expresi¨®n violencia de g¨¦nero, lleg¨® d¨ªas despu¨¦s a la mesa de tres hacedores de la futura ley: la vicepresidenta primera y los ministros de Justicia y Trabajo y Asuntos Sociales. Y no se qued¨® entre legajos.
"En espa?ol no existe tradici¨®n de uso de la palabra 'g¨¦nero' como sin¨®nimo de 'sexo"
Este texto de cinco p¨¢ginas "sobre el aspecto ling¨¹¨ªstico" de la expresi¨®n examina su origen como traducci¨®n del ingl¨¦s gender violence. "Con ella se identifica la violencia, tanto f¨ªsica como psicol¨®gica, que se ejerce contra las mujeres por raz¨®n de su sexo, como consecuencia de su tradicional situaci¨®n de sometimiento al var¨®n en las sociedades de estructura patriarcal", detalla la academia en el informe. A continuaci¨®n, argumenta su rechazo a una expresi¨®n que defienden las organizaciones feministas.
En primer lugar, los acad¨¦micos recuerdan que la palabra g¨¦nero tiene en espa?ol los sentidos generales de "conjunto establecido en funci¨®n de caracter¨ªsticas comunes" y de "clase o tipo". "Para designar la condici¨®n org¨¢nica, biol¨®gica, por la cual los seres vivos son masculinos o femeninos, debe emplearse el t¨¦rmino sexo", puntualizan los acad¨¦micos. "Es decir, las palabras tienen g¨¦nero (y no sexo), mientras que los seres vivos tienen sexo (y no g¨¦nero). En espa?ol no existe tradici¨®n de uso de la palabra g¨¦nero como sin¨®nimo de sexo", establece el informe. "Es muy importante, adem¨¢s, tener en cuenta que en la tradici¨®n cultural espa?ola la palabra sexo no reduce su sentido al aspecto meramente biol¨®gico. Basta pensar al prop¨®sito lo que en esa l¨ªnea ha significado la oposici¨®n de las expresiones sexo fuerte / sexo d¨¦bil, cuyo concepto est¨¢, por cierto, debajo de buena parte de las actuaciones violentas", a?ade.
Tras documentar, incluso v¨ªa Internet, que la expresi¨®n violencia dom¨¦stica es la m¨¢s utilizada aunque podr¨ªa dejar fuera la de las parejas que no cohabitan, la academia se?ala: "Para que esa ley integral incluya en su denominaci¨®n la referencia a los casos de violencia contra la mujer ejercida por parte del novio o compa?ero sentimental con el que no conviva, podr¨ªa a?adirse 'o por raz¨®n de sexo". "La denominaci¨®n completa m¨¢s ajustada ser¨ªa ley integral contra la violencia dom¨¦stica o por raz¨®n de sexo", a?ade. "La opci¨®n ling¨¹¨ªstica que la pr¨®xima ley adopte resultar¨¢ claramente decisiva para fijar el uso com¨²n. De ah¨ª la necesidad, a juicio de la Real Academia Espa?ola, de que el Gobierno considere su propuesta ", concluye.
Los acad¨¦micos no temen la cr¨ªtica feminista. "La expresi¨®n violencia de g¨¦nero ni es adecuada ni tiene un uso mayoritario, pero lo importante es perseguir ese delito", afirma Rojas. Y el Gobierno da vueltas a un nuevo nombre y ya maneja la expresi¨®n violencia contra las mujeres.
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