M¨¢quinas con vida propia
Alumnos de Ingenier¨ªa de la UCA fabrican peque?os robots para demostrar que pueden ser ¨²tiles a la sociedad
Parecen juguetes, pero no lo son. Adem¨¢s, a sus creadores no les gusta que les llamen as¨ª porque parirlos les ha costado muchas horas y eso no es un juego. Sobre todo si sus art¨ªfices son estudiantes y est¨¢n en ¨¦poca de ex¨¢menes. Varios alumnos de la Escuela de Ingenier¨ªa de la Universidad de C¨¢diz (UCA) forman parte del Grupo de Microrrob¨®tica que ha estado fabricando peque?os aparatos, los microrrobots, durante los ¨²ltimos meses. Estos ingenios pueden usarse en los astilleros, para cortar chapas, adaptarse a sillas de ruedas o a misiles, entre otras tareas.
Son siete alumnos que se pusieron a trabajar el pasado octubre y han conseguido hacer cinco robots en apenas tres meses. Algunos no llegaron a funcionar correctamente, pero otros han concursado en el certamen nacional Hispabot, que se celebr¨® en Alcal¨¢ de Henares (Madrid) a finales de abril. Uno de ellos qued¨® finalista entre los 136 que se presentaron. All¨ª hab¨ªa representantes de muchas universidades espa?olas, aunque apenas hubo representaci¨®n andaluza. Sevilla y M¨¢laga son las ¨²nicas provincias, adem¨¢s de C¨¢diz, que trabajan con robots.
Los que han hecho los alumnos gaditanos responden a los nombres de Velocista, Rastreador, Sumo o Laberinto y son m¨¢quinas de apenas cent¨ªmetros pero con vida propia. Cada uno tiene una funci¨®n. El Rastreador debe seguir fielmente y sin salirse una l¨ªnea sinuosa con muchas bifurcaciones. El Velocista tambi¨¦n debe seguir una raya, pero lo m¨¢s r¨¢pido posible para superar al contrincante. El Laberinto debe orientarse y encontrar la salida dentro, claro est¨¢, de un laberinto tortuoso. Y el Sumo mantiene una confrontaci¨®n con un robot. Fue precisamente ¨¦ste ¨²ltimo el que qued¨® finalista en Hispabot 2004.
Lo que quieren demostrar tanto Arturo Morgado, profesor de Arquitectura Avanzada de Computadores, como sus alumnos es que estos robots pueden servir a la sociedad. "A modo de ejemplo, una de las l¨ªneas de mi grupo es adaptar sillas de ruedas a individuos con deficiencias motrices como los tetrapl¨¦gicos", apunta Morgado. As¨ª que aparte de poner en pr¨¢ctica los conocimientos te¨®ricos, los alumnos podr¨¢n aplicar todo lo que est¨¢n aprendiendo en un futuro. "Esto ser¨¢ la semilla para que de alguna forma, los alumnos, ayudados por iniciativas que hacemos desde la UCA, puedan montar empresas de base tecnol¨®gica y crear robots industriales", asegura Morgado. El profesor explica que este tipo de robots, aunque de mayor tama?o, se utilizan actualmente en astilleros de Puerto Real para cortar las chapas de los barcos. Como los peque?os Rastreadores, tienen que seguir una l¨ªnea para cortar la chapa al tama?o que se les programa.
Los estudiantes del Grupo de Microrrob¨®tica, orientados por el profesor Morgado, han conseguido hacer cinco robots. "Hemos estado poco tiempo trabajando con ellos; as¨ª que el Laberinto, por problemas t¨¦cnicos, no pudo ir al concurso", dice el profesor.
El funcionamiento interno de m¨¢quina es complicado. La electr¨®nica y la inform¨¢tica se mezclan para dar vida a estos aparatos con un aspecto exterior verdaderamente parecido al de un juguete, un coche o un cami¨®n de esos que funcionan por control remoto. Uno de los creadores de un Velocista, Paco Cord¨®n, de 22 a?os y estudiante de tercero de Inform¨¢tica, cuenta c¨®mo construy¨® su microrrobot con objetos usados.
"Algunos los he tenido que comprar porque eran muy sofisticados, como el microcontrolador. Pero otras cosas las he ido cogiendo de aqu¨ª y de all¨ª. El chasis, el motor y las ruedas de un coche que funciona por radiocontrol nos lo dio un amigo porque ya no lo quer¨ªa, las l¨¢minas para hacer el prototipo las pedimos en un taller de chapa met¨¢lica..."
Despu¨¦s de tanto trabajo, algunos robots no dieron lo que se esperaba de ellos en el concurso Hispabot. Un Velocista, que pueden llegar a recorrer un metro y medio por segundo y servir¨ªa para aplicar a misiles que persiguen un objetivo; se sali¨® de su l¨ªnea y se fue directamente a los focos de luz m¨¢s cercanos. "Con m¨¢s tiempo habr¨ªamos conseguido mucho m¨¢s. El robot que gan¨® era de un estudiante que lleva tres a?os trabajando", apunta Paco Cord¨®n.
A partir del curso que viene, se intentar¨¢ implicar a m¨¢s alumnos y profesores a trav¨¦s de seminarios y jornadas de captaci¨®n. Adem¨¢s, crear¨¢n la Asociaci¨®n de Microrrob¨®tica de la UCA, una p¨¢gina web y un foro para que todos los interesados tengan un lugar donde compartir ideas y proyectos.
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