Un ex militar mata a un joven y muere de un tiro al luchar con un amigo del agredido
Un hijo del teniente retirado exigi¨® a su padre: "?M¨¢talos, pap¨¢, m¨¢talos!"
Florencio Dimas Salinas, de 76 a?os, teniente jubilado, y Rodolfo Charrabe Gallego, de 27 a?os, resultaron muertos a tiros a las dos de la madrugada de ayer en un incidente ocurrido en el distrito de Chamart¨ªn, en la capital madrile?a. El septuagenario era padre de otro hombre al que Charrabe hab¨ªa apaleado hace tres meses tras una trifulca en un bar. El hijo del militar volvi¨® ayer a coincidir con Charrabe en un pub del barrio de Prosperidad y corri¨® a avisar a su progenitor para saldar esa vieja cuenta. "?M¨¢talos, pap¨¢, m¨¢talos!", grit¨® ese hombre a su padre cuando Charrabe sal¨ªa acompa?ado de dos amigos del pub Versi¨®n Original. Segundos despu¨¦s, hab¨ªa dos muertos en la calle.
El oficial y su v¨¢stago esperaron a que la v¨ªctima saliera del pub para saldar cuentas
La polic¨ªa lleg¨® en el momento de la pelea y dispar¨® al jubilado en una pierna
Los amigos y familiares de Charrabe cuentan que la primera trifulca entre ¨¦ste y el hijo del teniente jubilado ocurri¨® hace unos tres meses en una zona de bares de la capital. Seg¨²n esas fuentes, ambos se encontraban tomando una copa cuando el hijo del militar fallecido introdujo un papel en la bebida de Charrabe, lo que propici¨® que ¨¦ste, corpulento y experto en artes marciales, le propinase una paliza y le rompiese algunos dientes.
En la madrugada de ayer, Charrabe, acompa?ado por dos amigos, volvi¨® a encontrarse con el hijo del teniente en el bar de copas
V. O. Versi¨®n Original, situado en la calle de S¨¢nchez Pacheco a la altura de su confluencia con la calle de Fern¨¢ndez Oviedo, a espaldas del Auditorio Nacional, en el distrito de Chamart¨ªn.
Seg¨²n los amigos de Charrabe, ambos recordaron la trifulca anterior, pero no llegaron a pelearse y aparentemente todo qued¨® ah¨ª. Sin embargo, el hijo del militar volvi¨® a su casa, en la calle de Arturo Baldasano, a unos tres kil¨®metros del bar, y al poco regres¨® a la calle de S¨¢nchez Pacheco en compa?¨ªa de su padre, Florencio Dimas, este ¨²ltimo armado con un rev¨®lver Smith & Wesson, e incluso de su madre, seg¨²n fuentes policiales. Durante el trayecto, la mujer intentaba calmar a su esposo y a su hijo, de 30 a?os, rog¨¢ndoles que no cometieran ning¨²n disparate, seg¨²n fuentes de la investigaci¨®n.
Dimas y su hijo, seg¨²n testigos presenciales, esperaron en la puerta del local a la salida de Charrabe y sus dos amigos. Cuando lo hicieron, sobre la 1.55, los Dimas recriminaron a Charrabe el viejo incidente, a la vez que el hijo del militar gritaba a su padre: "?m¨¢talos pap¨¢, m¨¢talos!", seg¨²n recuerda una joven que a esa hora paseaba a su perro. "Era incre¨ªble. Parec¨ªa una pel¨ªcula. Pero todo empez¨® en la calle. A Rodolfo le estaban esperando", afirma la chica.
El ex militar sac¨® el rev¨®lver Smith & Wesson y efectu¨® varios disparos. Charrabe recibi¨® dos impactos, uno en la fosa renal y otro en el hemit¨®rax anterior derecho. Seg¨²n los familiares, Juan, uno de los dos amigos de Charrabe, se abalanz¨® contra el agresor y empez¨® a forcejear con ¨¦l, momento en que se produjo un nuevo disparo que hiri¨® al septuagenario grav¨ªsimamente, seg¨²n fuentes policiales.
A la 1.57 de la madrugada, los dos agentes de un coche patrulla camuflado de la comisar¨ªa del distrito de Chamart¨ªn oyeron una detonaci¨®n. "Atenci¨®n, H-50. Aqu¨ª K-1 del servicio de noche de Chamart¨ªn. Hemos o¨ªdo un disparo por la zona de L¨®pez de Hoyos. ?Tienen ustedes noticia de alg¨²n incidente?". La sala del 091 no ten¨ªa entonces ninguna noticia, porque los vecinos de la zona a¨²n no hab¨ªan tenido tiempo de alertar a la polic¨ªa.
Al enfilar la calle de S¨¢nchez Pacheco, los dos agentes que patrullaban por el distrito se toparon de bruces con una escena espeluznante: un hombre de avanzada edad bland¨ªa un rev¨®lver y disparaba a diestro y siniestro, mientras forcejeaba con otro de los integrantes del grupo. "?Alto, polic¨ªa!", grit¨® uno de los dos agentes, a la vez que efectuaba un disparo al aire para intimidar al pistolero. Pero ¨¦ste hizo caso omiso. "?Alto, polic¨ªa!", voce¨® el otro agente, secundando tal orden con un tiro al cielo. Pero el hombre del rev¨®lver segu¨ªa enfurecido.
Mientras el militar forcejeaba con Juan, uno de los dos amigos que iban con Charrabe y que intentaba arrebatarle el arma, son¨® una nueva detonaci¨®n. Uno de los patrulleros efectu¨® un nuevo disparo dirigido a las piernas del septuagenario Dimas. En ese momento, ¨¦ste cay¨® fulminado a pocos metros de donde yac¨ªa Charrabe, en la estrecha calle de Fern¨¢ndez Oviedo. Cuando acudieron las primeras unidades m¨¦dicas del Samur, ambos heridos a¨²n ten¨ªan vida, aunque estaban en parada cardiorrespiratoria, seg¨²n inform¨® una portavoz de Emergencias Madrid. Los m¨¦dicos intentaron reanimarlos durante m¨¢s de media hora, pero sus esfuerzos resultaron bald¨ªos.
Dimas presentaba dos balazos: uno de ellos le atravesaba un brazo, a la altura del codo, y posteriormente le perfor¨® el cuerpo de lado a lado a la altura del costado derecho; el otro impacto, recibido en la pierna izquierda, no tiene orificio de salida. Seg¨²n las investigaciones, todo apunta a que la bala que mat¨® al ex teniente proced¨ªa de su propia arma, ya que el proyectil disparado por uno de los polic¨ªas no le afect¨® ning¨²n ¨®rgano vital. Charrabe muri¨® a causa de dos impactos de bala: uno en la fosa renal y otro en el hermit¨®rax anterior derecho, seg¨²n Emergencias Madrid.Rodolfo Charrabe, seg¨²n se?alan su madre, Rosario Gallego, y algunos testigos, trabajaba como portero en el pub V. O. Versi¨®n Original. Pero los vecinos de la zona aseguran que en la puerta de este local "normal" no hab¨ªa jam¨¢s ning¨²n "controlador". "Yo he entrado m¨¢s de una vez ah¨ª a comprar tabaco y nadie me ha puesto ninguna pega para entrar aunque llevara puestas unas zapatillas deportivas y un jersey viejo", comenta una chica que vive en las inmediaciones. "Tampoco hab¨ªa follones en ese local aunque por aqu¨ª vive gente de esa que suele ser follonera cuando se emborracha", remach¨® otro joven residente en la calle de S¨¢nchez Pacheco.
Los amigos de Charrabe -un hombre corpulento, de m¨¢s de 100 kilos de peso, practicante de taekwondo y otras artes marciales- niegan que ahora ¨¦ste trabajase de portero en el pub V. O. Versi¨®n Original. "Hab¨ªa trabajado hace cinco a?os de portero de una discoteca de Arg¨¹elles. Pero ahora se dedicaba a controlar chapuzas de alba?iler¨ªa y pintura", asegura su amigo Jorge. Otro amigo cree que el difunto Charrabe hab¨ªa trabajado ocasionalmente como cobrador de morosos e incluso de guardaespaldas, aprovechando su fortaleza f¨ªsica y sus conocimientos de artes marciales.
El fallecido Florencio Dimas era m¨¦dico militar y ten¨ªa el rango de teniente. En la ¨¦poca en que los mandos de la Polic¨ªa Armada -cuyos agentes eran conocidos como los grises en el franquismo- Dimas estuvo destinado en ese cuerpo militarizado. Pero se retir¨® en 1981, cuando este cuerpo a¨²n no se hab¨ªa fusionado con el antiguo Cuerpo Superior de Polic¨ªa. Hace tanto tiempo que se jubil¨®, que la polic¨ªa tuvo que acudir a su archivo hist¨®rico para confirmar que este hombre hab¨ªa trabajado en el paso en ese cuerpo.
Padre de tres hijos -dos varones y una mujer- Dimas regentaba en la actualidad una consulta de medicina dental montada en el piso bajo del edificio donde viv¨ªa. Pose¨ªa una licencia para el rev¨®lver Smith&Wesson, expedida por la intervenci¨®n de armas de la Guardia Civil. Su familia,consternada por lo sucedido, se neg¨® ayer a hacer declaraciones a los periodistas. La misma actitud mostraron los vecinos del inmueble, por lo que ha resultado imposible conocer otros detalles de la personalidad de Dimas.
Tanto el hijo del teniente como los dos chicos que acompa?aban al difunto Charrabe prestaron declaraci¨®n en las dependencias del Grupo VI de Homicidios de la Brigada Provincial de Polic¨ªa Judicial de Madrid. Posteriormente, quedaron en libertad, seg¨²n fuentes pr¨®ximas a la investigaci¨®n.
Ayer tarde, el cad¨¢ver de Rodolfo Charrabe estaba siendo velado en la sala 20 del tanatorio de la M-30, donde se hab¨ªa reunido un numeroso grupo de amigos y vecinos., muy afectados por su muerte. "Rodolfo sali¨® del pub y, al ver al militar y su hijo, intent¨® que le dejaran en paz y no meterse en follones. Eso le mat¨®. Si hubiera querido pelea, les podr¨ªa haber machacado a los dos, teniendo en cuenta que era un chico muy fuerte", comentaba uno de los dolientes.
La sangre volvi¨® a correr en la madrugada de ayer en Madrid con estas dos muertes violentas que elevan a 28 los homicidios registrados en la regi¨®n en lo que va de 2004. En el mismo periodo del a?o pasado, entre el 1 de enero y el 31 de mayo, se hab¨ªan registrado 45 asesinatos.
El pasado s¨¢bado, ?scar Chapinal Esteban, de 24 a?os, muri¨® junto a una discoteca de la calle de San Nicasio, en Legan¨¦s, tras recibir un balazo en el pecho. El suceso se produjo en una zona de copas sobre las tres de la madrugada, cuando Jos¨¦ Regino A. M., un espa?ol de 37 a?os con antecedentes policiales, sac¨® una pistola en medio de una discusi¨®n con el portero de un bar. En ese momento, ?scar estaba en el lugar y cay¨® fulminado al ser alcanzado por una bala perdida.
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