Dayna Kurtz recrea la melancol¨ªa urbana
La cantante presenta en Madrid y Barcelona sus sombr¨ªas versiones de grandes cl¨¢sicos
S¨®lo un a?o despu¨¦s de asombrar con su deb¨² discogr¨¢fico, Postcards from downtown, la neoyorquina Dayna Kurtz ha decidido consagrarse al siempre suculento juego de las versiones. La voz m¨¢s impactante de los circuitos independientes estadounidenses se divierte ahora en Beautiful yesterday con sus autores favoritos, un espectro que abarca desde Duke Ellington a Leonard Cohen, Prince o la chanson francesa.
Nadie ha acertado a definir, con precisi¨®n y pocas palabras, el estilo de esta mujer de altura imponente, tierna y rotunda a un tiempo, que tras su paso por el Primavera Sound, de Barcelona, act¨²a ma?ana en la madrile?a sala El Sol. Lo suyo no es exactamente blues, pero tampoco jazz, soul o country alternativo. "Soy curiosa por naturaleza y me resulta imposible ce?irme a un ¨²nico patr¨®n", razona. "No quiero que me vean como a Diana Krall en el jazz o Joss Stone en el soul. Mi indefinici¨®n resulta, creo, m¨¢s divertida...".
La idea de grabar un ¨¢lbum con recreaciones de material ajeno surgi¨® casi por casualidad. Kurtz siempre enriquec¨ªa sus conciertos con alguna versi¨®n y el p¨²blico luego le preguntaba d¨®nde pod¨ªa encontrar esas interpretaciones. "Poco a poco fui descubriendo que sent¨ªa aquellas piezas como m¨ªas, as¨ª que me dije: 'Tendr¨¢s que grabar ese maldito disco". Y agrega: "La clave para hacer una buena versi¨®n es que te imagines cant¨¢ndola con la misma pasi¨®n que si la hubieras escrito t¨²".
En Beautiful yesterday, Kurtz comparte el I got it bad de Ellington con el piano y la voz de la omnipresente Norah Jones ("nos conocemos del circuito neoyorquino, mucho antes de la norahman¨ªa..."). Pero confiesa una debilidad especial hacia Those were the days, acaso la melod¨ªa m¨¢s popular del ¨¢lbum. "S¨ª, ya s¨¦ que en Europa la ten¨ªais por un tema vulgar, cursi, desfasado; algo m¨¢s propio de... Celine Dion. Pero ese aire de emigraci¨®n rusa, esa letra tan desolada... es puro pathos. Siempre que la canto, recuerdo a mi madre y a mi abuela apostadas sobre la radio, tarare¨¢ndola".
Pero si alg¨²n hilo conductor entrelaza el heterog¨¦neo repertorio de Beautiful yesterday, ¨¦se es el de la melancol¨ªa. Y sorprende esa vocaci¨®n apesadumbrada y sombr¨ªa en una mujer que hace alarde permanente de buen humor. "Muchos artistas gustan de adoptar una pose de tipos depresivos, con disfunciones emocionales y un humor cambiante, como una monta?a rusa", ironiza Kurtz. "Yo, sencillamente, no lo encuentro necesario. Soy feliz y expreso aspectos de la cara oscura del alma como una forma de afrontar nuestros fantasmas. Cuando encima de un escenario cantas al desamor, la nostalgia o la tristeza, sabes que todos los que te escuchan han sentido lo mismo alguna vez".
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