Tiempos de vacas flacas para los agricultores
El campo no tendr¨¢ ayudas en funci¨®n de la cantidad, recibir¨¢ un solo pago y deber¨¢ cuidar el medio ambiente y cultivar productos de calidad con un valor a?adido
No m¨¢s dinero para producir incontroladamente en el campo. La Uni¨®n Europea destina a la agricultura casi la mitad de su presupuesto (46.781 millones de euros de un total de 111.300 este a?o). Dentro de una d¨¦cada dedicar¨¢ poco m¨¢s de la tercera parte (42.293 millones de 158.450) a pesar de que el n¨²mero de agricultores ha pasado de 6,5 millones a 11. Son tiempos de vacas flacas a los que habr¨¢ que adaptarse y Espa?a, el segundo pa¨ªs (despu¨¦s de Francia) m¨¢s beneficiado por las ayudas europeas al campo tiene mucho que perder, pero tambi¨¦n, seg¨²n los expertos de Bruselas, mucho que ganar si sabe jugar sus cartas.
Las cifras que se manejan en la Pol¨ªtica Agr¨ªcola Com¨²n (PAC) son siempre de dimensiones gigantescas. Cada a?o se otorgan m¨¢s de 30.000 millones de euros en ayudas a la producci¨®n, el doble de lo que cuesta el Programa Marco de Investigaci¨®n cuatrienal (17.500 millones para 2003-2006, ambos a?os incluidos).
Pero todos los proyectos que maneja Bruselas indican que esta correlaci¨®n de fuerzas va a cambiar sustancialmente; que la agricultura va a dejar de ser el cap¨ªtulo presupuestario m¨¢s importante de la UE porque el campo se ha tecnificado aumentando la producci¨®n, ya no existe el temor a la ausencia del autoabastecimiento propio de la posguerra y la opini¨®n p¨²blica est¨¢ m¨¢s preocupada por el medio ambiente y por la solidaridad con los pa¨ªses pobres que por la producci¨®n aut¨®ctona del trigo.
La prueba es que el presidente de Francia, Jacques Chirac, y el canciller de Alemania, Gerhard Schr?der, respectivamente, llegaron al Consejo Europeo de octubre de 2002 con la propuesta de mantener la PAC, pero congelando su presupuesto hasta 2013, y el resto de los socios, incluida Espa?a, se aprestaron sin rechistar a suscribir el acuerdo. Porque, adem¨¢s, las prioridades pol¨ªticas han cambiado y para el pr¨®ximo futuro se quiere apostar m¨¢s por la uni¨®n pol¨ªtica y el crecimiento econ¨®mico; de ah¨ª que los fondos se desv¨ªen hacia otros menesteres, como la investigaci¨®n o la pol¨ªtica de inmigraci¨®n conjunta.
Pero los cambios de la pol¨ªtica agr¨ªcola no consisten s¨®lo en una p¨¦rdida de fondos comunitarios. Para los nuevos tiempos Bruselas ha dise?ado una profunda reforma, que qued¨® aprobada hace doce meses por todos los Gobiernos, que supone un cambio radical de filosof¨ªa y que se pondr¨¢ en marcha el a?o pr¨®ximo. Como resultado de esa gran reforma, las cuantiosas ayudas directas al campo dejar¨¢n de otorgarse a los agricultores en base a la cantidad de producto que generen. Percibir¨¢n en su lugar una cantidad de dinero en forma de un solo pago (similar a lo que ven¨ªan percibiendo) y a cambio se les exigir¨¢ mantener las explotaciones en buena situaci¨®n agropecuaria, con cuidado hacia el medio ambiente, manteniendo los est¨¢ndares de empleo y cultivando productos de calidad que ofrezcan un valor a?adido.
Adem¨¢s de trastocar el principio filos¨®fico de la pol¨ªtica agr¨ªcola actual, el nuevo sistema intenta de paso acabar con los cazaprimas y con los excedentes agrarios y que el agricultor no decida en funci¨®n de las ayudas que se instituyen en Bruselas, sino de lo que demande el mercado. Tambi¨¦n que abandone cultivos (dado que ya no se incentivar¨¢ la producci¨®n), pero que se quede en el campo gestionando programas de desarrollo rural, un cap¨ªtulo que tendr¨¢ cada vez m¨¢s presupuesto para mantener el tejido social en las ¨¢reas rurales. De hecho, ese pago ¨²nico que va a percibir el agricultor a partir del a?o pr¨®ximo se ver¨¢ reducido ya en un 3%.
Ese recorte se destinar¨¢ a fomentar programas de desarrollo rural. En 2006 dicho recorte ser¨¢ del 4% y en 2007 del 5%. S¨®lo las ayudas a los peque?os agricultores estar¨¢n libres de este recorte que, por otra parte, deber¨¢ unirse al tijeretazo necesario que evidencia el hecho de que habr¨¢ menos dinero para m¨¢s agricultores (casi 11 millones) y m¨¢s pa¨ªses (25).
Espa?a, un pa¨ªs que tiene una vasta y variada producci¨®n agr¨ªcola, ver¨¢ reducido como los dem¨¢s el apoyo a su agricultura. Sin embargo, los especialistas de Bruselas creen que parte con ventaja para adaptarse a los nuevos tiempos promoviendo programas de desarrollo rural y elaborando productos de calidad cuya denominaci¨®n de origen la Uni¨®n Europea defiende en todos los foros internacionales.
M¨¢s dif¨ªcil es el reto que se les plantea a los agricultores de los nuevos socios, como Polonia, que entran en una PAC en plena transformaci¨®n sin haber vivido las mieles del pasado.
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