Una extra?a 'vendetta'
"Por razones que ignoro, se ha desatado contra m¨ª -y lo que es m¨¢s grave, contra mi familia- una extra?a venganza que desde intereses oscuros pretende judicializar la vida pol¨ªtica de Pinto", afirma el autor
A lo largo del ejercicio de la actividad pol¨ªtica, y m¨¢xime cuando se tienen responsabilidades de gesti¨®n, no es extra?o que se desaten antipat¨ªas, malentendidos e incluso odios irracionales. Pero siempre he cre¨ªdo que esas luchas que genera el desempe?o de un puesto de responsabilidad en la cosa p¨²blica no deben afectar a la gesti¨®n ni al desempe?o de las labores para las que nos han elegido los ciudadanos.
Asum¨ª la alcald¨ªa de Pinto en el a?o 1995. En las sucesivas consultas electorales de 1999 y 2003 renov¨¦ mandato con mayor¨ªa absoluta. Los ciudadanos y ciudadanas de Pinto han respaldado durante casi una d¨¦cada las pol¨ªticas que los sucesivos equipos de gobierno que he liderado han aplicado en la localidad. Desde hace m¨¢s de un a?o vengo diciendo que mi retirada de la alcald¨ªa est¨¢ cercana e incluso he expresado mi deseo de dejar el cargo en junio de 2005, justo cuando se cumplen los primeros diez a?os de mi llegada a la alcald¨ªa. Han sido muchos los logros obtenidos y en esta gesti¨®n ilusionante he contado con el repetido apoyo de la ciudadan¨ªa.
"Mi patrimonio es l¨ªcito y est¨¢ documentado. Estoy deseando que hablen los jueces"
"El origen del embrollo se sit¨²a en una denuncia que en mayo de 2003 lanz¨® el PP de Pinto"
Pues bien, ¨¦se tendr¨ªa que ser el resumen de los ¨²ltimos a?os de mi trayectoria pol¨ªtica, pero desgraciadamente no es as¨ª. Paralelamente, y por razones que ignoro, se ha desatado contra m¨ª -y lo que es m¨¢s grave, contra mi familia- una extra?a vendetta que desde intereses oscuros pretende judicializar la vida pol¨ªtica de Pinto y manchar con el anatema de la corrupci¨®n una gesti¨®n apoyada por los ciudadanos y que ha obtenido logros evidentes.
El pasado 31 de mayo, EL PA?S public¨® una noticia con el siguiente titular: "La fiscal¨ªa imputa tres graves delitos al alcalde de Pinto". Posteriormente, desarrollaba el asunto en su p¨¢gina 4 [de las p¨¢ginas de la secci¨®n Madrid] con un nuevo titular: "La fiscal¨ªa atribuye cohecho y tr¨¢fico de influencias al alcalde de Pinto". En el texto se da cuenta de los cargos que la Fiscal¨ªa de Urbanismo de Madrid, que dirige Emilio Valerio, esgrime contra m¨ª y que se resumen en cohecho y tr¨¢fico de influencias. Viene a decir que tom¨¦ decisiones urban¨ªsticas que favorecieron a un arquitecto concreto y que ¨¦ste "recompens¨®" a mis hermanos con donaciones econ¨®micas a su sociedad. Si no fuera por el prestigio y repercusi¨®n que este diario tiene, el asunto no me preocupar¨ªa, ya que, a primera vista, la informaci¨®n parece un autoplagio de la publicada el 22 de enero de este mismo a?o en el mismo sentido e incluso con id¨¦ntica fotograf¨ªa.
Pero como existen importantes novedades respecto a este asunto, que EL PA?S obvi¨® entonces por desconocimiento de las mismas, conviene informar a sus lectores que con fecha 26 de mayo de 2004 el juzgado que lleva este caso emiti¨® un auto en el que acuerda el "sobreseimiento parcial provisional de las actuaciones que se siguen contra todos los denunciados (un total de 15)", salvo respecto a mi persona, porque yo mismo he solicitado que se me tome declaraci¨®n ateni¨¦ndome al leg¨ªtimo derecho de defensa.
Este auto, que yo calificar¨ªa como un razonado, riguroso y tremendo varapalo a la denuncia del ministerio fiscal, dice m¨¢s: se pregunta sobre cu¨¢les son los hechos constitutivos de delito y concluye que "no cabe deducir de lo actuado la imputaci¨®n de hechos punibles concretos" para se?alar que la denuncia "tiene un contenido impreciso y carente de base probatoria concreta".
No quiero extenderme m¨¢s en la continuas reprimendas jur¨ªdicas del auto hacia al ministerio fiscal, pero lo cierto y lo period¨ªsticamente novedoso es que el juzgado ha acordado el sobreseimiento de la causa, y no que el fiscal se reafirm¨® en abril en sus "inconcretas" acusaciones.
Pese a todo, quiero significar un dato que quiz¨¢ haga todo el proceso m¨¢s comprensible. El origen de todo este embrollo se sit¨²a en una denuncia que en plena campa?a electoral de mayo de 2003 lanz¨® el Partido Popular de Pinto. La fiscal¨ªa cogi¨® tal cual esta denuncia y la present¨® en los juzgados, pero el juez, en el auto del 26 de mayo de 2004, asegura con rotundidad que "los recortes de prensa" no son v¨¢lidos en los procesos judiciales. Y por m¨¢s que se ha maquillado la denuncia inicial y se ha filtrado la misma a EL PA?S, convirtiendo el dur¨ªsimo golpe que recibe la fiscal¨ªa del juzgado en un boomerang a mi persona, la realidad es contundente.
Y ah¨ª estamos: sin ninguna sentencia en contra, pero inmersos en una espiral plagada de titulares, que hacen da?o a m¨ª y a los m¨ªos, y que siembran la inquietud entre los ciudadanos y ciudadanas de Pinto, quienes me han mostrado su confianza y con los que he contra¨ªdo una enorme deuda de gratitud. No me queda otro camino que entender que me veo inmerso en una extra?a y doloros¨ªsima vendetta que pretende causarme da?o por motivos que se me antojan algo difusos, pero que responden a un l¨®gica temporal de acoso y derribo durante los cuatro procesos electorales vividos en Madrid en apenas un a?o. Por eso mi nombre salt¨® a la prensa unas semanas antes de los comicios municipales de mayo de 2003; despu¨¦s, coincidiendo con las elecciones auton¨®micas celebradas en octubre; por tercera vez, un mes antes de las elecciones generales de marzo; y ahora, por ¨²ltimo, cuando resta una sola semana para las elecciones europeas del 13-J. No es casualidad.
Si quieren mi marcha, ya la tienen, porque lo he anunciado reiteradamente; pero si quieren empa?ar una gesti¨®n apoyada mayoritariamente por mis vecinos, si quieren atacar a una familia, si quieren manchar el nombre de un partido, lo tienen m¨¢s que dif¨ªcil, imposible.
Porque quienes han iniciado esta vendetta han de saber que no me voy a someter a ninguna omert¨¢ o ley del silencio. Harto de rebatir siempre las mismas imputaciones que, como la pesadilla de S¨ªsifo, vuelven a caer como una roca al paso de unos meses, digo lo que he dicho siempre: tengo la conciencia tranquila, porque en todo momento he actuado conforme a derecho, con los preceptivos informes favorables de los t¨¦cnicos municipales. Mi patrimonio es l¨ªcito y perfectamente documentado. Estoy deseando que hablen los jueces, porque mi confianza en la justicia sigue intacta.
Antonio Fern¨¢ndez Gonz¨¢lez es el alcalde socialista de la localidad madrile?a de Pinto.
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