Kirchner declara una 'tregua'
Argentina, inquieta con la crisis energ¨¦tica, abre una nueva fase de di¨¢logo con las empresas espa?olas
"Creo que ya empieza a abandonar la ret¨®rica riogallegu¨ªstica -R¨ªo Gallegos es la ciudad natal del presidente argentino, N¨¦stor Kirchner- para darse cuenta de que hay problemas que resolver. Y si no los resuelve, a¨²n le tocar¨¢ durante su mandato". As¨ª describe un ejecutivo espa?ol la nueva perspectiva de la relaci¨®n de las empresas con el Gobierno de Kirchner, que en su primer a?o se ha mantenido casi cerrado al di¨¢logo y que ahora da un giro hacia la moderaci¨®n forzado por la crisis energ¨¦tica.
El Gobierno argentino cre¨ªa que las advertencias sobre una crisis energ¨¦tica eran s¨®lo presiones para que aumentara las tarifas, congeladas desde 2002 (desde el fin de la convertibilidad y la devaluaci¨®n del peso). Pero este a?o, un organismo oficial, la Compa?¨ªa Administradora del Mercado Mayorista El¨¦ctrico, anticip¨® cortes "eventuales" en el suministro este invierno y "cortes, con profundidad creciente, a partir de 2005". De ah¨ª las acusaciones cruzadas: el Gobierno sostiene que las empresas productoras de gas y las responsables de su transporte y distribuci¨®n no han invertido bastante. Las empresas replican que pocas inversiones pueden acometer con las tarifas congeladas.
Los compa?¨ªas valoran la predisposici¨®n a hablar de subir las tarifas
- Repsol YPF. El grupo, cuyas inversiones se han visto afectadas (como las de todas las empresas por el efecto de la devaluaci¨®n del peso), mantiene que invertir¨¢ 6.000 millones de d¨®lares entre 2003 y 2007. "Nunca hemos dejado de invertir pese a las adversidades", afirma su presidente, Alfonso Cortina. Peso aparte, entre las adversidades figura el impuesto a las exportaciones de crudo (ha subido del 20% al 25%), gas licuado de petr¨®leo (del 0% al 20%) y gasolinas (del 5% al 20%).
Repsol estima el impacto de estos impuestos distorsivos, que en principio deben eliminarse en 2005, en unos 100 millones de euros. La crisis argentina (2001- 2002) mengu¨® el resultado neto del grupo en 957 y 188 millones de euros, respectivamente.
Adem¨¢s, la buena relaci¨®n con Kirchner sufri¨® un rev¨¦s cuando ¨¦ste se despach¨® contra la petrolera desde EE UU, donde la acus¨® de extorsi¨®n y de tapar los pozos para provocar una subida del precio de los combustibles. Kirchner incluso ha insinuado que Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero ayudar¨ªa a Argentina frente a la supuesta actitud voraz de ciertas empresas, lo que cay¨® mal en La Moncloa, informa Nicol¨¢s Dromi. No hubo desmentido para no enrarecer m¨¢s el ambiente. La prensa argentina lleg¨® a atribuir a Zapatero una promesa de cambios en la c¨²pula de Repsol-YPF, en alusi¨®n a Cortina.
Pero la petrolera pasa p¨¢gina al episodio y se centra en se?ales positivas como la nueva ley que liberaliza gradualmente los precios del gas para la industria (¨¦sta acapara el 45% del consumo). Repsol tambi¨¦n ha calmado los ¨¢nimos al probar que el aumento de su producci¨®n de gas supera el de la demanda (31% frente a 26% hasta marzo).
- Gas Natural. Las medidas de incremento de tarifas para la industria, al ir dirigidas a los productores, tienen un efecto neutro sobre su filial GN Ban: paga m¨¢s caro el gas y lo cobra m¨¢s caro. La crisis argentina ha dejado secuela en las cuentas del grupo. La devaluaci¨®n tuvo un impacto de 104,55 millones de euros en 2001 y de 105,9 millones en 2002. Considerando que la gasista controla un 50,4% de su filial, se estima que ¨¦sta le aport¨® un beneficio despu¨¦s de impuestos de -15 y -32 millones en 2001 y 2002, aunque en 2003 fue positivo en 17 millones. La compa?¨ªa, que en total ha invertido 452,8 millones de euros en Argentina desde 1993, asegura que "se avanza mucho" en las conversaciones ya iniciadas con el Gobierno para una descongelaci¨®n de tarifas. Se espera una negociaci¨®n larga, y tambi¨¦n una soluci¨®n "satisfactoria" para ambas partes.
- Edesur (Endesa). Tambi¨¦n conf¨ªa en llegar a un acuerdo para un aumento gradual de tarifas. Para este a?o, pide un incremento transitorio "para salir del apuro", pero el objetivo a medio plazo es renegociar el contrato con el Estado "para que se readapten las condiciones contractuales a la nueva situaci¨®n", lo que pasa por la tarifa total para el cliente. La reciente subida de tarifas espec¨ªfica para las productoras de electricidad no le afectan directamente, m¨¢s all¨¢ de ser una se?al positiva hacia la descongelaci¨®n tarifaria, pero Edesur constata que la mejora de los ingresos de la generaci¨®n s¨ª mejora su condiciones de abastecimiento.
La crisis se tradujo en una p¨¦rdida acumulada en 2002 y 2003 de 13 millones de d¨®lares y en una inversi¨®n entre 2002 y 2004 de 115 millones de d¨®lares, cuando en los noventa, la media anual era de 100 millones. Hoy afronta la negociaci¨®n subrayando su "solidez financiera": ha reducido su deuda de 263 millones a 113 millones.
- Telef¨®nica de Argentina. Telef¨®nica enfatiza su compromiso de permanencia en un pa¨ªs que supone el 4,3% de su resultado bruto operativo y en el que, tras invertir 10.000 millones de d¨®lares desde 1990, prometi¨® hace siete meses desembolsar otros 600 millones m¨¢s para los pr¨®ximos cuatro a?os. El grupo ha firmado un acuerdo por el que se compromete a mantener congeladas las tarifas hasta diciembre. "No renunciamos a que suban, pero lo prioritario es que la econom¨ªa argentina vaya bien", se?ala la compa?¨ªa, en cuyas cuentas el efecto Argentina tuvo un impacto negativo en 369 millones de euros en 2001 y de 354 millones en 2002. En 2003, la aportaci¨®n fue positiva en 84 millones.
Un analista del sector comenta que "las empresas de telecomunicaciones no se quejan porque tienen el escape de la telefon¨ªa digital, que no est¨¢ regulada, con la que ganan dinero".
Aguas y los bancos
La cuerda estuvo muy tensa entre Kirchner y Aguas Argentinas (40% Suez y 25% Agbar). Pero hoy reina un esp¨ªritu de tregua, dice Agbar. Kirchner incluso mult¨®, como a Edesur, a la compa?¨ªa por cortes de suministro supuestamente ligados a la menor inversi¨®n.
Agbar invirti¨® 1.700 millones de pesos, entonces equivalentes a d¨®lares, entre 1993 y 2001; 1.000 millones salieron del cobro de la tarifa. Los otros 700 se financiaron con pr¨¦stamos, en d¨®lares, de bancos multilaterales (BEI, BID, BM). Hoy, un d¨®lar vale tres pesos, as¨ª que la empresa no s¨®lo negocia con Kirchner, sino con los bancos.
Aguas Argentinas, que en el a?o m¨¢s agudo de la crisis, 2002, perdi¨® 832 millones de pesos y que ha tenido un impacto negativo en Agbar de 200 millones de euros, busca un reequilibrio de la concesi¨®n. No s¨®lo espera una subida de tarifas, sino compensaciones y m¨¢s tiempo para cumplir sus compromisos. En 2004, como gesto, invertir¨¢ 242 millones de pesos.
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