La emoci¨®n de los veteranos

M¨¢s de 800 veteranos de la batalla de Normand¨ªa asistieron a las principales celebraciones del 60? aniversario del desembarco en las playas de esta regi¨®n. Asaetados por la expectaci¨®n de turistas y curiosos cuando se paseaban antes o despu¨¦s de las ceremonias, pocos de entre ellos pudieron evitar la emoci¨®n de las principales conmemoraciones. Septuagenarios y octogenarios, recogieron arena de las playas como recuerdo y algunos se mostraron contentos por haber asistido a la que suponen habr¨¢ sido la ¨²ltima posibilidad de hacerlo.

Uno de los 8.000 invitados era el canciller alem¨¢n, Gerhard Schr?der. El jefe del Gobierno alem¨¢n fue acompa?ado por dos supervivientes del grupo de alemanes que intent¨® un atentado contra Adolf Hitler, el 20 de julio de 1944: el bar¨®n Philipp von Boeselager y su esposa Rosa Mar¨ªa. En el mismo acto, 800 veteranos de los pa¨ªses aliados de la II Guerra Mundial estuvieron presentes durante la misma conmemoraci¨®n y 133 de ellos tomaron parte en el desfile con que se abrieron los actos.

En Arromanches, lugar donde se celebr¨® la ceremonia principal, el Canto de los partisanos irrumpi¨® en medio del espect¨¢culo audiovisual dedicado a la reconstrucci¨®n de la historia y de las im¨¢genes y sonidos del desembarco. Un coro de hombres y mujeres murmur¨® lo que fue el canto m¨¢s popular de la Resistencia, provocando las l¨¢grimas de muchos de los m¨¢s ancianos, que lo entendieron como un homenaje a las v¨ªctimas. La secuencia termin¨® con la presencia en escena de Jacques Vico, testigo vivo de la resistencia normanda, cuya llegada al escenario fue subrayada por una voz en off y la proyecci¨®n de im¨¢genes sobre las ciudades destruidas en Normand¨ªa.

Frente a un mar soleado y en calma, muy distinto del mal tiempo que reinaba hace 60 a?os, los distintos escenarios de las conmemoraciones del desembarco en Normand¨ªa registraron ayer el mismo tono consensual y moderamente festivo para los autorizados a estar presentes. En las ceremonias principales, el p¨²blico fue mantenido a distancia considerable y hubo de limitarse a asistir, de lejos, al desfile de caravanas de coches y baile de helic¨®pteros que llevaban a las personalidades, encuadrados por un r¨ªgido y numeroso dispositivo de seguridad.