Sucesos inquietantes en un hogar de desquiciados

El hogar de los Barroso est¨¢ marcado por la locura. El patriarca de esta peculiar familia, Don Aurelio, marca la pauta de las extra?as reacciones y posturas de los Barroso. Un desconocido trae con su visita una catarata de novedades inquietantes. Lelo, el personaje m¨¢s gris de la familia, se encarga de aclarar lo ocurrido. ?ste es el planteamiento de T¨ªteres sin cabeza, novela de C¨¦sar Rufino (Sevilla, 1965), que acaba de publicar Algaida Editores en Sevilla. T¨ªteres sin cabeza, que es la primera novela de Rufino, ha obtenido el VI Premio Francisco Umbral, convocado por el Ayuntamiento de Majadahonda (Madrid).

Las investigaciones de Lelo no conducen a ning¨²n sitio preciso. Lejos de aclararse las cosas, la trama de la novela se complica ante una sucesi¨®n de sorpresas y amenazas. Todo se convierte en posible. Incluso puede que bajo la superficie se oculte, nada m¨¢s y nada menos, que una confabulaci¨®n de alien¨ªgenas. Ante tanta zozobra el ¨²nico que mantiene la calma es el patriarca don Aurelio, aunque el anciano no sea el m¨¢s indicado para dar lecciones de sensatez a nadie. "Don Aurelio Barroso padre no s¨®lo era el Mes¨ªas, sino que adem¨¢s se ten¨ªa a s¨ª mismo por el mejor escritor de todos los tiempos, sin estorbarle para ello la menudencia de no haber escrito nunca nada. 'Todo est¨¢ aqu¨ª, aqu¨ª', se le o¨ªa proferir muy a menudo mientras se apuntaba a las sienes con los ¨ªndices y dedicaba muecas despectivas al trabajo de mecan¨®grafo. A los ochenta y dos a?os, estren¨® su pluma de la jubilaci¨®n con un paneg¨ªrico de su persona que coloc¨® con foto en todos los peri¨®dicos, a cambio de liquidar sus relaciones con el banco", cuenta la novela.

El texto con el que engros¨® las arcas de la prensa a costa de desplumarse se iniciaba con un rotundo: "Aurelio Barroso gana el Nobel de Literatura". Y Aurelio Barroso, que no escrib¨ªa porque, a su juicio, nadie se merec¨ªa los textos geniales que destilar¨ªan sus meninges, es el ¨²nico que conserva la calma entre tanto desquiciado.

Rufino es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y ha sido redactor del diario El Correo de Andaluc¨ªa.