La Diputaci¨®n de Barcelona y la Generalitat ponen fin a sus litigios

El cr¨®nico enfrentamiento entre la Diputaci¨®n de Barcelona y los sucesivos gobiernos de la Generalitat presididos por Jordi Pujol lleg¨® ayer a su fin. A los cinco meses de su constituci¨®n, el Gobierno catal¨¢n presidido por Pasqual Maragall y la Diputaci¨®n de Barcelona "han fumado la pipa de la paz", dicho en palabras del consejero de Gobernaci¨®n, Joan Carretero, uno de los actores del acuerdo. Carretero y el consejero de Econom¨ªa, Antoni Castells, por la Generalitat, y el presidente de la Diputaci¨®n barcelonesa, Celestino Corbacho, firmaron ayer un convenio por el que ambas partes desisten de los 33 litigios que manten¨ªan vivos en los tribunales y fijan la futura colaboraci¨®n.

La Diputaci¨®n de Barcelona rechaz¨® a?o tras a?o los criterios que los gobiernos de Pujol fijaban para la aportaci¨®n econ¨®mica de la entidad provincial a los planes de cooperaci¨®n en obras e inversiones municipales elaborados por la Generalitat. Ambas partes disintieron tambi¨¦n durante a?os acerca de la valoraci¨®n econ¨®mica de los servicios que la Diputaci¨®n presta desde antes de la reinstauraci¨®n de la Generalitat en 1980 y que, seg¨²n el Estatuto de Autonom¨ªa, corresponden ahora a esta ¨²ltima administraci¨®n.

El enconamiento de las discusiones sobre estos asuntos hizo que llegaran a los tribunales. Pero en el fondo reflejaba una pugna de poder entre los gobiernos de Pujol y una Diputaci¨®n Provincial gobernada por la izquierda que tiene un elevado presupuesto.

Lo que fue el sue?o de Pujol, que CiU gobernara al mismo tiempo la Generalitat y la Diputaci¨®n de Barcelona, es ahora una realidad con otros protagonistas: los tres partidos de la izquierda catalana. ?sa ha sido la causa de que en relativamente pocos meses ambas administraciones hayan firmado la paz all¨ª donde con Pujol hubo tanta guerra.

Pago por atrasos

El convenio entre la Diputaci¨®n y la Generalitat determina que ¨¦sta remitir¨¢ al Parlament un "nuevo marco legislativo" para regular la cooperaci¨®n con las administraciones locales y la financiaci¨®n de estas ¨²ltimas.

Por su parte, la Diputaci¨®n de Barcelona se compromete a abonar 34 millones de euros en concepto de atrasos por las aportaciones obligatorias al Plan ?nico de Obras y Servicios de Catalu?a elaborado anualmente por la Generalitat. El ¨²ltimo Gobierno de CiU exig¨ªa 530 millones por este concepto. El pago se llevar¨¢ a efecto en siete plazos anuales a partir de 2004. Adem¨¢s la Diputaci¨®n se compromete a participar econ¨®micamente cada a?o en este plan y para 2004 se fija ya una aportaci¨®n de 6,5 millones de euros.

Al mismo tiempo, ambas administraciones crear¨¢n una comisi¨®n mixta con el objetivo de elaborar, antes del 31 de diciembre de 2005, un proyecto para "resituar", en el plazo m¨¢ximo de 10 a?os, los servicios que la Diputaci¨®n presta pero que son de titularidad de la Generalitat. Corbacho explic¨® que se trata, por ejemplo, del mantenimiento de 2.000 kil¨®metros de carreteras, la participaci¨®n econ¨®mica en el hospital Cl¨ªnico y en el Liceo, los parques naturales y el Institut del Teatre.