Cassano, el tarambana

Antonio Cassano comienza a padecer el tipo de s¨ªndrome que destruye a cualquier futbolista. Se podr¨ªa definir como s¨ªndrome maradoniano, y consiste en aumentar cualquier desastre producido el d¨ªa anterior. Cassano, magn¨ªfico jugador con raptos de genialidad, es el ¨²nico futbolista de la selecci¨®n que no ha aparecido ante los medios de comunicaci¨®n desde que el equipo se concentr¨® hace casi dos semanas. No ha aparecido, ni se le espera. Y si se le espera, no viene, como ocurri¨® ayer.

Cassano es un tarambana de primera que no admite riendas. Nacido en uno de los barrios m¨¢s duros de Bari, hizo de la calle su particular escuela. La calle estuvo a punto de convertirle en un delincuente y tambi¨¦n fue su escuela futbol¨ªstica. En este mundo de ni?os programados en las escuelas de f¨²tbol, en el m¨¦todo, los chicos de los barrios llevan la bandera de la heterodoxia, del desaf¨ªo de las reglas, de un cierto modo de poes¨ªa que remite a Maradona, Garrincha, genios que cultivaron la diferencia en los descampados.

Con 17 a?os debut¨® en Primera. Con 19 pas¨® del Bari al Roma. Con 20 comenzaron sus conflictos con Capello. Ahora, con 23, es capaz de levantar m¨¢s pasiones que Totti, el h¨¦roe del equipo romano. Hay tanto miedo en la Federaci¨®n Italiana a las reacciones de Cassano que se le hab¨ªa preparado una conferencia de prensa junto a Totti, destinado al papel de protector. Al parecer, a primera hora de la ma?ana consider¨® que la decisi¨®n federativa era una afrenta. Dijo que aparecer¨ªa solo. Luego no dijo nada: no apareci¨®. Resignado, un veterano periodista italiano coment¨®: "Comparan su car¨¢cter con el de Maradona. No es verdad. Conoc¨ª a Maradona con 23 a?os y era el perfecto gentleman comparado con Cassano".

Sin embargo, toda Italia conf¨ªa en que no sea un caso perdido. Saben que est¨¢n ante un jugador diferente. Ni tan siquiera es un fantasista, como definen los italianos a los grandes futbolistas creativos. Es un caso superior: Cassano es un cassanista, un delantero, media punta, o lo que sea, con un ingenio inclasificable, capaz de producirlo cualquier d¨ªa, en cualquier lugar y en cualquier situaci¨®n. Para eso se curti¨® en la calle.