Una batalla contra los euroesc¨¦pticos

Las elecciones del 13-J en los pa¨ªses n¨®rdicos van a servir de prueba para medir las fuerzas de los sentimientos euroesc¨¦pticos en v¨ªsperas de la aprobaci¨®n de la primera Constituci¨®n europea.

En Suecia, por ejemplo, donde la mayor¨ªa de la poblaci¨®n rechaz¨® en refer¨¦ndum sumarse al euro en septiembre del a?o pasado, un 65%, seg¨²n los ¨²ltimos sondeos, quiere que se celebre otro plebiscito para aprobar la Constituci¨®n. Una posibilidad que al primer ministro, el socialdem¨®crata Goran Persson, le produce sudores fr¨ªos y que ya ha dejado claro que ser¨¢ el Parlamento de Estocolmo el que decida sobre la futura Carta Magna.

Por el contrario, el otro gran proyecto europeo, la ampliaci¨®n al Este, ha recibido el apoyo m¨¢s o menos un¨¢nime de los suecos, sobre todo por la incorporaci¨®n de los vecinos b¨¢lticos, si bien existe divisi¨®n sobre la conveniencia o no de restringir el libre movimiento de los ciudadanos de los nuevos pa¨ªses socios. El propio Persson sorprendi¨® recientemente a propios y extra?os cuando advirti¨® contra el peligro del "turismo social" o el abuso por parte de extranjeros de las prestaciones del sacrosanto Estado de bienestar sueco.

En este duelo entre los partidos proeuropeos del establishment -socialdem¨®cratas, conservadores y liberales- y los euroesc¨¦pticos, los sondeos pronostican una victoria de los primeros, que reeditar¨ªan su triunfo de 1999. Por los segundos, adem¨¢s del Partido de la Izquierda (ex comunista), participa por primera vez en estas elecciones la llamada Lista de Junio, integrada por ex miembros de otros partidos contrarios a la UE y a quien las encuestas le otorgan la posibilidad de ganar uno de los 19 esca?os que les corresponden a Suecia en Estrasburgo. En cuanto a la participaci¨®n, se calcula que acudir¨¢ a las urnas m¨¢s del 50% de los votantes, aunque el 44% no ha decidido a¨²n su voto.

En Dinamarca, pa¨ªs que tampoco pertenece al euro, los euroesc¨¦pticos parecen estar perdiendo terreno. Seg¨²n los sondeos, los llamados Junibevaegelsen (euroesc¨¦pticos), Folkebevaegelsen (contrarios a la UE) y el Partido Popular Dan¨¦s (extrema derecha) perder¨¢n dos o tres de los cinco europarlamentarios con que cuentan actualmente.

Dinamarca contar¨¢ en Estrasburgo con 14 esca?os en lugar de los 16 que ten¨ªa en 1999 y la participaci¨®n quedar¨¢ probablemente por debajo del 50%. La campa?a no ha despertado inter¨¦s por razones europeas, sino por su lectura en clave interna, por si los socialdem¨®cratas, en la oposici¨®n, ser¨¢n capaces de ganar a los liberales, en el poder.

En Finlandia, donde se disputan 14 esca?os, no se espera una gran participaci¨®n -en 1999 fue del 31%-, y los comentaristas pol¨ªticos ironizan sobre unas elecciones a las que se presentan figuras fracasadas en la pol¨ªtica nacional. Hace cuatro a?os, el centroderecha y los socialdem¨®cratas obtuvieron la mayor¨ªa.