Los inventores contra sus maestros
A Inglaterra le sobra su terco historial de fracasos mientras que a Francia no le falta nada
Los ingleses inventaron el f¨²tbol, pero los franceses les adiestran desde hace alg¨²n tiempo en el arte del juego, que es cosa m¨¢s sutil de lo que cre¨ªan los brit¨¢nicos. El aroma de la Premiership presidir¨¢, por tanto, el duelo de hoy, en Lisboa, donde Francia comenzar¨¢ la defensa del t¨ªtulo que conquist¨® hace cuatro a?os. Se mide con Inglaterra y su leyenda. Han pasado 38 a?os desde que los ingleses ganaron la Copa del Mundo, el ¨²nico gran torneo que han conquistado, y las frustraciones han sido numerosas desde entonces. Sin embargo, existe una especie de romanticismo incurable alrededor del mito de Inglaterra y su selecci¨®n, quiz¨¢ porque el mundo siempre se siente en deuda con el pa¨ªs que invent¨® el juego del siglo XX y probablemente el del XXI.
Ning¨²n pa¨ªs se ha sentido m¨¢s fascinado que el brit¨¢nico por el ¨¦xito de la escuela francesa
Francia es favorita, pero no viene avalada por la historia. Nunca ha derrotado a Inglaterra en un gran torneo. Tambi¨¦n es cierto que la espectacular progresi¨®n del f¨²tbol franc¨¦s se ha producido en los ¨²ltimos 20 a?os. En este periodo nunca se han enfrentado las dos selecciones. La ¨²ltima referencia hay que encontrarla en un infernal d¨ªa del verano del 82, en el viejo San Mam¨¦s. All¨ª, en la primera fase del Mundial, Inglaterra se aprovech¨® de un gol de Brian Robson en el primer minuto del partido para batir a Francia. En aquel torneo, Francia comenz¨® su espectacular ascenso a la cima del f¨²tbol, coronada en 1998 con la conquista del Mundial y en 2000 con la de la Eurocopa.
Ning¨²n pa¨ªs se ha sentido m¨¢s fascinado que Inglaterra por el ¨¦xito de la escuela francesa. Su influencia en la Premiership es abrumadora. Ayuda el peso de Ars¨¨ne Wenger en el arrollador Arsenal de los ¨²ltimos a?os y el papel que desempe?an futbolistas como Henry, Vieira o Pires, brillantes representantes de una generaci¨®n completatada por Saha (Manchester United) o Desailly y Gallas (Chelsea). Inglaterra ha decidido afrancesarse para salir de la rigidez que presidi¨® su juego en los a?os setenta y ochenta. Buenos jugadores no le faltan, algunos de indudable clase, unos cuantos alejados del t¨®pico brit¨¢nico. Es quiz¨¢ la falta de definici¨®n, de se?as de identidad, lo que ahora perjudica a la selecci¨®n inglesa, dirigida por un sueco (Sven Goran Eriksson), deudora de la influencia francesa y representada por jugadores que no terminan de mezclar bien.
La astucia de Scholes, quiz¨¢ su mejor futbolista y el peor valorado en su pa¨ªs, se a?ade al buen toque de Beckham en la banda derecha, al impulso de Lampard en el medio campo, al poder¨ªo de Gerrard y al instinto goleador de Owen. Es el prometedor anuncio de un equipo que, sin embargo, no acaba de funcionar. No hay un trazo definido de juego, mediatizado por la obsesi¨®n esquem¨¢tica de su seleccionador y las primitivas tendencias de algunos de sus defensas, todav¨ªa instalados en lo m¨¢s rudimentario del f¨²tbol ingl¨¦s. Hay demasiados elementos dispersos en el equipo y se nota en los resultados. A Inglaterra le cuesta ganar partidos. A Francia, mucho menos.
Los franceses est¨¢n a punto de despedir a su gran generaci¨®n, la que gan¨® el Mundial del 98 y la Eurocopa del 2000. De aquellos equipos quedan Zidane, Desailly, Lizarazu, Pires, Thuram, Barthez, Vieira, Trezeguet y Wiltord. Es evidente que varios de ellos han comenzado el declive de sus formidables carreras. Hoy comenzar¨¢ a saberse si estamos ante una selecci¨®n envejecida. Que llega hambrienta de ¨¦xito ya se sabe. Su fracaso en el ¨²ltimo Mundial produjo conmoci¨®n en el f¨²tbol. Era el equipo favorito y se estrell¨® en la primera ronda del torneo. En Portugal tiene un desaf¨ªo apasionante. De nuevo, el equipo franc¨¦s parece destinado a protagonizar el campeonato. Tiene ideas, experiencia, clase, poder¨ªo atl¨¦tico y velocidad. Adem¨¢s, tiene a Henry, el jugador del a?o. A Francia no le falta nada. A Inglaterra le sobra su terco historial de fracasos en las grandes competiciones. Al fondo, un duelo cl¨¢sico del f¨²tbol.
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