Dos a?os y medio sin convenio
Balza ofrece un acuerdo "a un solo a?o" y Erne y Comisiones, firmar a tres el cambio de escala
Toda negociaci¨®n est¨¢ llena siempre de cortinas de humo, de pasos adelante y traspi¨¦s inoportunos, de declaraciones incandescentes y del consabido cruce de comunicados, cartas, papeles y propuestas entre las partes. La que se vive en los ¨²ltimos meses en la Ertzaintza cumple a la perfecci¨®n ese patr¨®n general, con interpretaciones enfrentadas, cuando no sesgadas por ambas partes, de las propuestas que hay encima de la mesa.
Pero hay un dato en el caso de la Ertzaintza que es incuestionable: M¨¢s de 7.400 agentes llevan con el convenio caducado desde el 31 de diciembre de 2001. Para ese a?o, la jornada en la polic¨ªa ya era de 35 horas semanales.
Cuando el pasado 2 de junio el director de Empleo del Gobierno vasco, Adolfo Gonz¨¢lez Berruete, pregunt¨® al viceconsejero de Seguridad, Mikel Legarda, de cu¨¢ndo databa el ¨²ltimo acuerdo regulador en la Ertzaintza, el responsable de Interior, casi con un hilillo de voz apenas perceptible, tuvo que reconocer que el convenio firmado en solitario con Erne llevaba prorrogado desde 2001. Los asistentes a esa reuni¨®n, el representante de Erne y el letrado de la central, Ernesto Mart¨ªnez, y los dos responsables del Gobierno anteriormente citados, discut¨ªan sobre la convocatoria de huelga para este domingo y para el 30 de junio ante el bloqueo de unas negociaciones que "han resultado infructuosas", seg¨²n recog¨ªa la central en su convocatoria de paro.
Seg¨²n varios de los asistentes a la reuni¨®n, el director de Trabajo lleg¨® a proponer al sindicato que finalmente s¨®lo un ertzaina hiciera la huelga y que la sanci¨®n prevista en la Ley de Polic¨ªa fuera posteriormente retirada. La participaci¨®n en una huelga puede suponer para un ertzaina de dos a?os a cuatro de suspensi¨®n de funciones o, incluso, la expulsi¨®n. La idea de Trabajo fue calificada de "estramb¨®tica" por Erne, que con su convocatoria y posterior recurso ante los tribunales pretende abrir un debate en el Contencioso Administrativo y en el Tribunal Constitucional sobre el derecho a la huelga de los agentes.
Hasta ese d¨ªa, Interior y Erne hab¨ªan mantenido numerosas reuniones desde el mes de marzo pasado para intentar desatascar un conflicto que ha vivido en los dos ¨²ltimos a?os las movilizaciones m¨¢s multitudinarias en la historia de la Ertzaintza: unos 3.500 agentes protestando por las calles de Bilbao contra Balza, Legarda y la vicelehendakari, Idoia Zenarruzabeitia, clave en el conflicto porque es quien maneja el dinero p¨²blico. El grifo que deja o no correr el euro. Y es indiscutible que desde el asesinato de dos patrulleros en Beasain, a finales de 2001, Interior ha realizado un esfuerzo en materia de seguridad para los ertzainas que supera ya los 60 millones de euros.
Desde el principio, Balza y Legarda han manifestado a los sindicatos y a este peri¨®dico que para incremento salarial "no hab¨ªa dinero". "En todo caso pod¨ªamos pedir un esfuerzo suplementario al lehendakari en seguridad", indic¨® en la anterior campa?a electoral a EL PA?S Legarda.
Hay otro dato fundamental en toda esta negociaci¨®n: el acuerdo rubricado por CC OO y UGT para toda la Administraci¨®n vasca en el que se contempla un incremento que en el caso de la Ertzaintza supondr¨¢ 7,29 millones de euros para este a?o, seg¨²n Interior. Balza hizo p¨²blico ese dato y su oferta de "seis millones para productividad y otro mill¨®n de euros m¨¢s en abono de citaciones judiciales" el pasado martes. Para entonces, las espadas de Erne y Comisiones ya estaban en alto. Una misiva remitida a finales de mayo por ambas centrales al consejero es contestada por Balza el d¨ªa 7, la v¨ªspera a hacer p¨²blicos los datos de la negociaci¨®n, aunque fue redactada el d¨ªa 3 de junio, seg¨²n consta en el documento al que ha tenido acceso EL PA?S. Balza tacha en la misiva el "mensaje general de su escrito conjunto" de "inaceptable". "Se les ha trasladado un incremento de importante contenido econ¨®mico, especialmente en el caso del complemento de productividad [...] sin olvidar otras mejoras que repercutir¨ªan en la retribuci¨®n global. Todo ello dirigido a alcanzar un acuerdo a un solo a?o y sin ninguna revisi¨®n o esfuerzo a?adido por la parte sindical".
Erne acus¨® al d¨ªa siguiente de recibir la carta a Interior de "manipulaci¨®n". "Quieren premiar la presencia con productividad a cambio de no poder ir al entierro de un hijo, no poder faltar ning¨²n d¨ªa aunque tengas un accidente laboral. Mienten y manipulan", dijo la central. La clave para alcanzar un acuerdo, seg¨²n Erne, es aprobar el cambio de escala en un acuerdo a tres a?os, lo que supondr¨ªa un desembolso de 2.500 millones de pesetas (2.000 para todos los agentes en salario base y unos 500 millones para antig¨¹edad). La negociaci¨®n, con todo, no parece rota del todo.
"Iros a la mierda"
Las palabras empleadas en una negociaci¨®n cuando alguien se siente "estafado" pueden alejarse del lenguaje pol¨ªticamente correcto y acercarse al malsonante. Algo as¨ª debi¨® pasar en la ¨²ltima reuni¨®n celebrada el pasado mi¨¦rcoles entre ELA, Erne, CC OO y los responsables de Interior Juan Mar¨ªa Barasorda y Javier Barco. Kepa Gonz¨¢lez, representante de ELA en la negociaci¨®n, desconoc¨ªa completamente la nota de Interior de la v¨ªspera en la que desvelaba los datos de la negociaci¨®n y las ofertas que, seg¨²n el Departamento, est¨¢n encima de la mesa. Gonz¨¢lez tomaba notas atentamente de los datos que le iba transmitiendo Interior, mientras los sindicalistas de Erne y CC OO hac¨ªan tiempo. Avanzada ya la reuni¨®n, un sindicalista traslad¨® a Gonz¨¢lez uno de los peri¨®dicos del d¨ªa en el que se recog¨ªa la nota de Interior y la respuesta cr¨ªtica de Erne. El cabreo de Gonz¨¢lez fue may¨²sculo: se levant¨® de la silla, pidi¨® tiempo para hacer una copia de la noticia y de la nota y volvi¨® a la reuni¨®n para decir una frase m¨¢s. "Os voy a decir algo que tengo muchas ganas de deciros: iros a la mierda".
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