El Xerez, al borde del precipicio
Las deudas, un pol¨¦mico presidente y las injerencias pol¨ªticas hacen peligrar el futuro del equipo jerezano
Pol¨¦mica y Xerez son dos palabras complementarias e inseparables desde hace tres a?os. El primer equipo de f¨²tbol de Jerez, un club que, por ahora, milita en la segunda divisi¨®n del f¨²tbol espa?ol y que, deportivamente, se ha garantizado su permanencia en la categor¨ªa de plata para la pr¨®xima temporada, est¨¢ viendo aparecer oscuros nubarrones en el horizonte por cuestiones que poco tienen que ver con el bal¨®n o los goles. Seg¨²n el Ayuntamiento y la prensa deportiva, la entidad se encuentra al borde de la desaparici¨®n a causa de los n¨²meros rojos, deudas y embargos que atenazan su econom¨ªa. Y todo despu¨¦s de tres temporadas ejemplares en las que el equipo ha llamado en varias ocasiones a las puertas de Primera Divisi¨®n.
El ¨¦xito deportivo contrasta con un evidente fracaso empresarial que tiene varios padres. La masa social dirige sus miradas a personajes como Luis Oliver, anterior presidente de la entidad con el que surgieron los m¨¢s graves problemas econ¨®micos y que, sin embargo, se march¨® con casi cuatro millones de euros en el bolsillo tras vender el club; Pedro Pacheco, ex alcalde de la ciudad que, si bien salv¨® al Xerez de la desaparici¨®n en otros tiempos, es acusado ahora de haber politizado el conflicto y de dividir a los aficionados; y, sobre todo, Jos¨¦ Mar¨ªa Gil Silgado, constructor onubense afincado en Sevilla que preside el club. El mandam¨¢s xerecista acumula en las dos ¨²ltimas temporadas m¨¦ritos como los de no pagar desde hace ocho meses las n¨®minas; enfrentarse p¨²blicamente a futbolistas que han tenido que dejar el Xerez y que, curiosamente, militan ahora en clubes que, como el Levante o el Numancia, ya son de Primera Divisi¨®n o mantienen serias aspiraciones al ascenso; y destituir, casi siempre de forma caprichosa, a una larga lista de profesionales en la que est¨¢n el preparador f¨ªsico Carlos Lorenzana y el director deportivo Hip¨®lito Rinc¨®n, y que en los ¨²ltimos d¨ªas se ha visto engrosada por el entrenador, Esteban Vigo, y su ayudante Urbano Ortega.
Casi todos han acudido a los tribunales para defender sus derechos y algunos, como el ex futbolista y comentarista deportivo de la Cadena SER, Poli Rinc¨®n, ya han ganado la batalla legal. "Si hubiera sabido todo esto", dice Rinc¨®n, "no habr¨ªa ido al Xerez nunca, porque ha sido el mayor desastre profesional de mi vida". Cuando se le pregunta por Gil Silgado, es tajante: "Es la persona m¨¢s nefasta que he conocido, es malo y siniestro, y dudo que tenga dinero para mantener un club de f¨²tbol profesional".
Gil Silgado ha ido incumpliendo sistem¨¢ticamente cada uno de los compromisos y plazos acordados con la plantilla para el pago de sus n¨®minas y, llegados a este punto, la preocupaci¨®n se extiende como una mancha de aceite a medida que se acerca el 30 de junio. Si en esa fecha no se ha saldado la deuda con los jugadores llover¨¢n denuncias ante la Asociaci¨®n de Futbolistas de Espa?a (AFE), lo que traer¨ªa consigo el descenso federativo del club a Tercera Divisi¨®n y, muy probablemente, su defunci¨®n.
En el Ayuntamiento se temen lo peor. "El principal problema del Xerez en estos momentos es su presidente", declar¨® recientemente la alcaldesa de la ciudad, Mar¨ªa Jos¨¦ Garc¨ªa Pelayo. Los jugadores casi no se quitan la camiseta con el lema Silgado paga ya y pasan los d¨ªas pidiendo al presidente que d¨¦ la cara. Algunos de ellos ya tienen otro equipo para la pr¨®xima temporada. Y la afici¨®n, dividida durante gran parte del a?o, est¨¢ ahora m¨¢s unida que nunca ante la adversidad. Parece, no obstante, que eso no ser¨¢ suficiente para sacar al Xerez de la UVI.
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