Schr?der mantiene las reformas pese a la derrota
El canciller alem¨¢n descarta sustituciones en el Gobierno
El desastre electoral del domingo, con el peor resultado en una elecci¨®n nacional tras el final de la Segunda Guerra Mundial, no parece haber hecho mella en el canciller federal alem¨¢n, el socialdem¨®crata Gerhard Schr?der, que parece empecinado en un sostenella y no enmendalla. Al acudir ayer a la reuni¨®n de la presidencia del SPD para analizar los resultados electorales, Schr?der dej¨® claro: "No se puede disimular la amargura de la derrota, pero tenemos que continuar esta pol¨ªtica porque es objetivamente necesaria". Adem¨¢s, Schr?der dej¨® claro: "Yo no puedo estar disponible para otra pol¨ªtica".
El portavoz del Gobierno alem¨¢n, Bela Anda, declar¨® ayer que el canciller no considera la posibilidad de un cambio de ministros porque en las elecciones del domingo no se somet¨ªa a votaci¨®n el Gobierno. En Berl¨ªn se hab¨ªa especulado con una crisis de Gobierno tras las elecciones europeas que dar¨ªan la posibilidad a Schr?der de arrojar lastre y librarse de algunos de los ministros m¨¢s desafortunados en su gesti¨®n.
La consigna de "prietas las filas" se impuso en la directiva del SPD. Tras la reuni¨®n de la direcci¨®n, el presidente del partido, Franz M¨¹ntefering, apoy¨® la posici¨®n del canciller y sostuvo que la Agenda 2010, el programa de recortes sociales del Gobierno SPD-Los Verdes para reestructurar la Seguridad Social en Alemania, "muestra la direcci¨®n correcta". No obstante, reconoce M¨¹ntefering que existe un problema de aceptaci¨®n y de darse cuenta de que merece la pena. Seg¨²n M¨¹ntefering, al final la Agenda 2010 aportar¨¢ "bienestar para todos". Admiti¨® el presidente del SPD su error de c¨¢lculo al estimar que para las elecciones del domingo ya habr¨ªa surtido efecto el programa de reformas.
Las palabras del presidente del SPD indican que hay que resistir en espera de la cosecha y que todo puede cambiar en el ¨²ltimo momento. As¨ª ocurri¨® con las elecciones generales de septiembre de 2002 cuando nadie daba un c¨¦ntimo por Schr?der. El mensaje de M¨¹ntefering parece un mero lenitivo del dolor, un vano intento de tapar el desastre. El SPD ha perdido nada menos que 13 millones de votos entre las generales de septiembre de 2002 y las europeas del domingo. Claro que se debe a la abstenci¨®n, la mayor desde el final de la guerra en una elecci¨®n nacional en Alemania, pero no cabe la menor duda de que el SPD se encuentra en un callej¨®n sin aparente salida. El SPD est¨¢ condenado a llevar adelante un programa de reformas que la clientela tradicional socialdem¨®crata rechaza.
Los titulares de la prensa no pueden ser m¨¢s demoledores para el SPD: "El final del canciller medi¨¢tico", "Los alemanes abofetean al SPD" y "Schr?der prisionero" son tres t¨ªtulos de informaciones del Spiegel Online. El sensacionalista Bild Zeitung con un discreto titular constata: "El SPD por los suelos". El peri¨®dico socialdem¨®crata Frankfurter Rundschau, en cuyo accionariado acaba de entrar el SPD, escribe: "Nunca cay¨® m¨¢s profundamente la socialdemocracia en este pa¨ªs. En raras ocasiones un pueblo ha dado la espalda de esta forma a su Gobierno". Lo peor para el SPD no ha llegado todav¨ªa. Falta un a?o para las elecciones regionales en su feudo de Renania del Norte y Westfalia. Si el SPD pierde en mayo de 2005, la oposici¨®n podr¨ªa contar con dos tercios en la C¨¢mara Alta, el Consejo Federal (Bundesrat), y el Gobierno no podr¨ªa aprobar ni una sola ley sin su permiso.
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