Recalcitrante Serbia

Serbia ha vuelto donde sol¨ªa al votar mayoritariamente el domingo al ultranacionalista Tomislav Nikolic en la primera vuelta de las presidenciales, cuarto intento en a?o y medio para elegir al jefe del Estado despu¨¦s de tres elecciones anuladas por participaci¨®n insuficiente. Nikolic, del Partido Radical, que ya fue el candidato m¨¢s votado en los comicios generales de diciembre pasado, se enfrentar¨¢ en la ronda definitiva del d¨ªa 27 al reformista Boris Tadic.

Serbia es una anomal¨ªa europea donde todav¨ªa es posible la preeminencia de personajes como Nikolic, vicario del caudillo fascista Vojislav Seselj, un ap¨®stol de la limpieza ¨¦tnica a la espera de juicio en La Haya. El pa¨ªs balc¨¢nico, ¨²nico en el mundo en haber sufrido el bombardeo de la OTAN, ha aportado al tribunal que juzga los cr¨ªmenes de guerra en la antigua Yugoslavia un pu?ado de sus m¨¢s altos dirigentes pol¨ªticos, encabezados por Slobodan Milosevic, elegido sin embargo el pasado diciembre para ocupar un esca?o parlamentario por las listas del Partido Socialista. Serbia carece de presidente desde que, en enero de 2003, Milan Milutinovic, un ac¨®lito de Milosevic, se entregara a los jueces internacionales.

Belgrado no ha sido capaz, pese al tiempo transcurrido, de aceptar su responsabilidad en la tragedia de la antigua Yugoslavia. Los partidos serbios m¨¢s o menos democr¨¢ticos contin¨²an enzarzados en peleas de campanario; sigue sin esclarecerse el magnicidio del primer ministro Djindjic; y los responsables de la Rep¨²blica serbia de Bosnia, una criatura pol¨ªtico-militar de Milosevic, todav¨ªa no han reconocido formalmente, despu¨¦s de nueve a?os, el asesinato colectivo de m¨¢s de 7.000 musulmanes en Srebrenica. Sobresalientes criminales como Radovan Karadzic o el general Ratko Mladic permanecen todav¨ªa en libertad y bajo oscuras protecciones. Uno de los argumentos fundamentales que hace de Nikolic el favorito de los serbios es su rechazo frontal del alto tribunal de la ONU.

Hay que confiar en que el m¨¢s elemental sentido com¨²n impulse a los partidos derrotados el domingo a poner su peso el d¨ªa 27 detr¨¢s de Tadic. El resultado de las elecciones, por m¨¢s que el puesto a cubrir sea casi ceremonial, es decisivo no s¨®lo para definir las relaciones de la malherida Serbia -35% de paro, la mitad del PIB que en 1990- con la Europa democr¨¢tica. Es sobre todo crucial para poder hacer borr¨®n y cuenta nueva con una l¨®brega etapa ya demasiado larga.