Vacaciones forzosas
Mostovoi, expulsado de la selecci¨®n rusa por sus cr¨ªticas a Yartsev, que le acusa de desobediencia
Alexander Mostovoi, de 35 a?os, el capit¨¢n del equipo, fue expulsado ayer de la concentraci¨®n de Rusia. El enfrentamiento abierto que el ya ex c¨¦ltico mantiene con el seleccionador, Georgi Yartsev, termin¨® con una liquidaci¨®n que deja al cuadro ruso en un estado muy delicado para el partido que le enfrentar¨¢ hoy al portugu¨¦s en el estadio Da Luz, en Lisboa. Sin defensas centrales, sin su capit¨¢n y hombre creativo por excelencia y ante un anfitri¨®n desesperado.
La ruptura se insinu¨® tras el partido contra Espa?a, en los vestuarios de Faro. Al salir del la ducha, Mostovoi denunci¨® que Yartsev hab¨ªa sido el principal responsable de la derrota (1-0). La preparaci¨®n f¨ªsica, motivo recurrente de crisis en los conjuntos de f¨²tbol, fue el detonante. "Est¨¢bamos agotados por los entrenamientos f¨ªsicos que nos han obligado a hacer los t¨¦cnicos", dijo Mostovoi, con dolorido acento gallego; "si Espa?a ha ganado ha sido porque la hemos dejado".
El 'zar' culpa a la prensa de "haber montado un 'Cristo" y de "sacar morbo" de sus palabras
Seg¨²n el peri¨®dico ruso Sport Express, el seleccionador tambi¨¦n hizo reproches a Mostovoi por no darle balones a Bulykin. "Estoy desilusionado con los jugadores que no cumplieron lo que fue acordado en los entrenamientos", dijo. Ayer Mostovoi decidi¨® matar al mensajero: "Vosotros los periodistas hab¨¦is montado un 'Cristo' (...) S¨®lo habl¨¦ despues del partido, como todos. No entiendo como han sacado tanto morbo de eso". Todo seg¨²n el gui¨®n habitual.
El exclusivo Club Deportivo Browns, en Vilamoura, est¨¢ siendo testigo del imparable proceso de descomposici¨®n de la selecci¨®n rusa. Entre clientas y clientes millonarios que acuden a darse un ba?o, un masaje o un paseo por el gimnasio pululan los agentes lusitanos y los despistados jugadores rusos bajo la ¨¦gida del todopoderoso Vycheslav Koloskov. El ex presidente de la federaci¨®n sovi¨¦tica y actual presidente de la rusa es conocido en su pa¨ªs por ser "el que se toma los vodkas con los directivos de la FIFA". Hombre de mundo, con pinta de ejecutivo alem¨¢n de vacaciones, Koloskov es la m¨¢xima autoridad de una expedici¨®n regida con paternalismo y manu militari. Koloskov tambi¨¦n es el hombre que apoy¨® la decisi¨®n de desprenderse de Mostovoi.
Hasta ayer Rusia no hab¨ªa dormido fuera del Browns. Ayer por la ma?ana la selecci¨®n viaj¨® a Lisboa a enfrentarse con Portugal. El ¨²nico hu¨¦sped euroasi¨¢tico que permaneci¨® en las instalaciones fue el media punta de San Petesburgo haciendo las maletas. Lo recogieron al mediod¨ªa y abandon¨® el lugar en un coche, por una puerta trasera, para evitar a la prensa. Los medios de informaci¨®n rusos estaban convencidos de que pondr¨ªa rumbo a Espa?a, tal vez a Vigo, de donde tambi¨¦n tiene que mudarse en breve.
Mosto, como le llamaban en el Celta, va de escapada en escapada. El de Faro puede haber sido su ¨²ltimo partido con Rusia. Estaba medio defenestrado de la selecci¨®n cuando Yartsev le reclam¨® y ahora no tendr¨¢ muchas posibilidades de regresar. Lo pat¨¦tico del caso es que hace menos de un mes tambi¨¦n dej¨® el Celta, peleado con Moncho Carnero, el t¨¦cnico de la casa sustituto de Radomir Antic, y sin despedirse de su afici¨®n ni decir palabra alguna despu¨¦s de ocho a?os de feliz contubernio. Con el club en la Segunda Divisi¨®n, parece un mal sue?o recordar aquella estatua que quisieron levantar en su honor los vigueses.
El gran Mostovoi se march¨® como vino, en silencio y con una cara de muy pocos amigos. Divorciado y separado de sus hijos; maltratado por la mafia rusa, que lo estaf¨® cada vez que pudo, y condenado por su car¨¢cter desapacible, ora agradable, ora violento, a alejarse de la ciudad gallega, que le ador¨®, y de la marisquer¨ªa Casa Nisio, donde tantos y tan buenos bogavantes se comi¨®.
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