Europeos

Para sentirnos con plena conciencia ciudadanos europeos seguramente falta pedagog¨ªa pol¨ªtica, falta que nos cuenten bien qu¨¦ es, qu¨¦ significa, qu¨¦ reporta, a qu¨¦ obliga y c¨®mo afecta a la condici¨®n de ciudadanos espa?oles la doble realidad de ser tambi¨¦n ciudadanos europeos, ciudadanos en el sentido jur¨ªdico y pol¨ªtico, es decir personas con derechos y deberes en una comunidad amplia, rica, diversa, en la que como espa?oles y andaluces compartimos con todos los europeos el inter¨¦s, el ideal pol¨ªtico de uni¨®n, el encuentro en objetivos fundamentales como la libertad y la paz en su ambici¨®n m¨¢s perfecta y, por supuesto, la defensa de una idea social y un espacio econ¨®mico no s¨®lo fuerte, sino tambi¨¦n solidario. Europa, la Uni¨®n Europea, es un ideal del que hay que participar porque ese ideal nos libera del efecto negativo de las fronteras y de los conflictos que provocan; es un ideal de paz en el que los ciudadanos de cada rinc¨®n de sus 25 Estados miembros tenemos no s¨®lo los mismos derechos reconocidos, sino el mismo derecho a creer en la esperanza de mejorar hasta encontrarnos, si no en un futuro perfecto, s¨ª en un futuro en el que no tendr¨¢ que haber pa¨ªses de primera y pa¨ªses de segunda; un futuro en el que, amparados por una Constituci¨®n, nos sepamos fuertes, seguros y unidos ante quien alguna que otra vez intente llevarnos, por ejemplo, a guerras que no queramos y a jugar a alianzas que dejen fuera la raz¨®n. Estar en Europa nos ha servido, a los andaluces y a todos los espa?oles, para mejorar nuestra vida, y aunque las condiciones de pertenencia a veces son duras y obligan a normas acordadas con m¨¢s sentido economicista que social, no hay duda de que estar ah¨ª es lo mejor que nos puede pasar y hace irrenunciable el derecho que nos asiste a ello. Me temo que estas elecciones no han contribuido a hacernos sentir m¨¢s y m¨¢s concienciados ciudadanos europeos, pero la obligaci¨®n de nuestros representantes en el Parlamento que acabamos de elegir es la de hacernos sentir todas las ventajas de estar donde felizmente pudimos entrar una vez demostrado el primer requisito para poder formar parte de la Uni¨®n: la apuesta por la democracia, el compromiso con la libertad. Un club en el que hay que cumplir, antes de empezar a hablar, ese requisito es, sin duda, un buen lugar.