La transici¨®n tropieza con la memoria
Asistentes a un coloquio con Mart¨ªn Villa, Carrillo y Guerra piden que no se olvide a la v¨ªctimas del franquismo
La transici¨®n espa?ola de la dictadura a la democracia fue un ¨¦xito a juzgar por lo que un cuarto de siglo despu¨¦s afirman tirios y troyanos. Pero eso no significa que dejara satisfecho a todo el mundo. Parte de esta insatisfacci¨®n persiste todav¨ªa y pudo palparse ayer en uno de los di¨¢logos del F¨®rum 2004 que versaba sobre Conflictos: prevenci¨®n, resoluci¨®n y reconciliaci¨®n. La que emergi¨® fue, sobre todo, la insatisfacci¨®n de quienes creen que el silencio sobre la dictadura ha servido para que se olviden sus estragos, se ignore que tuvieron responsables. La de quienes lamentan que ese silencio oculte tambi¨¦n a quienes lucharon y murieron por la democracia, que as¨ª quedan injustamente equiparados a los liberticidas.
Tres destacados protagonistas de la transici¨®n participaron en el coloquio, presentados nada menos que por uno de los redactores de la Constituci¨®n, Jordi Sol¨¦ Tura. Se trataba de Rodolfo Mart¨ªn Villa, que fue ministro entre 1975 y 1981; de Santiago Carrillo, que era entonces secretario general del Partido Comunista de Espa?a, y de Alfonso Guerra, que era en aquellos a?os el n¨²mero dos del PSOE. Los tres resumieron profesoralmente su experiencia pol¨ªtica de la transici¨®n y afirmaron, una vez m¨¢s, que si volvieran a encontrarse en una situaci¨®n como aquella har¨ªan m¨¢s o menos lo mismo.
Pero luego lleg¨® el coloquio. Se levant¨® una jovencita muy decidida, explic¨® que pertenec¨ªa a una familia de republicanos y dijo: "A m¨ª que me digan a qu¨¦ renunci¨® la derecha, porque yo veo salir en la televisi¨®n cada d¨ªa como si nada a gentes que tuvieron cargos con la dictadura y siguen teni¨¦ndolos". En cambio, agreg¨®, "de los perdedores de la guerra, que fueron los que lucharon por la democracia, nada se sabe". Opin¨® que eso no puede ser, que no es justo y que habr¨ªa que impedirlo.
Hubo m¨¢s preguntas inconformistas, acompa?adas de afirmaciones cr¨ªticas. ?Qu¨¦ ha pasado con la memoria hist¨®rica de todo lo que sucedi¨® durante la dictadura? ?Por qu¨¦ no se ha transmitido esa memoria? ?Por miedo? Una de las voces del p¨²blico afirm¨® que el consenso, la f¨®rmula hallada para que no se hablara de vencedores y vencidos en la transici¨®n, hab¨ªa sido "m¨¢s beneficioso para los franquistas que para los republicanos".
Mart¨ªn Villa hab¨ªa recordado al principio que estuvo "de hoz y coz" en el franquismo, y no escurri¨® el bulto. "Si hay Constituci¨®n democr¨¢tica y elecciones democr¨¢ticas, no se puede objetar nada a los electos", respondi¨®. Pero, como Carrillo y Guerra, se mostr¨® a favor de afrontar "las reparaciones que queden pendientes", pero en contra de abrir "un proceso pol¨ªtico contra el franquismo". Tambi¨¦n Carrillo sali¨® al quite. Los procesos pol¨ªticos a un r¨¦gimen pol¨ªtico llegan, afirm¨®, "cuando hay revoluci¨®n o victoria militar". Pero en Espa?a, a?adi¨®, "la experiencia de la Rep¨²blica nos hizo ver que ten¨ªamos que ser prudentes en el tema de las responsabilidades".
Alfonso Guerra record¨® una lista de cosas muy queridas por los franquistas que han pasado a la historia. "La derecha no quer¨ªa poner la mayor¨ªa de edad en los 18 a?os; no quer¨ªa la abolici¨®n de la pena de muerte; no quer¨ªa el sistema electoral proporcional; la aconfesionalidad del Estado; el t¨ªtulo VIII de la Constituci¨®n que establece el sistema auton¨®mico; el mandato constitucional de remover los obst¨¢culos a la igualdad de los ciudadanos...".
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