Del teatro Real

Al comprar mi abono para el Real hace un a?o se me dieron elegidos, sin contar conmigo, unos t¨ªtulos, repartos, fechas y horas de representaci¨®n. Pagu¨¦, suponiendo que eso me daba alg¨²n derecho. Desgraciadamente, de todo ello s¨®lo los t¨ªtulos se han mantenido.

No voy a referirme al sinn¨²mero de cancelaciones, algunas de ellas muy sonadas y que deber¨ªan haber llevado tal vez a ciertas dimisiones.

Los horarios de varios t¨ªtulos tambi¨¦n han sufrido modificaciones, seg¨²n la gerente, por ignorarse la versi¨®n de la ¨®pera que iba a representarse, algo harto extra?o porque quien la dirigi¨® sigue siempre los mismos criterios.

El caso m¨¢s clamoroso es el del pr¨®ximo d¨ªa 3 de julio: la representaci¨®n tendr¨¢ lugar a las cuatro de la tarde.

Es una hora magn¨ªfica para un s¨¢bado de julio: seg¨²n la gerente, no es una "alteraci¨®n sustancial del espect¨¢culo", y por ello no se devuelve el importe de las localidades, que se pagaron hace un a?o y en las que consta una hora muy claramente: las doce de la ma?ana.

Si el espect¨¢culo no tiene lugar en la fecha y hora previstas, tienen la obligaci¨®n legal y moral de devolver el dinero a los abonados que as¨ª lo soliciten.

Hace algo m¨¢s de un a?o, una supuesta responsable del teatro me insult¨®, encontr¨¢ndose en un evidente estado de embriaguez.

He solicitado una entrevista con la gerente repetidas veces desde entonces, pero parece que su forma de proceder es esconder la cabeza como los avestruces, no querer enterarse de los problemas, no dar la cara y ni siquiera saber disculparse por lo que hacen quienes ella ha colocado en puestos de responsabilidad.

Esperemos que ante quien no puede desempe?ar un cargo con dignidad y no dimite, haya alg¨²n gobernante virtuoso que aplique un cese fulminante.

Ojal¨¢ para mejor.