Encima, zancadillas

Insultados. As¨ª nos hemos sentido muchos cargos directivos, profesoras y profesores de centros de ense?anzas medias de la CAV cuando portavoces del Departamento de Educaci¨®n se?alan que "si los centros concertados dan cuatro horas semanales de materias optativas ser¨¢ porque sus profesores trabajan m¨¢s de las 31 horas semanales que dedican a las clases los docentes de la ense?anza p¨²blica". Vamos, que en el sistema p¨²blico holgazanean m¨¢s y por eso no dan optativas de cuatro horas. Ahondando en el t¨®pico y descalificando, que algo queda.

Lo sangrante del asunto es que el propio departamento ha regulado, para centros p¨²blicos y concertados, que la asignatura optativa debe ser de tres horas semanales (Circular de julio-2003, Decreto Bachillerato-2004, Resoluci¨®n de 31-05-04). Para luego decir que si los privados dan optativas de cuatro horas es "porque sus profesores trabajan m¨¢s". La mayor¨ªa de los centros p¨²blicos estar¨ªamos dispuestos a impartir asignaturas optativas de cuatro horas. Pero legalmente, sin trampas ni subterfugios, negociando la plantilla del curso y contando para ello con esas horas a efectos de dotaci¨®n de personal. Esto es, seg¨²n parece, lo que no quiere el departamento.

En Educaci¨®n afirman que "los centros concertados cumplen la normativa", y saben que mienten, como lo saben en Inspecci¨®n y lo sabemos todos. Quiz¨¢ no se ha sentido muy animado a hacer cumplir en el curso 2003-04 un decreto que el mismo departamento public¨® fuera de plazo. Muchos centros privados, y puede que tambi¨¦n algunos p¨²blicos, est¨¢n incumpliendo la normativa de Bachillerato, usando, por ejemplo, las horas de tutor¨ªa para impartir la cuarta hora de la optativa, entre otras irregularidades. Esto evidencia que la normativa no responde a las necesidades reales.

De lo que se trata es de que haya una norma que se cumpla por todos, para que el alumnado de Bachillerato, al elegir asignaturas o ir a la Selectividad, lo haga en igualdad de condiciones, independientemente de que proceda de un centro privado o p¨²blico. Y si la norma est¨¢ mal establecida, se consulta y se cambia.

Este y muchos otros temas relacionados con la gesti¨®n del Departamento de Educaci¨®n nos preocupan porque, contrariamente a la imagen que se pretende dar, hay mucho de bueno en la educaci¨®n p¨²blica, hay magn¨ªficos profesionales, profesores y profesoras excelentes, proyectos que se llevan adelante, en algunos casos con no poco esfuerzo y entrega. Y todos ellos merecen un departamento que no zancadillee su trabajo, que no desprestigie gratuitamente.