Siete presos ratifican al inspector de Justicia que fueron apaleados

Siete presos han ratificado ante el inspector de la Generalitat Jos¨¦ Mar¨ªa Montero que sufrieron palizas de varios funcionarios de prisiones en las horas y los d¨ªas posteriores a que finalizara el mot¨ªn de Quatre Camins en el que fue gravemente herido el subdirector Manuel Tall¨®n, el 30 de abril. Los presos ya explicaron esos malos tratos en las visitas que les hizo un grupo de juristas, pero en los ¨²ltimos d¨ªas han insistido en su relato a ra¨ªz de la investigaci¨®n interna abierta por la Generalitat y han identificado a varios funcionarios como autores de las palizas.

Algunos de esos funcionarios ocupan cargos de responsabilidad en el organigrama de las prisiones.

En sus declaraciones ante la inspecci¨®n penitenciaria, los reclusos no s¨®lo no se han desdicho de lo que relataron a sus abogados, sino que han ofrecido m¨¢s detalles escalofriantes sobre las palizas que supuestamente sufrieron. As¨ª, por ejemplo, el recluso B. G. R. ha explicado que estuvo tres d¨ªas en una celda de aislamiento de la prisi¨®n de Brians, boca abajo y

esposado de pies y manos, al estilo superman, seg¨²n la jerga funcionarial. El preso relata que esos tres d¨ªas los pas¨® con unos calzoncillos como ¨²nica prenda, sin que le diesen de comer y defec¨¢ndose encima, mientras le golpearon funcionarios de varios turnos con pu?os, patadas y porras. Algunos de aqu¨¦llos llevaban guantes para protegerse.Igualmente escalofriante resulta la declaraci¨®n del preso J. S. L., quien explica que dos horas y media despu¨¦s de que acabase el mot¨ªn de Quatre Camins un grupo de funcionarios lo llev¨® a golpes al departamento de ingresos. El recluso identifica a una mujer por su nombre de pila y dice: "[mientras un m¨¦dico lo reconoc¨ªa], un subdirector m¨¦dico, por incre¨ªble que parezca, me estaba agrediendo con una porra, que me picaba en el est¨®mago, y cuando me inclinaba me picaba en la barbilla".

El preso sigue relatando que fue conducido en calzoncillos a la c¨¢rcel de Brians, donde prosiguieron las agresiones con bofetadas en la cara y rodillazos en los test¨ªculos. Despu¨¦s le amenazaron por haberse entrevistado con integrantes del Observatorio del Sistema Penal de la Universidad de Barcelona y le dijeron que firmase un documento para retractarse. Como se neg¨®, prosigue, un funcionario al que describe con precisi¨®n dijo a otros compa?eros: "Ya pod¨¦is llevarlo a la celda y ya sab¨¦is lo que ten¨¦is que hacer". Y lo que hicieron fue volverle a pegar, dice el preso. Dos reclusos y el familiar de uno de ellos han explicado que los funcionarios les han hecho llegar el mensaje de que los juristas cesen en su insistencia por investigar el asunto si no quieren temer por su integridad f¨ªsica.

La Secretar¨ªa General de Servicios Penitenciarios de la Generalitat, que dirige Albert Batlle, declin¨® ayer realizar cualquier comentario o evaluaci¨®n de la investigaci¨®n en curso, aunque s¨ª ha trascendido que existen 19 partes de lesiones de presos de entre un grupo de 40 que fueron trasladados a otras c¨¢rceles despu¨¦s del mot¨ªn.

En todas las declaraciones que ha tomado el inspector penitenciario pregunta a los reclusos si fueron visitados por los m¨¦dicos, y las respuestas son muy elocuentes. Ninguno de los siete presos declara que le viesen los m¨¦dicos de Quatre Camins, aunque s¨ª los facultativos de las otras c¨¢rceles a las que fueron trasladados despu¨¦s de haber sido golpeados.

"Una doctora vino a visitarme. La mir¨¦ a la cara, porque yo miro a la cara cuando hablo, y entonces un funcionario me dio dos guantazos y me tiraron al suelo boca abajo", relata el recluso J. F. R. "En Quatre Camins no me visit¨® ning¨²n m¨¦dico y dif¨ªcilmente lo pod¨ªa hacer cuando el subdirector m¨¦dico me estaba agrediendo con la porra", ha declarado R. R. L.

El recluso V. G. E., tambi¨¦n ha declarado que estuvo cuatro d¨ªas esposado a la cama y que durante ese tiempo le agredieron los funcionarios en los pies, la espalda y el cuerpo. "Sal¨ª con los tobillos inflamados, hasta el punto de que los Mossos d'Esquadra, cuando vinieron a buscarme para llevarme a Lleida, me dijeron que se hab¨ªan acabado los abusos y que me esposaban con las manos hacia delante, puesto que ellos eran los responsables del traslado". Al llegar a la c¨¢rcel de Ponent, los agentes les dijeron a los funcionarios, prosigue el preso: "Que me hab¨ªan esposado por delante porque ya ven¨ªa bien servido".

Guantes negros

Otro recluso, I. G. R., ha declarado ante el inspector de la Generalitat que los funcionarios que le agredieron llevaban unos guantes negros. "Alguno se me subi¨® encima golpe¨¢ndome el cuerpo. Uno de ellos me dijo que me orinase encima, y me insultaban en todo momento", a?ade. El 19 de mayo, contin¨²a: "Un funcionario me golpe¨® fuertemente en la cara y me rompi¨® el t¨ªmpano. Me dio varios guantazos muy fuertes, a sabiendas de que yo no iba a hacer nada". Luego le obligaron a ir al m¨¦dico, explica, y fue visitado en presencia de los funcionarios, una pr¨¢ctica habitual. "No me atrev¨ª a decir lo que hab¨ªa pasado realmente y dije que las lesiones me las hab¨ªa producido dos d¨ªas antes, en Ponent, en una pelea con otro interno", declara el preso.