Los s¨®lidos mecanismos rutinarios
Ser¨ªa francamente estupendo tener un pa¨ªs en el que, como dice Bill Clinton, no haya nada malo que no pueda ser corregido con las cosas buenas que tiene. Algunos afirman que eso depende de la tradici¨®n, pero la tradici¨®n es tambi¨¦n, a veces, el refugio de imb¨¦ciles y perezosos. Para cumplir los requisitos de Clinton lo que hace falta no es tradici¨®n, sino tener mucha pr¨¢ctica. Pr¨¢ctica en el uso de los mecanismos necesarios para corregir y mejorar lo que est¨¢ equivocado, incluida la tradici¨®n. Y poder recurrir a esos mecanismos de forma rutinaria, ejercit¨¢ndolos miles de veces.
Quiz¨¢s ese sea el mejor sistema para lograr, por ejemplo, unos buenos servicios informativos en las televisiones p¨²blicas. Para mejorar RTVE o las televisiones auton¨®micas, no hace falta que Carmen Caffarel, o sus respectivos responsables, sean unos genios, capaces de arreglar cualquier problema en menos de dos meses, ni tan siquiera que sean personas extra?amente ajenas a cualquier planteamiento pol¨ªtico o ideol¨®gico. Lo que hace falta es que, dirija quien dirija los medios de comunicaci¨®n de propiedad p¨²blica, se declaren independientes, socialistas, centristas, te¨®sofos o carlistas de coraz¨®n, est¨¦n obligados a seguir unas determinadas normas de funcionamiento y que se les pueda exigir su cumplimiento escrupuloso, bajo pena de cese. La BBC hace, sin duda, un trabajo profesional m¨¢s independiente que el de los peri¨®dicos propiedad de Rupert Murdoch, pero no se debe a que est¨¦ legitimada por la victoria en las urnas del partido en el gobierno, como parece creer la directora general, sino, precisamente, porque sus directivos saben que tienen las mismas obligaciones, gane quien gane.
Y tambi¨¦n porque, de la misma manera, todos los profesionales de esos medios saben que existen unas normas profesionales, claras y obligadas, que se ejercitan d¨ªa a d¨ªa y cuya vulneraci¨®n acarrea graves consecuencias. La pr¨¢ctica demuestra que esa es la mejor manera de acabar con la repugnante tradici¨®n de estar al servicio de quien ejerce el poder, por simpat¨ªa o por desidia, por falta de ¨¢nimo o por exceso de vagancia. Porque con los periodistas del siglo XXI puede pasar lo que George Orwell aseguraba que les pasaba a los periodistas ingleses de principios del XX: "No hace falta que el poder les compre. Lo hacen gratis".
La excelencia de unos buenos y s¨®lidos mecanismos de funcionamiento rutinario se demuestra tambi¨¦n en muchas otras ¨¢reas. En Estados Unidos, por ejemplo, gracias a ellos, el Senado acaba de decir lo que ya sab¨ªa medio mundo: que Sadam y Al Qaeda no ten¨ªan relaciones y que el aut¨¦ntico p¨¢nico por el posible acceso de terroristas a armas nucleares (que no es cuento sino una posibilidad real) no proced¨ªa de Irak sino de Pakist¨¢n.
En Espa?a, veremos de lo que es capaz la Comisi¨®n del 11-M. De momento, esos s¨®lidos mecanismos son los que deben haber permitido a Pedro Solbes decir oficialmente lo que tambi¨¦n sab¨ªa ya todo el mundo en este pa¨ªs: que el fraude fiscal m¨¢s importante no est¨¢ en las n¨®minas, ni tan siquiera en el fontanero de la esquina, sino en las firmas de inversi¨®n ligadas a para¨ªsos fiscales y en el negocio de compra-venta inmobiliaria y construcci¨®n (incluida la fontaner¨ªa) al por mayor. Y que si se dedica uno a controlar las n¨®minas, luego no queda tiempo para controlar a quienes tienen, seg¨²n la graciosa f¨®rmula que utiliza el ministro, "actividades que por sus caracter¨ªsticas tienen un riesgo m¨¢s grande".
Por lo que se ve, en los ¨²ltimos a?os el control de esas "actividades de riesgo" no ha sido muy brillante: en 2003 se investig¨® a unas 3.500 personas o empresas "susceptibles de caer en la tentaci¨®n" menos que en los a?os anteriores. Por eso, parece una buena idea lanzar ese plan de inspecci¨®n selectivo para grupos "propensos" a defraudar. Algunos se han quejado de la posible creaci¨®n de listas negras, pero la verdad es que de lo ¨²nico que se tiene sospecha hasta ahora ha sido de lo contrario: listas blancas, como la que manejaba, con 116 posibles empresas beneficiadas, el antiguo jefe de la inspecci¨®n de Vizcaya, Juan Ram¨®n Ibarra, seg¨²n el fiscal. Porque el sue?o de cualquier defraudador es seguir las recomendaciones de otro gran norteamericano, el escritor Ambrose Bierce, que dec¨ªa: "No robes. De esa manera no tendr¨¢s nunca suerte en los negocios. Haz trampas". solg@elpais.es
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.