Una rebeli¨®n de f¨¢bula

Me alegra sobremanera que esta nueva edici¨®n de las ya conocidas F¨¢bulas de Luis Goytisolo -que datan en su redacci¨®n de mediados de los sesenta y su publicaci¨®n inicial de los a?os 1968 y 1973 en sus dos primeras partes y en 1978 de la tercera, aparecido todo ello en un solo volumen en 1981- venga acompa?ada de una excelente introducci¨®n de mi compa?ero en estas p¨¢ginas Ignacio Echevarr¨ªa, el cr¨ªtico literario m¨¢s personal, radical, profundo e independiente que conozco.

Puedo as¨ª tratar un libro admirable y desde luego minoritario, y a la vez el magistral tratamiento con el que lo introduce mi cr¨ªtico favorito. Pues adem¨¢s, coincide bastante en el fondo con mis tesis ya que siempre he considerado la obra de Luis Goytisolo como la de un buscador del oro de la vanguardia -o experimentaci¨®n- en lo narrativo y ello desde el principio de su carrera casi, cuando en 1958 obtuvo el primer Premio Biblioteca Breve a sus 23 a?os con Las afueras, libro que levant¨® una primera pol¨¦mica al ser tratado por unos como si fuera una novela, y como un conjunto de relatos por otros. Como para m¨ª siempre fue lo primero, me alegro de que Echevarr¨ªa trate estas F¨¢bulas como un mismo argumento bien hilado, por mucha que sea su dispersi¨®n y fragmentaci¨®n, que resulta ser una carga en profundidad y hasta premonitoria contra nuestra sociedad, la de entonces y la actual, que al final es (son) la misma, aunque agravada pues el paso del tiempo la empeora sin parar.

De ah¨ª que le haya resultado muy f¨¢cil a Ignacio Echevarr¨ªa rastrear en esta peque?a e informal trilog¨ªa de textos de hace m¨¢s de treinta a?os lo mismo que est¨¢ sucediendo ahora. Entre sus precursores inmediatos cita a Adorno (sus M¨ªnima Moralia) y sobre todo a Kafka, el gran manantial de todo, aunque olvida a otro gran precursor de la ¨¦poca, el Guy Debord de La sociedad del espect¨¢culo, que se conoci¨® entre nosotros mucho despu¨¦s, pero del que indudablemente Luis Goytisolo tuvo que saber entonces. El autor escribi¨® estos textos cuando se encontraba en pleno trabajo de su obra maestra, la tetralog¨ªa de Antagon¨ªa, sobre todo durante la redacci¨®n de su primer volumen, Recuento -una de las ¨²ltimas tres grandes novelas prohibidas en Espa?a bajo el franquismo, junto con Si te dicen que ca¨ª (Juan Mars¨¦) y Juan sin tierra (Juan Goytisolo), que se publicaron en M¨¦xico, qu¨¦ disparate-, y que fue al final en 1973 el gran tronco del que saldr¨ªan sus otras tres ramas, Los verdes de mayo hasta el mar, La c¨®lera de Aquiles y Teor¨ªa del conocimiento, que hicieron estallar hacia fuera algo que ya lo hab¨ªa hecho hacia dentro. En resumen, todo el gran intento, aqu¨ª realizado, por "deconstruir" la novela tradicional -que ya inici¨® en Las afueras y se le hab¨ªa congelado en Las mismas palabras- circul¨® con la misma intensidad por las p¨¢ginas m¨¢s te¨®ricas de Ojos, C¨ªrculos, B¨²hos, Devoraciones y Una sonrisa a trav¨¦s de una l¨¢grima, escritas las dos primeras ilustrando im¨¢genes de Joan Pon?, cosa que no sucedi¨® con la tercera por la desaparici¨®n del artista, aunque escrita junto a su inspiraci¨®n.

Luego Luis Goytisolo inici¨®

una etapa llamada "metaliteraria", pues en ella trataba sobre todo de la expresi¨®n escrita, con Estela del fuego que se aleja, Paradoja del ave migratoria, Investigaciones y conjeturas de Claudio Mendoza (una recopilaci¨®n), los juegos temporales de Estatua con palomas, los de aventuras inform¨¢ticas (y viajeras) con Mzungo, las parodias de Escala hacia el cielo (m¨¢s costumbrista) y la er¨®tica de Placer licuante, en las que algunos vieron una relajaci¨®n de su intensidad. Pero las dos ¨²ltimas, Diario de 360¡ã (1999) y Liberaci¨®n (2001), han vuelto a colocar a Luis Goytisolo en plena recuperaci¨®n de su experimentaci¨®n y vanguardismo, aunque a ¨¦l no le gusten demasiado estos t¨¦rminos, pues todav¨ªa quiere ir m¨¢s all¨¢. El propio Echevarr¨ªa, al describir esta misma trayectoria, llega hasta el pen¨²ltimo de estos t¨ªtulos, no la prolonga hasta el ¨²ltimo, que yo aqu¨ª califiqu¨¦ de "novela pante¨ªsta" (a ver si alguien me corrige), ni siquiera hasta una recopilaci¨®n de ensayos de 2001, El porvenir de la palabra, que me parece muy significativo, pues se trata de otro ataque en regla y global contra nuestra actual sociedad posindustrial del consumo y el mercado.

Echevarr¨ªa titula su introducci¨®n con la enigm¨¢tica frase ?rase una jaula, inspirada en un deslumbrante apunte de Kafka: "Una jaula sali¨® en busca de un p¨¢jaro". Dice que esa jaula, en cuyo interior se debate siempre la obra de Luis Goytisolo en lucha contra los l¨ªmites de la novela tradicional, le permite buscar otra no tan s¨®lo para s¨ª mismo, sino para encerrar en ella al lector. Como se ve con toda claridad al recorrer su densa y rigurosa trayectoria, la obra de Luis Goytisolo se revela como una de las m¨¢s importantes de nuestra literatura en la actualidad, y sin duda la cargada con mayor poder¨ªo de futuro, mientras creamos que la literatura sigue teniendo alguna capacidad para seguir adelante, por encima de todo. Y aqu¨ª lo encontramos en estas F¨¢bulas, en plena fiesta del humor, del sarcasmo, la iron¨ªa y la m¨¢s desbordante de las fantas¨ªas. Quien as¨ª lo lea -y lo sepa- me dar¨¢ la raz¨®n.