Una ONG denuncia que EE UU tiene trece centros de detenci¨®n secretos en el mundo
Human Rights First asegura que la red de prisiones est¨¢ fuera de todo control
La ofensiva estadounidense conocida como "guerra contra el terror" ha permitido el internamiento de m¨¢s de mil supuestos militantes isl¨¢micos en al menos 13 centros de detenci¨®n secretos para someterlos a interrogatorios. Estas c¨¢rceles han sido localizadas por la organizaci¨®n de abogados, con sede en Washington, Human Rights First, a trav¨¦s de testimonios y de investigaciones period¨ªsticas. Afganist¨¢n, Pakist¨¢n, la isla brit¨¢nica de Diego Garc¨ªa, Jordania y dos barcos estadounidenses albergan estos centros de detenci¨®n, que, seg¨²n la organizaci¨®n, violan los Convenios de Ginebra.
"Lo que Rumsfeld reconoci¨® ayer [el secretario de Defensa, Donald, confirm¨® el pasado jueves que hab¨ªa ordenado ocultar a la Cruz Roja la detenci¨®n de un iraqu¨ª] no es un caso aislado", asegur¨® ayer en conversaci¨®n telef¨®nica desde Washington Avidan Cover, coautor de la investigaci¨®n de Human Rights First y especialista en defensa estadounidense. "Esto demuestra que hay entre 1.000 y 3.000 detenidos a los que no tiene acceso el Comit¨¦ Internacional de la Cruz Roja (CICR). En centros que est¨¢n fuera de la ley y que violan las Convenciones de Ginebra. Algunos familiares ni siquiera saben d¨®nde est¨¢n", apunta Cover, que argumenta que en esos lugares se podr¨ªan estar cometiendo los mismos abusos que en la prisi¨®n iraqu¨ª de Abu Ghraib. "?Por qu¨¦ si no iban a dejar entrar al CICR y los est¨¢n llevando con tanto secretismo?", pregunta.
Washington ha informado de la detenci¨®n de m¨¢s de 3.000 supuestos terroristas en m¨¢s de 100 pa¨ªses y tambi¨¦n ha reconocido la existencia de una veintena de centros de detenci¨®n, entre ellos los ya conocidos de Guant¨¢namo (Cuba), Abu Ghraib (Irak) y Bagram (Afganist¨¢n), pero hasta el momento, el Pent¨¢gono no ha confirmado que haya lugares en Jordania, Pakist¨¢n o Diego Garc¨ªa donde se lleve a los detenidos para interrogarles sin que las autoridades militares est¨¦n sujetas a ning¨²n tipo de control.
Y tampoco hay conocimiento de qu¨¦ tipo de estatus se aplica a estos detenidos. ?Son prisioneros de guerra que han participado en combates o son criminales civiles? ?Les interrogan mandos militares, los servicios de espionaje o contratistas civiles? La falta de transparencia al respecto ha hecho que tambi¨¦n el CICR haya mostrado su preocupaci¨®n por esta cuesti¨®n. "Estamos preocupados por el n¨²mero desconocido de personas detenidas en lugares secretos", manifest¨® ayer un portavoz del CICR en Afganist¨¢n a la agencia France Presse.
Human Rights First, que hasta hace poco se llamaba Comit¨¦ de Abogados por los Derechos Humanos y que trabaja desde hace m¨¢s de dos d¨¦cadas en Washington tratando de impulsar iniciativas legislativas en el Congreso, ha logrado identificar algunos de estos centros de detenci¨®n a trav¨¦s de testimonios de familiares de detenidos y de investigaciones period¨ªsticas. Pero el n¨²mero de reos y su situaci¨®n contin¨²a siendo una inc¨®gnita.
La organizaci¨®n cita los casos de detenidos que despu¨¦s de llevar varios meses desaparecidos, a sus familias no se les hab¨ªa comunicado su paradero. Es el caso de Mohamed Ismil Agha, capturado en Afganist¨¢n e internado en la base militar estadounidense de Bagram, donde asegura haber sido sometido a torturas. Seis semanas m¨¢s tarde fue trasladado a Guant¨¢namo, donde ha permanecido durante un a?o. Su familia, que no recibi¨® noticias de su lugar de detenci¨®n hasta pasado casi un a?o, lo dio por muerto tras buscarlo por todo Afganist¨¢n. El pasado enero, Agha fue liberado de la base de Guant¨¢namo, en Cuba.
Otros, como Hayder Salma, no han tenido tanta suerte. Este inform¨¢tico fue detenido el pasado enero en Bagdad cuando un convoy de EE UU fue atacado al paso de su veh¨ªculo. Desde entonces, su madre, profesora en la universidad, no ha tenido noticias de ¨¦l. Estos procedimientos violan las Convenciones de Ginebra, que obligan a las autoridades a informar a los familiares acerca de la identidad de los prisioneros y de su localizaci¨®n.
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