El futuro imperfecto del Reina Sof¨ªa
La ampliaci¨®n del museo comienza con las salas de exposiciones, pero el resto est¨¢ por definir
Un t¨²nel en negro parece una pieza m¨¢s de la exposici¨®n Monocromos, en la planta baja del Museo Nacional Reina Sof¨ªa (Santa Isabel, 52, Madrid, http://museoreinasofia.mcu.es). A partir de esa entrada, comienza la ampliaci¨®n del museo (presupuesto de 79 millones de euros) con el proyecto del arquitecto Jean Nouvel, situado "a la sombra de Sabatini", seg¨²n el t¨ªtulo de la memoria, para indicar el respeto hacia el hospital del siglo XVIII, donde comenz¨® el Reina Sof¨ªa como museo nacional en 1992, y la aportaci¨®n del siglo XXI a las extensiones de los grandes museos hacia la ciudad y los ciudadanos.
Entrar en el t¨²nel es comenzar una nueva etapa, un tiempo nuevo, un gran reto, seg¨²n la ministra de Cultura, Carmen Calvo, en su primera asistencia al patronato para comunicar el nombre de la nueva directora, Ana Mart¨ªnez de Aguilar (San Sebasti¨¢n, 1955), en sustituci¨®n de Juan Manuel Bonet (Par¨ªs, 1953). Los miembros del patronato aceptaron sin ninguna inquietud el nombramiento y tampoco dedicaron elogios al director saliente, salvo la exigencia del presidente, Juan Manuel Urgoiti, de que constara en acta el agradecimiento por su trabajo.
Falta ordenar la colecci¨®n con 250 obras m¨¢s y programar los dos auditorios
"Nace algo nuevo que hay que dar vida con una programaci¨®n rigurosa y ser un centro de atracci¨®n", dijo la ministra al plantear el cambio en la direcci¨®n por el comienzo de una nueva etapa. El final del tiempo Bonet tuvo 45 d¨ªas de nombres de sustitutos, desde que la ministra anunci¨® el mismo d¨ªa de su toma de posesi¨®n su intenci¨®n de entrar en el Reina Sof¨ªa, pero los rumores se hab¨ªan iniciado en los ¨²ltimos meses de la legislatura del Partido Popular, con la ministra Pilar del Castillo, que llev¨® a Bonet a la direcci¨®n en 2000. El presidente del patronato, Juan Manuel Urgoiti, reconoci¨® ante la ministra la situaci¨®n "ligeramente traum¨¢tica", y calific¨® la transici¨®n como llena de intranquilidad y de inquietud.
Mart¨ªnez de Aguilar anunci¨® en su toma de posesi¨®n que iba a definir un proyecto que, seg¨²n indicaciones de la ministra, se dirig¨ªa a potenciar la colecci¨®n permanente, la investigaci¨®n, la educaci¨®n y las relaciones internacionales. Ya ha celebrado las primeras reuniones con el equipo actual (cargos de subdirecci¨®n de gerencia y conservaci¨®n, jefes de exposiciones temporales y de colecciones) y despu¨¦s decidir¨¢ la incorporaci¨®n de nuevos nombres. El patronato sigue, pero no ha sido confirmado, y, como ha ocurrido con el Museo del Prado, se espera un cambio de presidente. En el periodo Bonet, 2000-2004, se han realizado 130 exposiciones temporales (sede central, palacios del Retiro y Silos), los nuevos talleres del departamento pedag¨®gico, los programas audiovisuales, la colecci¨®n recibi¨® daciones (Mir¨®, Picasso, Gris, Antonio L¨®pez, Rothko, Dal¨ª), se edit¨® en facs¨ªmil una obra de Solana y el cat¨¢logo de Bores, y se compraron 975 obras en 2003. Con un presupuesto de 56,5 millones de euros, en 2003 rebaj¨® en 54.500 el n¨²mero de visitantes del a?o anterior, que roz¨® el mill¨®n y medio.
La ampliaci¨®n de Nouvel aporta un 60% a la superficie actual del museo hasta llegar a los 85.000 metros cuadrados. Lichtenstein y Dal¨ª entran en las salas de exposiciones de 1.000 y 1.100 metros cuadrados y ocho metros de alto, para seguir este a?o en los mismos espacios con la colecci¨®n Taschen y la colectiva Narraciones. La nueva directora ha dicho que respetar¨¢ el calendario, que incluye en otras salas V¨¢zquez D¨ªaz, T¨¤pies, Javier P¨¦rez, Martin Kippenberger, Cecely Brown, Sergio Belinch¨®n y un homenaje a Chillida.
Otro edificio de la ampliaci¨®n est¨¢ dedicado a los dos auditorios, con capacidad para 450 y 200 personas. La previsi¨®n es que se puedan inaugurar en diciembre o comienzos de 2005, sin que el patronato haya esbozado los contenidos, salvo la presencia del cine que ha propuesto el vocal Jos¨¦ Luis Borau. Tambi¨¦n se puede programar m¨²sica, danza, teatro, adem¨¢s de conferencias y debates, junto a las actividades del Centro para la Difusi¨®n de la M¨²sica Contempor¨¢nea, que depende del Inaem, pero tiene su sede en el museo. El tercer edificio del complejo, que cierra la calle y forma la plaza p¨²blica, bajo la cubierta volada, es la biblioteca de arte, un espacio singular cubierto de madera, para consultar los fondos del museo, con sistemas inform¨¢ticos, y un almac¨¦n de reserva con 250.000 vol¨²menes. La terminaci¨®n de la biblioteca, en noviembre, provocar¨¢ que la colecci¨®n permanente ocupe la tercera planta del edificio Sabatini (dedicada ahora a exposiciones temporales y biblioteca) para aumentar con otras 250 obras las dos plantas actuales. Falta definir el plan museogr¨¢fico, el estudio del cat¨¢logo y las necesidades de personal y presupuestos. El centro tiene 68 funcionarios (diez conservadores), adem¨¢s de 220 laborales (113 vigilantes), seguridad (80-120) y 26 contratos.
Lichtenstein y alambrada
La escultura Brushstroke, de Roy Lichtenstein, un aluminio pintado de 10 metros de altura, se instalar¨¢ la pr¨®xima semana en la plaza p¨²blica de la ampliaci¨®n, entre los tres edificios que ha proyectado el arquitecto Jean Nouvel bajo una gran cubierta volada de acero y vidrio. En la plaza de la entrada al museo del edificio Sabatini hay una copia de un proyecto de Alberto S¨¢nchez, pero los visitantes tienen desde hace cuatro a?os la compa?¨ªa de unas alambradas, con sus pies de hormig¨®n, que protegen los fosos donde se encuentran los dos ascensores, uno de los atractivos del centro por el v¨¦rtigo de subir y bajar en sus cabinas transparentes. Las columnas de vidrio formaron parte de una aportaci¨®n de la modernidad al hospital del siglo XVIII, en un proyecto de Antonio V¨¢zquez de Castro y Jos¨¦ Luis I?iguez, cuando el centro se convirti¨® en 1992 en museo nacional con el montaje de la colecci¨®n permanente. La etapa de Juan Manuel Bonet como director del Reina Sof¨ªa comenz¨® en el verano de 2000 con la colocaci¨®n de las alambradas de protecci¨®n y seguridad ante la ca¨ªda de dos vidrios de los ascensores. Las alambradas, sin vocaci¨®n de instalaci¨®n art¨ªstica permanente, las hereda la nueva direcci¨®n, sin que en estos a?os el Ministerio de Cultura haya decidido solucionar el problema y dejar la entrada adecuada al primer museo de arte contempor¨¢neo. La escultura de Lichtenstein seguir¨¢ el proceso de la aportaci¨®n de la arquitectura del siglo XXI, hasta que en los primeros meses de 2005 se pongan en marcha los equipamientos de la ampliaci¨®n, con nuevos servicios a los ciudadados, mientras que Sabatini seguir¨¢ aprisionado en una no-escultura de alambres.
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