Gays y lesbianas hablan en las aulas
Voluntarios de las asociaciones de homosexuales dan charlas a los adolescentes en los institutos sobre tolerancia y sexualidad
Me llamo Diego y soy gay". "Y yo soy Rebeca y soy bisexual". Una treintena de chicos y chicas de la clase del ciclo formativo de Gesti¨®n Administrativa del Instituto Duque de Rivas (Rivas-Vaciamadrid, Madrid) escucha la presentaci¨®n. No se oye ni un comentario, pero hay miradas y sonrisas, sobre todo entre los muchachos -pendiente, gorra y pantal¨®n de ch¨¢ndal- de las ¨²ltimas filas.
Diego L¨®pez y Rebeca Novillo son voluntarios de la Comisi¨®n de Educaci¨®n del Colectivo de Gays, Lesbianas, Transexuales y Bisexuales de Madrid (Cogam). Ya han estado antes en el centro -se han dado charlas a todos los grupos de 4? de ESO, Primero de Bachillerato y los dos ciclos de FP, en total m¨¢s de 200 chavales-. "Empezamos as¨ª para que los chicos vean que gays, lesbianas, bisexuales y transexuales existimos y no somos algo raro", explican.
Diego y Rebeca son j¨®venes (22 a?os ¨¦l, 24 ella). "Eso ayuda a que haya empat¨ªa con los chicos", explica Jes¨²s Generelo, coordinador de la comisi¨®n desde 1999. "Les hace m¨¢s pr¨®ximos que cuando vamos t¨ªos de 40". Su objetivo es "complementar y suplir las carencias en educaci¨®n sexual", una asignatura transversal que se atraganta a muchos centros, dice Generelo.
Tras la presentaci¨®n viene la exposici¨®n. Los dos voluntarios tienen muy claro que "no se trata de hacer proselitismo, entre otras cosas porque el ser gay o lesbiana no se contagia o se transmite". "A m¨ª nunca me convencer¨ªan de que fuera lesbiana, aunque ahora s¨¦ m¨¢s sobre ellas", coincide una de las alumnas.
La din¨¢mica es muy interactiva. M¨¢s que explicar, los voluntarios preguntan, y van "desmontando t¨®picos". "?Qu¨¦ es un gay? ?Y una lesbiana? ?En qu¨¦ se diferencia un travesti de un transexual?". Este sistema hace que "no haya dos charlas iguales". "Depende de lo que pregunten", explican los voluntarios.
Pero hay objetivos que tienen que cumplirse. El primero, "dar referencias". "Que sepan que gays y lesbianas existen, c¨®mo son y que pueden tenerlos de compa?eros". "Tienen que ver que no todos los gays somos locas, ni las lesbianas marimachos, aunque puede haberlos y no pasa nada. Al principio todos tienen las mismas im¨¢genes: Jes¨²s V¨¢zquez y Boris Izaguirre. Y eso sobre los gays; las lesbianas, simplemente, no existen", dicen.
En la evaluaci¨®n que han hecho despu¨¦s de las charlas, los alumnos destacan estos aspectos. Prefieren cuando la charla la da gente joven. Tambi¨¦n valoran que haya "de todo": gays, lesbianas, bisexuales y transexuales. "Tenemos que intentar encontrar a m¨¢s voluntarios j¨®venes. Y m¨¢s chicas, que siempre faltan. Este a?o adem¨¢s viene con nosotros una transexual, Cristina, y eso anima mucho", coinciden los voluntarios.
A veces la cercan¨ªa que ponen es tanta que ha habido alumnos que se han quejado de que el lenguaje es "excesivamente atrevido y crudo", seg¨²n la evaluaci¨®n que maneja la directora del centro, Mar¨ªa Jes¨²s Cuervo. "Es que yo puedo ponerme muy cafre", reconoce Diego, profesor de instituto y fil¨®logo.
"Tambi¨¦n es importante que se hable de las familias homoparentales, porque algunos viven con dos padres o dos madres y tienden a ocultarlo. En clase nunca se les habla de su relaci¨®n familiar", explica el coordinador del proyecto. "Es importante que los adolescentes gays y lesbianas no pasen por lo que hemos tenido que pasar nosotros", a?aden.
Durante la sesi¨®n, uno de los monitores apunta discretamente en la pizarra la direcci¨®n de Cogam y un tel¨¦fono. "Hay que darles un lugar donde socializar sin que tengan que ir por el ambiente [el circuito de locales de ocio para homosexuales y transexuales], donde chicos de 16 a?os no pueden pagar los tres euros que cuesta una copa", dice Generelo. "Para eso tenemos un grupo de j¨®venes, donde viene el que quiere y hacen lo que les parece", a?ade.
Ninguna pregunta queda sin respuesta. Cuando la clase se suelta, llegan las de contenido sexual. "Tengo que explicarles que soy bisexual porque me puedo sentir atra¨ªda por igual por un hombre o por una mujer, pero que eso no quiere decir que siempre tenga que estar con uno y una a la vez", dice Rebeca, que es psic¨®loga.
La educaci¨®n sexual y la prevenci¨®n del embarazo y el sida tambi¨¦n son tema de debate. "La pregunta estrella son las pr¨¢cticas sexuales de las lesbianas. Para muchos la sexualidad se limita a la penetraci¨®n, y no entienden que puede haber dos mujeres que tengan relaciones sin ella", dice Generelo.
Otra fuente de preguntas son los temas de actualidad, como el debate sobre la ley de parejas, la adopci¨®n por gays y lesbianas o las operaciones de cambio de sexo para transexuales.
"Mi clase tiene estos temas muy trabajados, porque saben que soy gay", dice el profesor, Jos¨¦ Joaqu¨ªn ?lvarez de la Roza. "Y se les nota", coinciden los voluntarios. "En otros centros cuesta m¨¢s que traten estos temas con naturalidad".
"Nos tiene machacados, todo el d¨ªa con los derechos de los gays y la tolerancia. Yo creo que quiere captarnos, pero lo que tiene que hacer es invitarnos a la boda cuando pueda casarse", bromea una de las alumnas.
"Conocernos es un derecho"
M¨¢s de 3.000 alumnos de 30 centros p¨²blicos han recibido este a?o charlas sobre diversidad sexual en Madrid. A ellos hay que sumar los que atienden sesiones impartidas por asociaciones de gays, lesbianas, transexuales y bisexuales del resto de Espa?a.
"Sent¨ªamos que hab¨ªa que completar la educaci¨®n sexual. Hab¨ªa una parte que se quedaba fuera", dice Mar¨ªa Jes¨²s Cuervo, directora del Instituto Duque de Rivas.
?ste es el primer a?o que el centro imparte estos talleres. "Nos daba un poco de miedo y no quer¨ªamos ir de abanderados de nada", admite el jefe de estudios, Jos¨¦ Ram¨®n Castro. "Pero la experiencia ha sido muy positiva", coinciden ambos.
Tambi¨¦n lo ha sido para los voluntarios que se han repartido las 13 sesiones. "Los alumnos tienen el derecho de conocernos. Y no s¨®lo los que sean gays o lesbianas, que en un centro de 1.100 estudiantes los hay seguro", dicen Rebeca Novillo y Diego L¨®pez, quienes han dado la ¨²ltima charla.
"Intentamos adaptarnos al grupo. Aparte del tema gay, tratamos otros. El objetivo es hablar del respeto al diferente. En alg¨²n centro nos han llamado porque ten¨ªan alumnos gays con problemas, pero en otro lo que quer¨ªan era que trabaj¨¢ramos la tolerancia porque ten¨ªan un grupo de aut¨¦nticos neonazis", afirman.
"El resultado tarda en verse", dice Jes¨²s Generelo, coordinador del proyecto de Cogam. "Pero cuando repetimos en un centro se nota. Hay m¨¢s respeto. Y siempre hay alg¨²n chico gay o alguna chica lesbiana que ve, por primera vez, que lo suyo no es tan raro. El mismo Diego recibi¨® una de estas charlas hace a?os", dice orgulloso.
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