La pol¨ªtica mar¨ªtima no puede esperar
La seguridad mar¨ªtima constituye la competencia m¨¢s importante de la Direcci¨®n General de la Marina Mercante, hasta el punto de que las dem¨¢s asientan en ella su necesidad. El episodio del Prestige y ahora del O Bah¨ªa demuestran que en esa materia nuestro pa¨ªs suspende con rotundidad. No contamos ni con la organizaci¨®n, ni con los medios capaces de garantizar una gesti¨®n de la seguridad mar¨ªtima que evite cat¨¢strofes como la del Prestige o tragedias como la del O Bah¨ªa.
Pocas dudas, si alguna, caben sobre la responsabilidad de las autoridades nombradas por el anterior Gobierno en la provocaci¨®n del desastre medioambiental que sigui¨® al accidente del Prestige. Recordemos la insensata decisi¨®n de alejar el petrolero hacia no se sabe d¨®nde, neg¨¢ndole el lugar de refugio preciso para desactivar la bomba ecol¨®gica que supon¨ªan las 77.000 toneladas de fuel que cargaba en sus tanques. Recordemos tambi¨¦n la confusi¨®n creada por un remolcador de salvamento p¨²blico que s¨®lo se apresta a realizar su misi¨®n cuando el armador del Prestige ha firmado un contrato privado con una compa?¨ªa holandesa.
Y pensemos en el err¨¢tico peregrinaje del petrolero durante cinco d¨ªas frente a las costas atl¨¢nticas de Galicia, con el casco que se resquebrajaba por momentos y dejando a su paso un creciente reguero contaminante. Y combinemos todo ello con las bochornosas declaraciones de altos cargos, ministros y del propio Aznar que proclamaban sin inmutarse que ellos hab¨ªan hecho lo que deb¨ªan, que de marea negra nada, simples galletitas flotantes o hilos de plastilina en desarrollo vertical, y que volver¨ªan a hacer lo mismo.
Si en el accidente del Prestige asistimos a la verg¨¹enza de unas autoridades que se negaron sistem¨¢ticamente a constituir una comisi¨®n de investigaci¨®n que, en sede parlamentaria o formada por t¨¦cnicos independientes del Gobierno, aclarara c¨®mo se hab¨ªa gestionado la crisis, ahora, ante el naufragio del pesquero O Bah¨ªa, el PSOE est¨¢ cegando la posibilidad de investigar por qu¨¦ se hundi¨® de forma s¨²bita un barco de pocos a?os y tripulado por marineros expertos. Nos estamos gastando una fortuna en la contrataci¨®n de buques y personal extranjero, en teor¨ªa capaces para trabajar en el rescate de los cuerpos que se supon¨ªa atrapados en el pesquero a unos 60 metros de profundidad, cuando lo m¨¢s econ¨®mico y eficaz hubiera sido montar una operaci¨®n para llevar el pecio del O Bah¨ªa hasta aguas someras y proceder despu¨¦s a reflotarlo para poder determinar la causa de su hundimiento.
Espa?a est¨¢ obligada por el convenio internacional SOLAS a investigar los siniestros mar¨ªtimos de cierta importancia, y al respecto existe una orden ministerial de junio de 2001 que establece la llamada Comisi¨®n Permanente de Investigaci¨®n de Siniestros Mar¨ªtimos, cuyos informes, como afirmaba la investigaci¨®n sobre el Prestige llevada a cabo por la Asamblea Francesa el pasado a?o, se limitan a una in¨²til "justificaci¨®n sistem¨¢tica de las decisiones del Estado espa?ol". Conclusi¨®n l¨®gica si tenemos en cuenta que dicha Comisi¨®n Nacional est¨¢ presidida por el subdirector general de Tr¨¢fico, Seguridad y Contaminaci¨®n Mar¨ªtima (precisamente el funcionario encargado de gestionar la seguridad), y los dem¨¢s miembros de la Comisi¨®n son sus subordinados.
Cuando el PSOE estaba en la oposici¨®n, hace s¨®lo unos meses, clamaba por la creaci¨®n de una comisi¨®n de investigaci¨®n parlamentaria del caso Prestige, o en su defecto una investigaci¨®n llevada a cabo por t¨¦cnicos independientes, que "nos deber¨ªa permitir examinar los acontecimientos que produjeron el siniestro mar¨ªtimo y la posterior cat¨¢strofe, estudiar las consecuencias, analizar los medios utilizados, analizar y determinar las diferentes responsabilidades presentes y proponer mejoras en la seguridad mar¨ªtima y en la lucha contra la contaminaci¨®n" (Introducci¨®n al Libro Blanco sobre el Prestige, p¨¢gina 19). Entre otras propuestas, el PSOE abogaba por una Administraci¨®n mar¨ªtima integral, creando un Ministerio de la Mar o una Secretar¨ªa de Estado y una Agencia de Seguridad Mar¨ªtima. ?Debemos pensar que esos prop¨®sitos se han evaporado al calor del coche oficial que presta el Gobierno?
Manuel Fraga, presidente de la Xunta, lleg¨® a declarar en tiempos del Prestige que no deb¨ªa permitirse investigaci¨®n alguna "para castigar a una oposici¨®n desleal". Si bien resulta impensable que el actual Gobierno espa?ol pueda emitir una opini¨®n tan grotesca y antidemocr¨¢tica, lo cierto es que no hay indicios que nos permitan pensar en una pr¨®xima investigaci¨®n de la cat¨¢strofe del Prestige, y que en el naufragio del pesquero O Bah¨ªa se est¨¢ actuando para impedir esa imprescindible investigaci¨®n.
Las costas espa?olas est¨¢n expuestas, sobre todo en Galicia y en el Estrecho de Gibraltar, al riesgo que supone un tr¨¢fico mar¨ªtimo intenso, de forma que es previsible que contemplemos nuevos accidentes con p¨¦rdida de vidas humanas y contaminaci¨®n del medio marino. Nuestros puertos acogen cada d¨ªa centenares de buques de todas las procedencias, que enarbolan ex¨®ticos pabellones de conveniencia y est¨¢n tripulados por marinos contratados con sueldos miserables y condiciones de trabajo del siglo XIX. La flota de pesca, por su parte, padece una situaci¨®n alarmante por lo que respecta al cumplimiento de las normas existentes sobre seguridad laboral y mar¨ªtima. Por ello, la gesti¨®n de la seguridad mar¨ªtima supone para Espa?a una prioridad de primer orden.
No es de recibo rasgarnos las vestiduras cuando el accidente de turno nos revela la incompetencia, la falta de preparaci¨®n y la corrupci¨®n rampante que pudimos ver con el Prestige, o cuando no hallamos respuesta satisfactoria a la muerte de 10 marineros, y olvidarnos de todo ello cuando la desgracia deja de ocupar la primera p¨¢gina de los medios de comunicaci¨®n. Esa pol¨ªtica de avestruz, o no-pol¨ªtica, visible en la negativa a investigar los accidentes mar¨ªtimos, nos condena a sufrir nuevas desgracias que no hemos sabido prever, ni gestionar. Aunque la ministra de Fomento, Magdalena ?lvarez, no tenga a la marina mercante entre sus prioridades, hemos de pensar que al menos estar¨¢ preocupada por la seguridad mar¨ªtima. Y sin duda no ignora que los cambios en este ¨¢mbito no pueden esperar.
J. Zamora Terr¨¦s es capit¨¢n de la Marina Mercante y director del CELSEM-UPC.
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