La ola de secuestros en M¨¦xico enturbia las relaciones con Espa?a

La pol¨¦mica suscitada en M¨¦xico tras el secuestro y asesinato de tres ciudadanos mexicanos de nacionalidad espa?ola y de dos con derecho a la nacionalidad adquiri¨® mayor gravedad con la reclamaci¨®n del ministro de Relaciones Exteriores, Luis Ernesto Derbez, ante su hom¨®logo espa?ol, Miguel ?ngel Moratinos, y la citaci¨®n de la embajadora Cristina Barrios en la canciller¨ªa. Las autoridades mexicanas objetaron las declaraciones de la titular de la legaci¨®n espa?ola, que la pasada semana inst¨® a la colonia a extremar las precauciones.

El subsecretario para Am¨¦rica del Norte, Ger¨®nimo Guti¨¦rrez, convoc¨® a Barrios para advertirle de que es "mediante el uso de canales diplom¨¢ticos adecuados" como la canciller¨ªa puede coadyuvar a facilitar la atenci¨®n "de aquellas preocupaciones sobre las condiciones de inseguridad que, en su caso, imperen en cualquier parte del territorio nacional, y que se encuentren debidamente fundadas". No corresponde a la canciller¨ªa, seg¨²n el funcionario, emitir juicios sobre las medidas de seguridad "pero s¨ª velar por el mantenimiento de la relaci¨®n bilateral de excelencia que prevalece entre Espa?a y M¨¦xico, as¨ª como por la imagen en el exterior del pa¨ªs en su conjunto".

La nota distribuida es muy dura en t¨¦rminos diplom¨¢ticos mexicanos y sigue a la arremetida contra la embajadora de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, miembro del izquierdista y opositor Partido de la Revoluci¨®n Democr¨¢tica y alcalde de Ciudad de M¨¦xico. Barrios recibi¨® la pasada semana a dirigentes de los centros regionales espa?oles, alarmados por los secuestros y asesinatos. La embajadora, el c¨®nsul, Miguel D¨ªaz Pache, y un coordinador de los centros, secuestrado y liberado en abril, se reunieron despu¨¦s con el ministro de Gobernaci¨®n, Santiago Creel, y el jefe de los servicios de inteligencia, Eduardo Medina Mora.

Prudentes y colaboradores en su exposici¨®n ante la prensa, animando a que se efectuaran las denuncias ante las autoridades policiales, Barrios y el c¨®nsul informaron sobre la reuni¨®n y dijeron que "cinco espa?oles de los ocho secuestrados en los tres ¨²ltimos meses" hab¨ªan sido asesinados. De acuerdo con las ¨²ltimas precisiones, son tres y dos con derecho a la nacionalidad. El populista alcalde, que aspira a la nominaci¨®n presidencial en 2006, casi vino a decir que la embajadora se sum¨® a la conjura contra sus aspiraciones y la acus¨® "no actuar con honestidad". Neg¨® que en su ciudad hubiera sido secuestrado y asesinado alg¨²n espa?ol. Qued¨® claro que el regidor considera mexicanos y no espa?oles a las personas registradas como espa?oles, a todos los efectos, en el consulado: 80.000 personas, seg¨²n datos consulares.

La embajada evit¨® la controversia, pero el asunto alcanz¨® otra dimensi¨®n con el telefonazo de Derbez a Moratinos, el s¨¢bado, del que, al parecer, nada supo la embajada, cuya titular fue convocada el lunes. El canciller insisti¨® en que Barrios utilizara los canales diplom¨¢ticos. El deterioro de la imagen de M¨¦xico preocupa a las autoridades. Pero la realidad dif¨ªcilmente puede ocultarse: 532 secuestros reconocidos en el a?o 2003 y cerca de 3.000, seg¨²n grupos privados.