Pretextos contra una ley
La conveniencia e incluso necesidad de afinar jur¨ªdicamente algunos extremos de la futura ley integral contra la violencia sobre las mujeres, en especial los que rozan o entran de lleno en el C¨®digo Penal, ha sido el pretexto para orquestar una formidable campa?a contra una iniciativa legislativa pol¨ªtica y socialmente justificada y que es urgente a causa de las muertes casi cotidianas de mujeres a manos de su pareja masculina.
A los que ahora propugnan una indagaci¨®n audaz y profunda sobre las causas de esa violencia para descalificar las medidas concretas puestas en marcha para combatirla se les ve el plumero ideol¨®gico; son los mismos que rechazan de plano cualquier an¨¢lisis sobre las causas profundas de la delincuencia en general y que abogan por una respuesta penal represiva y lo m¨¢s r¨¢pida posible. Tambi¨¦n resulta curiosa la actitud de quienes alegan la complejidad del proceso generador de violencia del hombre contra la mujer para cuestionar la actuaci¨®n de los poderes p¨²blicos. Las causas de la violencia dom¨¦stica son complejas, y ninguno de sus protagonistas es asesino o m¨¢rtir por naturaleza, pero es un hecho estad¨ªstico y sociol¨®gico incontestable que la mujer es su principal v¨ªctima y que el elemento masculino es quien con m¨¢s asiduidad utiliza su fuerza o su relaci¨®n de dominio para maltratar y asesinar.
Esta situaci¨®n es una raz¨®n m¨¢s para perfeccionar jur¨ªdicamente el anteproyecto de ley integral que el Gobierno se propone remitir al Congreso. Y no s¨®lo para no facilitar posibles boicoteos de la norma, sino para evitar que resulte un fiasco para las v¨ªctimas que pretende proteger. Desde posiciones ideol¨®gicamente contrapuestas sobre la discriminaci¨®n positiva a favor de la mujer, tanto la mayor¨ªa conservadora como la minor¨ªa progresista del Consejo General del Poder Judicial parecen coincidir en la dificultad de aplicarla tal cual al ¨¢mbito penal.
?se es, quiz¨¢, el flanco m¨¢s d¨¦bil del actual anteproyecto, puesto que como se?ala el voto particular de los vocales progresistas al informe del Consejo General del Poder Judicial -aprobado por una mayor¨ªa de 10 votos frente a 9-, "no se justifica que una misma conducta lesiva pueda variar en funci¨®n de quienes sean sus sujetos activo o pasivo". Insistir, pues, en un tratamiento penal de la violencia dom¨¦stica seg¨²n el sujeto que la comete o sufre -hombre o mujer-, y no de acuerdo con su espec¨ªfica y grav¨ªsima naturaleza delictiva, podr¨ªa abrir un resquicio al recurso de amparo por vulneraci¨®n de derechos fundamentales, restando seguridad jur¨ªdica a la nueva norma. Eso hay que evitarlo.
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