La m¨ªtica Agatha Christie
EL PA?S presenta ma?ana, lunes, por 1 euro, 'El asesinato de Roger Ackroyd', el primer gran ¨¦xito de su autora
Puede usted encontrarla anticuada, convencional o demasiado british, pero no ser¨¢ capaz de negar que se trata de un mito: Agatha Christie, una escritora que ha trascendido cualquier barrera cr¨ªtica. Y ya se sabe que a los mitos es preciso acercarse con cierto respeto. Aqu¨ª tiene un buen ejemplo para hacerlo. El asesinato de Roger Ackroyd, primera novela que le dio fama, comienzo triunfal de una de las carreras m¨¢s internacionales e intemporales de la historia literaria mundial. Es interesante detenernos en ella si queremos explicar algunas de las claves que han convertido los t¨ªtulos de Christie en cl¨¢sicos.
En este Asesinato... encontraremos casi todos los componentes b¨¢sicos que conformar¨¢n el resto de novelas de la autora. Nos enfrentamos a una terrible historia de muerte e intereses, dos temas s¨®rdidos en s¨ª mismos, que se desarrolla sin embargo frente a nuestros ojos con la ligereza y la elegancia de un desayuno campestre. ?sa ser¨ªa una de las caracter¨ªsticas que han hecho de los libros de la Christie una lectura interesante para la mente, pero no ofensiva para el esp¨ªritu.
"Tiene virtudes clamorosas: la armon¨ªa del relato y el gusto por el juego cerebral"
Tanto la presentaci¨®n de los personajes, con sus complejos entramados de parentesco, amistades y fortuna, como las deducciones de los detectives, y la descripci¨®n de las investigaciones, todo est¨¢ narrado con un distanciamiento que podr¨ªamos llamar educado, cort¨¦s, con una calculada frialdad. No hay en esta obra, ni en las siguientes, un intento de hacer sentir cosas extremas al lector. Los excesos de los que se nos hablan: traiciones, confesiones, intrigas..., se citan en el argumento como algo que nosotros, con nuestra experiencia humana, ya debemos conocer, de modo que no se abunda en ellos. De esa manera, hasta el crimen queda englobado en una p¨¢tina de moderaci¨®n muy conveniente para que el esparcimiento de la lectura no se vea superado por el horror. En este Asesinato..., la autora sienta las bases de lo que nos propondr¨¢ reiteradamente: un juego mental.
El "lugar cerrado" donde suceden los acontecimientos, una caracter¨ªstica muy christiana, es aqu¨ª un peque?o pueblo: King's Abbot, comunidad en la que nada parece suceder sin que todo el mundo se entere. Todos se conocen y saben qui¨¦n es qui¨¦n, incluyendo en este conocimiento el pasado no siempre intachable de los personajes. Pues bien, en un entorno tan aparentemente obvio, suceden tres muertes que nadie puede explicar. Los sospechosos y sus motivaciones se suceden con l¨®gica implacable hasta hacernos pensar que todos pueden ser culpables. Una deliciosa voz narrativa en primera persona va poniendo orden en los avances de la trama. Se trata del doctor Sheppard, m¨¦dico local, quien con fina iron¨ªa y sentido del humor evidencia los modos de vida t¨ªpicos de las peque?as comunidades inglesas. Este m¨¦dico es un depositario perfecto del m¨¢s absoluto sentido com¨²n, de modo que nos sentimos bien acompa?ados como lectores que buscan aclaraciones a los sucesivos misterios. ?l tambi¨¦n est¨¢ en ¨®ptima compa?¨ªa, su hermana Caroline, incre¨ªble cotilla de enorme curiosidad conocedora de todos los entresijos humanos de King's Abbot, que pondr¨¢ el contrapunto divertido. El resto de abundantes personajes son descritos con un leve tono ir¨®nico que los hace entra?ables por corta que sea su aparici¨®n.
En esta novela nos encontramos con el inefable Hercules Poirot, un cl¨¢sico de la galer¨ªa de detectives brit¨¢nicos, por m¨¢s que ¨¦l sea belga, como queda atestiguado en sus continuas apostillas y exclamaciones francesas. Este detective privado es el antih¨¦roe por excelencia. El doctor Sheppard llega a tomarlo por un "peluquero jubilado". Todo su potencial rid¨ªculo, de peque?o hombrecillo sin importancia, es desplegado por la autora con el fin de hacernos dudar de su competencia profesional. Pero pronto queda despejado cualquier resquemor: Poirot es observador, h¨¢bil, deductivo, l¨®gico e implacable en sus averiguaciones. En esta intriga quedar¨¢ fijada su personalidad, cuyo rasgo m¨¢s definitorio consiste en que dar¨¢ con el culpable de asesinato antes que la propia polic¨ªa.
La trama del libro, como todas las de la Christie, es impecable. Todos los elementos casan entre s¨ª y nos llevan a un restablecimiento del orden establecido, que es de lo que se trata finalmente.
Alguien afirmar¨¢ que la literatura de esta primera y protot¨ªpica dama del crimen carece de cosas imprescindibles en la novela negra posterior: dosis de cr¨ªtica social que pasen revista a las injusticias soterradas bajo las apariencias de respetabilidad, un an¨¢lisis profundo de los personajes, y hasta una forma estil¨ªstica menos convencional. Bien, es posible que as¨ª sea, pero tiene virtudes clamorosas: la armon¨ªa general del relato y el gusto por el juego cerebral. Tampoco ¨¦sa es mala marca.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.