Acuerdo de Basilea II
Tras cinco a?os de debate, ya ha visto la luz el Nuevo Acuerdo de Capital de Basilea. Una vez suscrito por los diferentes pa¨ªses y traspuesto a las normativas nacionales definir¨¢ los principios b¨¢sicos para el c¨¢lculo y la supervisi¨®n de la solvencia m¨ªnima exigida a la industria bancaria mundial.
El primer Acuerdo de Capital, aprobado en 1988, todav¨ªa vigente, supuso un importante hito en la homogeneizaci¨®n de la regulaci¨®n y supervisi¨®n bancaria a escala internacional. Sus sencillas reglas de c¨¢lculo de requisitos m¨ªnimos de recursos propios en funci¨®n del riesgo de cr¨¦dito que asumen las entidades bancarias, establecieron unas reglas de juego comunes y un aumento del nivel de solvencia del sistema bancario internacional. Sin embargo, este acuerdo se hab¨ªa quedado obsoleto. La intensa innovaci¨®n financiera hab¨ªa hecho que esas reglas reflejaran cada vez menos el verdadero riesgo asumido en la operativa bancaria.
El pacto supone una forma de hacer banca basada en el conocimiento de los riesgos y su incorporaci¨®n a la gesti¨®n de las entidades
El nuevo acuerdo presenta novedades sustanciales. En primer lugar, contempla cuatro riesgos (de cr¨¦dito, de mercado y operacional, sujetos a requisitos m¨ªnimos de capital, y de inter¨¦s, sujeto a vigilancia del supervisor), en vez de los dos hasta ahora contemplados (de cr¨¦dito y de mercado). En segundo, permite que sean las entidades las que realicen estimaciones propias de determinados "componentes de riesgo" para utilizarlas en el c¨¢lculo de requisitos m¨ªnimos de recursos propios. Por ¨²ltimo, incorpora normas relacionadas con el examen supervisor y la disciplina de mercado.
Por otra parte, el nuevo acuerdo supone una forma de hacer banca basada en el conocimiento de los riesgos y su incorporaci¨®n a la gesti¨®n diaria de las entidades. Se trata, pues, de un avance cualitativo notable que alcanzar¨¢ los objetivos previstos: una mayor sensibilidad al riesgo en los m¨¦todos de c¨¢lculo de recursos propios m¨ªnimos, un mantenimiento del actual nivel de solvencia del sistema bancario internacional y la generalizaci¨®n de buenas pr¨¢cticas bancarias en las entidades.
M¨®nica Guardado y Enrique S¨¢nchez del Villar son profesores de la Escuela de Finanzas Aplicadas (Grupo Analistas).
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